Sigo vistiendo tu ausencia de palabras
que se escurren de mis labios a cuentagotas
y van a caer a estos versos,
ilesos,
añejos,
pedazos de pasado que no dejo escapar.
Calladas palabras
que estallan en la mañana,
que se desnudan en la noche
y prostituyen un te quiero
a cambio de la compañía
que me niega tu cuerpo,
níveo,
estridente,
vestido de otros presentes,
de otras voces,
otras palabras
que desnudan junto a ti esta fría mañana,
en que evoco tu presencia con palabras.