Colgado, bajo tu atenta mirada,
se encuentra el secreto del amor,
receta ancestral buscada por muchos,
y encontrada por dichosos.
Abres tus piernas cual carátula de libro,
y detrás de un abrazo leo las primeras líneas,
traspasando tus cafeinadas pupilas,
veo lo que a otros escondes y está destinado a mí.
Mis manos abrazan tu espalda,
y como si cada vértebra contuviera un dígito,
mis dedos buscan la contraseña que da acceso,
a los senderos de tu corazón.
Y cada orgasmo es más indiscreto que el anterior,
el embriague de tus gemidos los hacen confesar,
el deseo más perverso que se hospeda en tus entrañas,
acumulando un alegato de calidad.
El secreto del amor dicen, se obtiene con el tiempo,
pero si eres buen jugador, atajos encontrarás,
el secreto está en ir sembrando otoños,
de fértiles primaveras.
