Él es mi tío César, uno de los ocho hermanos de mi mamá, es un antropólogo peruano muy bueno en lo suyo… A comienzos de los 70 vino a visitarnos, trajo una maleta enorme en donde tenía miles de diapositivas , un proyector y todas las noches nos mostraba su material de investigación de costumbres de diferentes culturas como la incaica también nos relato sus recorridos por el Amazonas en donde descubrió una tribu indígena aislada totalmente de la civilización llamada “Los Cuapacuris”, siendo su expedición la primera en contactarse con dicha tribu…mientras nos mostraba las fotos nos contaba la historia de cada una de ellas; sin duda fue mi ídolo y lo sigo admirando por todo lo que hace…
Él vino en época de viento, ideal para remontar barriletes…justo se había puesto de moda unos barriletes de plástico en forma de rombo y con flecos de un metro de largo…
Obvio que me compré uno, siempre me los hacía pero esta vez no podía resistir la tentación de tener uno de esos pues eran muy vistosos…había muchos motivos y era difícil cuál llevar, finalmente elegí el de “La Momia”, personaje de “Titanes en el Ring” que con mis hermanos siempre lo veíamos…salvo cuando le tocaba pelear a la momia…me entraba un miedo enorme así que me ponía debajo de la mesa con las dos manos tapando la cara pero dejaba un poquito entre abiertas para ver la pelea, pasado ese momento de tensión volvía con mis hermanos a seguir disfrutando de Titanes …con tanto miedo, ¿cómo compré justo el de este luchador?...
Un día, Fernando, mi hermano mayor cuenta que en el cine de Munro, la localidad donde antes vivíamos, van a estar la momia y un par de luchadores más, que podemos ir a verlos y saludarlos , entonces fuimos los tres… con mis cinco años tomé coraje … me acerqué…era gigante , blanca , se movía como en la tele , pude tocarla al igual que muchos chicos más , ella nos saludo a su manera…me di cuenta que no era mala como me la imaginaba , así que desde ese día me hice amigo de ella y chau miedo !…
Y como ya era mi amiga, cómo no iba a tener su barrilete, no?
Llegó el momento de remontarlo…me gustaba usar mucho hilo así elevar el barrilete hasta que se viera bien chiquito…antes de empezar su vuelo se acerca mi tío, quien me dice: “¡¿Qué bueno, es tuyo?!”— Sí…”¿Quieres hacerle unas modificaciones ? también le pondremos otro hilo que tengo que es muy resistente y de 500 metros”….— Faaaa! !, exclamé y sin dudar le dije que sí…las modificaciones consistían en dejar dos flecos en cada punta y también dos en el medio, cortar los restantes pegándolos a continuación de los que quedaron y así la cola del barrilete quedó larguísima…
Fue uno de mis mejores barriletes junto a otro que lo había hecho en forma de “Estrella”, era muy lindo de colores azul, amarillo y flecos en todo su contorno….un día remontándolo con mi amigo se corta el hilo, no sé cuántas cuadras habremos corrido para rescatarlo pero fueron muchísimas, yo vivía en Villa de Mayo cerca de la estación y a la estrella la recuperamos en Km 30, otro pueblo a varios kilómetros de casa, suerte que quedó atrapada sobre un árbol de eucaliptus…

Con mi tío hicimos el primer vuelo de la momia tirando los 500 metros, era increíble, se veía un puntito en el cielo…y así lo hicimos muchas veces hasta el día que él tuvo que regresar a su país…
Lo seguimos remontando con mi amigo tirando siempre todo el hilo hasta que un día tenía que pasar, el hilo se corta…mi amigo me ve con los ojos bien abiertos como preparándose para salir corriendo en su búsqueda…con la cabeza le digo no, con un gesto de resignación y me quedo mirando cómo se pierde junto al hilo…pensaba si con el anterior corrimos muchísimo con éste nunca vamos a llegar, quién sabe dónde irá a parar…
Esa noche lo soñé, lo lloré por todo lo que representaba para mí…la persona que lo haya encontrado seguro que estará maravillada con él, pues con la modificación era único en su género…estuve varios días muy triste…
Una mañana veo a mi mamá llegar de las compras, me llama, me da plata y me dice que en el kiosquito vio muchos barriletes como el que perdí que vaya y elija uno… — buenísimo!! Me fui corriendo a comprarlo…lo traigo a casa, se lo muestro, ella sonríe y salgo rápido a remontarlo…no era otro de la momia…los tiempos cambian rápidamente las modas….lo empecé a remontar ahora sólo con 100 metros, lo veo…que hermoso está, que lindos colores tiene y que bien remonta…
¡ Y, El Mono Relojero es un ídolo !...

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