Noche cerrada. La playa vacía de cuerpos y almas.
Desde mi ventana, escucho a la luna cavilar sus silencios
prendidos en su halo de plata irisada.
Un mar de aguas remansadas mece su espuma
de sal y algas, cuajada sobre arenas que el viento
emigrara en galernas ya pasadas.
Vaga rumoroso el rompiente de las olas;
en el horizonte , las farolas de los pesqueros
titilan su luz entre gaviotas y luceros.
Las dunas destellan blancas; el cielo pinta
su añil con estrellas albas. Sueño y paz
en esta hora bruja de ánimas.
Noche cerrada. Y yo, convidada de piedra en penumbra,
desde mi atalaya asisto, alta y oscura,
al aquelarre de la soledad.
Regreso de mi Salamanca querida, he ido a enseñarsela a mi hijo, son las dos de mañana del que sería cumpelaños de mi padre, y veo este poema, estoy cansado, muy cansado, agotado, pero bendigo a Dios volverte a leerte.
Soledad, maldita soledad Danae, yo la maldigo, nunca me había sentido tan solo en mi vida, no encuentro nada ni nadie, que la aplaque, mi hijo se hace mayor y con su independencia, aumenta mi hastío, ya ni siquiera sueño, ya no tengo sueños Danae, tu desde tu balcón oteando el horizonte y yo desde el monte de la Covatilla, en plena sierra de Béjar, donde antaño divisaba toda la provincia, solo vienen recuerdos de antaño, miles de luces en la oscuridad que ya no me dicen nada y un niño de once años que sale durante un instante y vuelve al coche para seguir mirando la pelicula de Pokemon que tenia puesta.
Asisto a mi a la presentación de mi propio vacío, leyendote.
Soledad, maldita soledad.
Te mando un abrazo.
Pol.
13/08/16 02:08
Tengo que decirte lo mismo que a Pol, tu escrito desprende tanta tristeza que me identifico con él, tal vez el tuyo como mujer me sea más cercano, es tan claro que es como si hubieras puesto palabras a mis sentimientos, escribes de una forma maravillosa Danae.
13/08/16 11:08
La contemplación del mar por la noche, siempre abre un camino a nuestra propia incertidumbre, nos vuelve vulnerables y acrecienta nuestros miedos, sobre todo cuando la soledad nos invade y hurga nuestras entrañas desde dentro.
Es difícil escribir de los propios sentimientos y emociones sin involucrarse, pero tú lo haces muchas veces como si fueras una mera espectadora, es por eso entre otras muchas cosa, como: tu elegancia, tu lenguaje, tu sonoridad, tu musicalidad, tu mundo interior, etc, etc... que soy una mera polilla atrapada en el quinqué de tu hermosa poesía.
Sin duda un auténtico placer leerte de nuevo, no tardes tanto en volver.
Un abrazo y un beso, amiga.
13/08/16 11:08
Mi princesa Danae, no estás sola, estoy contigo perdida entre tus versos, suspirando silencios, esperando que caigan las estrellas sobre nuestras cabezas y nos coronen.
Me has dado una grata sorpresa.
Te dejo el abrazo más grande.
14/08/16 07:08
Tu texto se le hace a una tan próximo, que es como si estuviéramos en el mismo balcón.
Elisa.
15/08/16 11:08
Balcón, ventana, cama, hospital, una mirada perdida en la lejanía, alguna vez toda mujer ha visto tus barcos en la lejanía.
Que bien escribes, Danae, es un gozo leerte.
16/08/16 10:08
Que todas las soledades, siete como decía Nietzsche o mil y una, como Sherezade, sean como la que tú describes, queridísima Danae.
Un abrazo enorme, mi poetisa favorita.
17/08/16 03:08
He hecho una versión de tú poema, espero que te guste, me llego al alma tu soledad y la visión de esos barcos desde tu balcón.
Te mando un abrazo, ya sabes donde estoy, para ti estoy siempre, siempre...
Pol.
22/08/16 01:08
Qué suerte asomarse por aquí y ver tu poema el primero...
Siempre me gustó leerte y después de tanto tiempo el placer ha sido doble.
Muchos recuerdos y un montón de besos, poeta.
Esteban
26/08/16 12:08
Personalmente gusto de contemplar la noche fusionada con el mar. Es hipnótico, así como tu poema, llenos los sentidos con tus palabras. Saludos!
06/09/16 06:09
Noche cerrada. Y yo, convidada de piedra en penumbra,
desde mi atalaya asisto, alta y oscura,
al aquelarre de la soledad.
Danae, mi mariposa de las letras, que gusto volverte a leer.
Saludos.
Serge.
08/09/16 04:09
De lo mejor que te he leído. Imaginé la soledad del vigilante del faro, acunada por un suave y fresco vientecillo otoñal.
04/11/16 02:11
Bonito y desolador poema, eres una maravillosa creadora de imágenes y tu manera de reflejar la soledad estremece y cala.
25/11/16 05:11
