Xxxvi
La dedicación que me exige retratar el silencio de toda expresión, es condena y paseo en la lava. Sumido en un cuento, en el cuento del que todo lo quería ver, y cuando lo hizo, el púrpura veneno penetró en su ser -- la purpúrea desesperación que nos ofrece toda ciudad cuando es vista de cerca. La tierra vieja corrupta, la tierra nueva aún más corrupta -- la renovada vitalidad limpia de ríos cristalinos que nunca existirá. Reflejos fugaces, redentores, de la alegre ebriedad que sólo se disfruta una vez.
Te veo, te huelo, te oigo, te siento, experiencia divina sin nombre. Te veo... cuando el sol y la luna son lo mismo, y se guardan en mi pecho.
Una joven chica, horrible, de tetas caídas y el culo fofo, se maquilla y realza sus desfavorecidos atributos; seres con igual máscara que ella, la elevan entra la multitud, y su falsa belleza es alabada, todos quieren disfrutar de su piel, todos quieren el clímax en su sexo. Ella sodomiza, lame, gime, escupe; y en plena orgía, su pintarrajeo pierde consistencia, sus pechos y sus nalgas aparecen deformes, un pantano de carne. La fiesta continúa, con un éxtasis diferente, peor y más vulgar, permanece. La ruina sistemática de la vida, a izquierda y a derecha, arriba y abajo.
¿En qué lugar es posible el sosiego del alma, el fin de la ansiedad en la existencia? El hombre no es lo suficientemente elevado para reinventarse. Yo debo "reinventarme".
Encontré en la poesía lo absoluto, el Todo conglomerado; la grotesca comedia, la divina tragedia. Me encontré, para perderme por siempre, en el poema.
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Albasilencio
la belleza y el escarnio juntos. muy buena descripción y el alma.
el eje supremo de todas las cosas.
me gusta tu escrito.
13/01/14 10:01
