Crónicas de mi
Vida.(continuación Cap. 12)
Lo que estaba claro es que el no iba a permitir que rechazara el tratamiento si lo había, pero se me ocurría una forma de salirme con la mía, algo que ya había hecho otras veces. Me escaparía. Ya lo había hecho anteriormente, asique no sería tan difícil. Me escaparía del hospital, pero iría a mi casa.
Me asomé a la ventana del hospital, creo que iba a ser más complicado de lo que pensaba, estaba toda la prensa en la puerta, debería de haberlo pensado antes, siempre que alguien conocido tenia pisa una clínica, sea por lo que sea, allí estaba la prensa, estorbando.
Volví a la cama para idear el plan, no podría salir por la puerta, porque la prensa no se iría hasta quien sabe cuándo. Estaba en un segundo piso, podría atar varias sabanas y arrojarme con ellas, aunque era muy mala en gimnasia, dudo que pueda aferrarme bien fuerte a la cuerda de sabanas para no caerme y volver a entrar al hospital por la puerta grande. Estaba hecha un lio. Aunque no tenia otra escapatoria, era eso o estar meses enganchada a una maquina, prefería morir libre a vivir con esos aparatejos raros que utilizan los médicos.
Salí de la habitación en busca de la salita donde guardan todos los materiales. Lo había visto en mi serie favorita, una serie española llamada Hospital central. En esa sala guardaban todas las sabanas limpias, las suficientes como para poder hacerme esa cuerda y escapar. El tiempo se me agotaba y no encontraba la maldita sala.
Recorrí la segunda planta y parte de la tercera, nada. Cuando volvía a la habitación encontré un pequeño almacén, era raro, porque estaba segura de que ya había mirado allí, pero la encontré, encontré la famosa habitación de las sabanas. Ahora solo me faltaba saber cómo iba a llevarlas a la habitación sin que nadie se enterara, eso me iba a costar más tiempo. Volví a la habitación sin ellas, pero encontraría pronto la solución.
Por la noche salí al pasillo, a ver si ahora tenía más suerte. El hospital tenía un aspecto fantasmagórico, y había un silencio sepulcral. No pasaba nadie, ni una sola alma que vagara por allí. Me dieron varios escalofríos, pero si quería salir de allí iba a tener que hacerlo ahora. Cerré la puerta de la habitación sin hacer ruido, temía que mi padre, que estaba en la habitación, se despertara. Solo me faltaba eso para entrar en el record güines de más desgracias del mundo. No, espera, creo que ya lo he batido y con bastante ventaja.
Encontré el pequeño almacén con dificultad, la oscuridad no me dejaba ver mucho mas que las paredes, entré y tropecé torpemente con las estanterías haciendo un poco de ruido, paré en seco y no seguí hasta que me hube cerciorado de que todo estaba en orden.
Cogí cinco seis sábanas, y me dirigí otra vez a la habitación, hacia frio, pero no tenia mas ropa que la del hospital.
Hice unos nudos atando los bordes de las sábanas, unos con otros hasta que conseguí una cuerda con varios metros de largo.
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Dama
Una verdadera heroina,,, no me quiero perder lo que sigue.
Un besote
26/12/08 08:12
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Mejorana
Para estar tan enfermita, vaya energ?a que tiene la ni?a.
Me parece que te lo he dicho en otra ocasi?n.
Los m?dicos herraron el diagn?stico.
Eres una intr?pida sin remedio.
26/12/08 08:12
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Danae
Vaya con Lissia! Una enferma ejemplar! Yo sigo ...
27/12/08 10:12
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Harmunah
A esta ni?a no se le ocurren si no planes estrafalarios. No, si al final se mata bajando por la ventana...?qu? imaginaci?n tienes, Death! Un cap?tulo desesperado que se hace divertido por la iron?a propia de Lissia.
Espero el siguiente.
Besos.
29/12/08 12:12
