A veces cuando estoy acostada en la cama y no puedo dormir, en lugar de contar ovejas cuento a todas las personas divertidas que Dios me ha puesto en la vida.
En una de esas ocasiones, me acosté a las diez y media de la noche. Cuando me desperté, estaba segura que ya era de mañana y me asombró ver que el reloj en mi mesa de noche marcaba solo las doce y media de la madrugada salí de la cama, baje las escaleras, preparé té caliente y encendí la tv, sin embargo cuando el reloj marcaba las tres y media de la mañana volví a la cama.
Fue entonces cuando recordé algunas de las historias que Lucy, Patsy y Marilyn, cuentan cuando hablan en conferencias y comencé a reír. No sé si alguna vez te han dado deseos de reír mientras la persona a tu lado está profundamente dormida y esto te da más risa. Me tape la cabeza bajo las sabanas para tratar de ahogar mis bufidos.
¿Quién te hace reír bajo las sabanas de solo pensar en ellos y sus payasadas? La próxima vez que no puedas dormir, ¡dale gracias a Dios por todos los que hacen que tu vida sea más feliz!...
