TusTextos

Encuentro Con la Luna

Los estigmas eran imborrables, aparecían aquella noche en que la oscuridad se amortiguaba sobre la penumbra y cedía el paso al manto de estrellas sobre la cordillera. Así, la sangre corría por el pecho mientras la luna aullaba en el horizonte lejano, cruel, que ostentaba su autoridad entre peñascos roídos. Algunas leyendas imponían su magia, y crecían a medida que el tiempo volvía antiguos a los hombres. Había visto antes el fulgor de un corazón que se deshacía en la sed de un dolor inquietante, testigo de las marcas que elevaban el cauce de la sangre hasta los confines del sufrimiento. Cuando estalló la pólvora, ni los vestigios del alma corrían por el hálito fresco de la boca enmudecida entre lamentos. El sudario evidenciaba el ardor de un fuego que consumía la abulia de aquel cuerpo.
Era el cruel testigo de un semblante que se debatía en los endemoniados riscos.
El andar era entonces abrasivo, guiado ciegamente por una intuición que disolvía la esperanza, se dio al camino del desierto furtivo. En la soledad de la noche, los sonidos se convertían en la única prueba del tiempo, aquel que acompañaba la caminata de un extraño sufriente, uno más de la historia sensible del dolor de la humanidad. Todas las noches se miraban en un espejo y se multiplicaban como minúsculos granos de sal, quemaban la frescura del anhelo involuntario. El deseo fatal nunca abandonaba aquellas caminatas de lo sombrío, y la tierra, dura como un acero cristalino rompía las huellas sin tregua de los tantos otros caminos que se habían marcado lueñes en la historia. Batallas y armas gemían aún víctimas del sacrificio que algunos hombres conocían como orgullo. Al paso de la sombra, la luz de la luna detenía por momentos el diálogo inquieto de la mente suicida.
-¡Acompaña la noche caminante, entre esta luz que hoy te ofrezco, y olvida la penumbra de los tristes!
-¡Si supieras, Luna, cuánto he mirado el horizonte buscando la señal de mi destino, comprenderías siempre, que mi magia está en ser dueño de la sombra que me acompaña!
-Aún no has visto la esmeralda de tus días, viajero, adueña tu mano el tiempo y trasmuta el sordo y callado dolor en tu escudo más fuerte.
-Enséñame una gota de rocío y creeré firmemente que no soy una hoja perdida en el viento. ¡Rompe mi corazón en mil pedazos, pero dame la mano de hierro que necesito para forjar mi destino!
-Que difícil se vuelve, ¿Verdad viajero? Roer la especie sin sucumbir a las necesidades de un corazón vacío. Alguna noche habrás pisado tu propia tumba, y sabrás que entonces ese vacío era tu única fuerza.
-¡Mas te vuelves dueña de la noche cuando tus ojos encuentran una nueva sombra!
-La sombra es todo aquí, solo seduzco las migajas que los hombres han dejado en el camino, y esta noche te he visto, pero sé que traes la carga de un camino duro que debes dejar atrás.
-¿Cómo abandonar un camino, si este era lo único que te mantenía con vida entre los hombres? ¿Cómo llenar un cuenco roto, que lleno de polvo, engaña la sutileza de los ojos necios? Habrías de ser el mismo aire para llenar sin llenar y tocar sin tocar.
-¡Oh! Viajero, llena la luz los templos más sombríos, clama el fulgor del polvo y de la esencia. Mira el horizonte, ¿Ves algún sendero marcado? ¿Ves, acaso, un solo camino? Tu terquedad ha obrado vilmente en ti, has creído en un sendero fantasmagórico que conduce al final de tu vida.
-Mi meta es el mismo camino, así he llegado siempre que de un paso hacia él.
-¿Pero cuándo sonríes? Estas atrapado en una caverna, pues la periferia de tus ojos solo ven muros a tu alrededor, has creado tu propia cárcel.
-He creado mi propio camino.
-Solo caminas en aquella vieja circunferencia de roca. Estas en tu centro y buscas seguir caminando. Has llegado a tu meta y ahora caminas sin otra nueva.
-Entonces dime, cómo crear un nuevo sendero, luz de la luna, flor de un vejo pantano de desolación y temor, de muerte y desesperanza.
-Debes dejar la carga del camino anterior y aligerarte, tu propia naturaleza obrará en tu beneficio. ¡Oh! Viajero perdido, caminas sin rumbo a las mesetas fértiles, has estado gastando tus pies en un polvo que se extendía ante ti encerrándote.
Fue repentino el cambio en la oscuridad de la noche. Surgían los sonidos sordos y los silencios tenues de un pacífico despertar. La noche entonces se cerraba a una luna que desaparecía tras lejanas montañas y las estrellas volvían a conquistar el domo azulado. Las nubes acechaban furtivamente, acercándose lenta pero decididamente a encontrarse con aquel cuerpo débil, roto por la embestida de un final inalterable. Había llegado el portal ante aquellos gastados pies que dolían ante la falta de agua. Y un segundo antes que un nuevo día gobierne las inconquistables praderas de aquel desierto, una gota de rocío mojó la boca del caminante que por primera vez tomaba la mano de su propio destino.

