En mi desesperación clame a alguien que estaba colgado en un madero, sujetado con clavos a una cruz, a alguien que no podía moverse. Sus brazos estaban extendidos hacia mí, pero no podía abrazarme. Veía que quería correr hacia mí, pero sus pies estaban clavados al madero. Su corazón se abrió para recibir mi dolor, pero estaba deshecho, desangrado, moribundo.
“¡oh, ayúdame!”, le suplique. Su mirada se clavo en mí. Mis manos se extendieron hacia él, como para recoger la misma vida que se le iba. Sus enemigos se burlaron de mí con desprecio. “¿Cómo puede ayudarte este, si ni siquiera puede ayudarse a sí mismo?”. Desesperada, llorando, me agarre a su cruz, manchándome con su sangre. “¡oh, ayúdame!”; le implore. Fijo sus ojos en los míos y su mirada penetro en mi alama. Entonces inclinando la cabeza, suspiro por última vez y murió, entregándome su vida con aquel suspiro, y fue librada mi alma.

"Allí le crucificaron" (Juan 19:18)




Tomado del libro, (Meditaciones para la mujer)

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2 Comentarios

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  Chuliwaskis

  Hola, creo q el titulo lo dice todo, Jesús no necesito ayuda ni piedad, ya que él solo cumplia la voluntad de Dios, siendo un sacrificio por la humanidad para que fueramos perdonados y librados de una eternidad sin Dios. su muerte y su resurrección son el pase a la salvación que es una relación con un Dios vivo.
  
  Esta es una reflexión hecha desde la perspectiva de que Jesús aun estando en la cruz pudo socorrer y dar vida, como lo hizo con uno de los ladrones que fueron crucificados con él.
  
  Un saludo DEADNAME y gracias por visitar mi rinconcito.

  03/10/11 07:10

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  Chuliwaskis

  Bueno mas que un debate, solo puedo decirte que realmente así es, hay gente que nos lleva la delantera. Pero para nada Dios es injusto por esa razón murió para que tu también puedas heredar salvación.
  
  Un saludo

  04/10/11 12:10