Corazón
Siempre tuve un corazón,
del que podía alardear,
y con el paso del tiempo,
este comenzó a enfermar.
Los síntomas son los mismos:
la rutina, el desaliento,
y las ganas de vivir...
una relación madura
con quien poder compartir
un cariño duradero,
y todos mis sentimientos.
Lo tenía casi muerto,
aunque podía vivir,
tu lo tomaste en tu brazos,
y este comenzó a latir.