G. F. Degraaff
Degraaff12 de marzo de 2010

9 Comentarios

  • Gabrielfalconi

    yo me pregunto quien es forjador de su propio destino?
    quien es verdaderamente libre para elegir su camino?
    estamos codicionados por detro y por fuera
    este texto tiene un gran contenido filosofico
    como siempre en ud señor degarff
    no se me ocurre otra cosa que felicitarlo
    ud se esta aligerando de a poco....

    12/03/10 04:03

  • Gabrielfalconi

    yo me pregunto quien es forjador de su propio destino?
    quien es verdaderamente libre para elegir su camino?
    estamos codicionados por detro y por fuera
    este texto tiene un gran contenido filosofico
    como siempre en ud señor degarff
    no se me ocurre otra cosa que felicitarlo
    ud se esta aligerando de a poco....

    12/03/10 04:03

  • Degraaff

    Quien lo será verdad Gabriel? quizá todos podemos serlo pero falta darnos cuenta de ello... en verdad aligerarse es perder algo y perder algo siempre trae un poco de dolor... si, estoy dejando atrás cuestiones que no sirven... quiero agradecerle también que haya defendido mi nombre en un texto que hay en otra página... ud. sabe de lo que hablo, y ud. siempre creyó en mí... gracias amigo. Un fuerte abrazo Gabriel.

    12/03/10 12:03

  • Danae

    Solo caminas en aquella vieja circunferencia de roca. Estas en tu centro y buscas seguir caminando. Has llegado a tu meta y ahora caminas sin otra nueva.

    Lo más difícil, y lo que más determinará nuestro destino, es salir de nuestro centro y dar el primer paso ...
    Me ha encantado este relato-reflexión, Degraaff.
    Un abrazo.

    12/03/10 05:03

  • Degraaff

    Danae, gracias por pasar por aqui y detenerte, la mayoría de mis relatos tienen una reflexión implícita, me alegra que hayas corroborado esa cuestión, por lo demás, muchas gracias por tu tiempo y tu apreciación... un gran abrazo!!

    12/03/10 10:03

  • Marissa


    Me gusta mucho historia Gaby. Vengo de leerla en UEH. En esta ocasión descubro una frase muy interesante:

    "Debes dejar la carga del camino anterior y aligerarte, tu propia naturaleza obrará en tu beneficio."

    Me hace reflexionar sobre el cúmulo de vivencias, sentimientos y pensamientos que hemos sido. La mente es una unidad así que tendemos a proyectar nuestro futuro de acuerdo a nuestro pasado y nuestro presente. Ubicar una nueva ruta en la vida es una tarea sumamente exigente. Creo que el viaje comienza evaluando las coyunturas de nuestra personalidad para cambiar desde adentro. Cuando logramos ver lo que somos podemos formular una nueva forma de ser y encaminarnos hacia ella. Esto se logra unas veces y otras no. Pero eso no tiene importancia. No hay porque molestarnse, lamentarse ni sentir culpa. A cada instante tenemos una nueva oportunidad. Una vez que estamos centrados en la visión de esa nueva consciencia que deseamos ser, el destino cambia por sí mismo. El destino es el resultado de nuestras acciones. Y nuestras acciones son el resultado de una decisión consciente.

    Eso creo, jajaja.

    Besitos!!

    Marissa

    18/03/10 06:03

  • Silenciodeluna

    Degraaf, me has traído a la cabeza a los indios y vaqueros. Los indios veían todo como círculos, y de ahí no salían. Los vaqueros eran emprendedores. No admito ninguna forma de violencia, pero sí el espíritu emprendedor.
    (Es una lástima no estar en mi casa y poder traer aquí, algún texto de la sabiduría de los indios americanos)

    Gran prosa, amigo

    Un abrazo

    18/03/10 10:03

  • Degraaff

    Feuerberg querida, ayer escribí: "Saber lo que uno hace, cómo lo hace, por qué lo hace, como afecta al mundo que lo rodea y hacerse cargo, eso es conciencia", y luego de leerla muchas veces, me dí cuenta que había hallado algo tan difícil de lograr pero tan verdadero que vale la pena intentar vivir de esta manera... yo creo exactamente lo mismo que ud. el destino es aquello que nos toca vivir por nuestras propias desiciones, no sé si estará escrito, pero en lo que creo es que podemos decidir nuestro camino, cambiarlo y al hacerlo concientes, eso es hacer el destino. Que aburrido sería todo si fueramos como un tren que no puede salirse de su riel no?? Abrazo de águila!!! bien cósmico lunar y acuático!!! jajajajaja!!

    18/03/10 01:03

  • Degraaff

    Silencio de Luna, una gran admiración siento por la sabiduría India, sean del Norte, del centro o del sur de América, sus formas de vida más allá de su filosofía guerrera, me resultan un tesoro perdido, Justamente leía con gran deleite a Italo Calvino, (El barón rampante) y el placer que me daba la lectura no solo estaba en la perfecta descripción literaria, sino también en la forma de vida del personaje, por un lado salvaje y por otro lado de gran conocimiento. Me atrae y me maravilla estas formas de conocimiento basada en la experiencia de la naturaleza... Gracias por tu comentario, y es un placer que te haya gustado mi prosa. Un gran abrazo para ti!

    18/03/10 01:03

Más de Degraaff

Chat