Cuentos...
Había una anciana que todos los días elevaba una plegaria al cielo; Y su plegaria era así: Dios gracias por darme la provisión de este día, y así sucesivamente. Tenía un vecino que siempre estaba a la hora que la anciana elevaba su plegaria y esto a este hombre molestaba, así que se propuso según él destruir la fe de la anciana, y envió a uno de sus empleado que le llevasen lo que en ese día la anciana había pedido a Dios (una cesta de alimentos) y le dijo a su empleado cuando la anciana pregunte quien la envió dile que fue el diablo.
El empleado de este malvado hombre toco a la puerta de la anciana, cuando la anciana abrió la puerta se limito a coger la cesta y a llevarla hacia la cocina de su casa, entonces el empleado al ver que la anciana no preguntaba nada él le dijo: ¿Quiere usted saber quien le envió esta cesta?, la respuesta de tan sabia anciana fue, no me interesa saber quien fue, porque cuando Dios manda hasta el diablo obedece.
Moraleja: Nunca la maldad podrá apagar la fe en Dios.
