Nuestra Complicidad
No sé qué sucede entre los dos, pero cada vez que te veo, el brillo de mi alma irradia una luz tan deslumbrante que ciega todos los órganos de mi ser, mi corazón se asusta y palpita tan fuerte que siento que se me va a salir, mis pulmones exhalan tan lento que pareciera que van a dejar de funcionar, mi estómago se siente saciado con tan solo ver tus manos, esas manos& tan limpias y húmedas a la vez, tus dedos tan finos que pueden romperse de un apretón, todo tu ser me estremece, me asusta, provoca nervios en alguien tan frio como yo, logras desordenar mis ideas y mi lengua falla, dice tonterías, la elocuencia en mí se desvanece, todos los literatos estarían decepcionados al verme cerca de ti& pero la verdad no me importa, me siento cómodo cuando estás conmigo, cuando tus manos tocan mi pelo, tus brazos se enredan en mi espalda y tu cabello roza mi cuello. Los días se vuelven tenues cuando tu mensaje no llega, cuando tus ojos no están frente a mí y tu voz no se escucha en el viento, las horas pasan lento y el golpe de cada minuto aumenta al no palpar tu piel, los segundos se alborotan y convulsionan al son del aburrimiento, todos los átomos de mi cuerpo se apagan y la ausencia de movimiento me genera una sensación tan ausente que se vuelve abstrusa. Te necesito, todos los días a todas horas y ruego sientas lo mismo, espero y lo nuestro sea más que una simple complicidad.
