Nuestro Viaje. Primera Parte

El sol terminaba en nuestras piernas, eran piedrecitas en vez de arena y delante nuestro se abría una enorme cala preciosa cerrada por montañas que, colosalmente, terminaban en majestuosos acantilados. El agua era infinitamente mas brillante que despues de la temporada guiri que se nos venía encima.

De vez en cuando, mi chico se giraba para mirarme y parecía como si acabara de hacer algo con lo que me sentia muy orgullosa, como si él, viera a su hijo saltar por primera vez en las colchonetas, con su media sonrrisa. Me hacia la longuis hasta que se me escapaba la mirada por encima de las gafas, esa que le volvia loco, pobre de él que no besara por donde piso.

Qué culazo, niña. Decia mientras mataba el ultimo sorbito de mojito. Lo sé.

En realidad el mojito era para mí, pero siempre se habia sentido especialmente atraido con el echo de dejarme con las ganas. Siempre.

Cuando terminó de hacer ese espantoso ruidito con la pajita que no hay más, joder pensé. Se propuso dar un baño nadando asta la boya. Su cuerpo bronceado y musculoso se iva hundiendo mas y más, como quien baja las escaleras, y yo me iva hundiendo con él, mas y mas asta donde el quisiera.
Aquella noche fuimos a Cadaquès, el pueblo de costa mas espectacular al que podreis ir en toda vuestra vida.

Por la noche, estas casi a oscuras. Solo te salva la calida luz que viene de los bares, restaurantes y motos que pasan por sus calles, y es que quieren preservar tantisimo la intensidad y la intimidad de esta maravilla, que lo mantienen en una cierta penumbra.

El caso es que al anochezer, y como fiesta de inauguracion de San juan, habian conciertos y un bar pegado a la playa, el mas conocido, servia cokteles como churros. Mi guapo y apuesto chico, se dirigió a los asientos que habian frente al mar, y con una caricia en la cara que acavó siendo su dedo en mis labios, me dijo: te lo pediré yo. Y así fue, mientras el iva ojeando la carta, yo le iva acariciando con mi mano, primero la nuca, luego bajando lentamente iva palpando su brazo que me encantaba la musculatura que tenia ahí, solo tocaba su brazo,

lo cierto es que me quedé ahi como haciendole una paja. Era increible la sensacion.

Ya sé, dijo.

Ah, si? Como en tono desconcertante. Me habia sacado rapidamente de esa fantasia loca en mi cabeza! no sabia ni a lo que se referia.

Sí, red velvet para tí y para mi&

Para ti havanna Club con cocacola y un trozo de lima. Sí, lo sé. Reaccioné rapido, ¡bien!

Nos llevamos nuestras copas para poder recorrer todo el paseo a nuestras anchas, ivamos tomando y, a medida que notavamos el alchol en nuestros cuerpos, nos dejavamos llevar mas y mas, bailavamos con la musica por las calles, la verdad, eramos los que davamos mas envidia de todo el pueblecito. Aquello me encantaba, cadaques, mi copita, mi chico, esa noche preciosa, todo era perfecto y el lo notaba en mi.

no faltaba una cachetada de vez en cuando, mi culo era perfecto y rebotava cada vez.

Fuimos andando asta llegar al punto alto del paseo, donde las rocas se abren paso para abrirse en grandes pendientes.
Ruben era increible, me trató como una princesa esa noche, vimos donde podiamos acavarnos nuestra copa y nos sentamos justo en un desvio del paseo, donde no habia luz, y habian unas escaleritas para bajar asta un pequeño muelle.

Quise besarle, de echo, era lo unico que deseaba aquella noche, entre la musica y la borrachera, aun no habiamos podido ni hablar el uno con el otro, imagino que el queria tambien, dado que se puso muy nervioso.

Marina. Sé que lo nuestro es aveces complicado. Pero llevamos ya casi 4 años, 3 años y 8 meses. No te parece que es el momento de dar un paso?

Aquella noche estrellada, se interponia en su discurso. No me dejaba escucharlo con claridad. Intercambiava su mirada con la de alguna estrella iluminando el mar.

.Mira, se que soy algo bruto, y que me enfado con facilidad. Pero quiero unirme a ti, quiero ser el que te protega, quiero que me den fiesta en mi trabajo si te pasa algo mi amor, quiero formar parte de ti asta ser uno.

Aquellas palabras me impactaron, me gustaron tanto que sentia como si dolieran. Quise decir algo pero entendi que no habia nada que cupiese en ese momento, entonces dije lo mas inteligente que se me pasó:

Quieres otra copa?

Fui una completa gilipoyas. Lo admito.

Rapidamente, sacó de su bolsillo una bolsita y me dio un juego de llaves, «hotel miramar» ponia en su llavero de cuero. Entonces lo entendí todo, buf, eso me supo a jodida felicidad envotellada, no se porque, mi ultimo trago, fue el mejor de toda la historia de copas de mi vida. Aunque ya teniamos hotel muy cerquita de alli, quiso reservar una noche aun mas especial donde poder jurarnos nuestro amor a solas.
Al entrar, solo vi el jacuzzi, una botella de cava y dos copas, solo dos copas para solamente dos enamorados como nosotros. Me quité mi vestido espaldas a él y me quede en tacones, con las medias por encima de las rodillas, empezé a caminar, a por él, mientras me soltava la coleta. Ruben, en tono desafiante, se mira su paquete, lanza una media sonrrisa hacia el suelo, y se quita el cinturón muy despacio. Puedo ver como se agranda el bulto y cada vez me noto mas sumisa, quiero hacer todo lo que me diga.

De pronto va y suelta un tremendo: SÍ.

Sí qué?

Que si que quiero otra copa.

[Perdona? Pero como podia hacer esto y quedarse tan ancho?]

Mientras me servia la jodida copita, mi chico quiso alargar un poco mas el juego y entramos en las burbujitas. Le quite las copas de las manos y me centré en su perfecta cara, le cogí la mandivula con una mano muy suavemente y le besé con todo mi amor. Mientras tanto, mi cuerpo se iva acercando y rozando con el suyo, presa de los nervios. No entendia porqué aquello tan placentero e intimo que haciamos, le producia tal nerviosismo.

Eramos en el jacuzzi, digo eramos porque nuestros cuerpos supongo que notarian el agua, las burbujas, y el calor del ambiente, pero nosotros estavamos a 10 metros por encima del mar.

Nos pasamos horas en aquella habitacion que sulfuraba pasion, era imposible no pensar en los de otras habitaciones. Por la musica, claro&

Mas tarde y con el sol asomandose por la ventana, decide que lo mejor seria ir a buscarme mis croissants preferidos, mantequilla con chocolate y york y queso, todo eso con un americano y un zumito de naranja. Él es así.