Ataviada en un vestido rojo
Y tacones de seda
Ingiero tus recuerdos
Al son de esta música
Que comprende mis lágrimas.
Respiro, limpio mis ojos
Y encumbro mi mano sin la tuya,
Para beber de esta copa
Que sabe a soledad descalza,
Vagabunda y paradójica.
Un último acorde bosteza en mi oído
Y lastima sentimientos inflamados,
Pasiones arcaicas y aromas lejanos
Apabullan mi corazón dolido
Y tras ese sentir descontrolado
Decido embriagar, aquella historia.