Cayó, hoy yace de nuevo en la tierra Su vida de golpe da con sus huesos en el mundanal ruido. Bajo un intenso dolor, intensificado en sus maltrechas alas, ahora negras por el deshonor de haber sido desterrado, posó su mirada, olvidándose del intenso dolor, en el ser más bello que vio nunca, ni tan siquiera de donde ahora él procedía
Ella, que junto a él se encontraba, sin saber que hacer, que decir, sólo extendió su mano a aquel fantástico ser.
-Perdón por mi atrevimiento, pero ¿Qué sois?
-De mi nada se, nada soy. Ellos me desterraron sin razón, por amar a quien no debía pero si ese es mi castigo, merece la pena.
- ¿Por qué sufres?
- Por amar os digo
- Todos sufrimos por ello No todos poseemos amor correspondido
- Sufro destierro, ¿Qué peor castigo? La honra mancillada, por amar sin ser amado, por respetar sin ser respetado Por cuidarla, sin ser cuidado
- Hoy te curo las heridas
- No son éstas las que duelen
- ¿Qué remedio puedo darte?
- Tu amor, pues si de eso sirvió ser expulsado del cielo, bienvenido sea. Pues conocí a la mujer más bella del cielo, aquí en la tierra.
- Mi amor darte no puedo Pues hace tiempo es de otra persona
- Si estar sin ti no puedo, que me destierren de la tierra como en el cielo, y con mis alas negras acabe en el infierno
(Esto fue lo primero que escribi, espero que les guste...)
¿Y encima de no ser amado te vas a mandar al infierno?.
¿Será por mujeres?
El mundo mundial está lleno de mujeres bellísimas.
Y de hombres.
No se puede ni andar, de tantos como hay.
