Nunca me pregunte el porqué de la oscuridad que ilumina mi casa, mi espacio, mi vacio
Jamás fui capaz de imaginar que había algo más.
Hasta que en silencio y a lo lejos, pude notar unos tenues tintineos luminosos -así los llamo yo-
Pero para el no son más que manchas; manchas, que mas que iluminar, perturbaban su perpetuo cuarto oscuro -oscuro para mi claro-, porque jamás pude saber que significaba para él, lo que para mí, es oscuridad.
-Me acerque deseoso de poder sentir el calor que emanaban aquellas estrellas distantes,
Pero mientras me acercaba, aquello que comenzó como un dulce sueño, se iba transformando en ráfagas de luz que no me dejaban más opción que detenerme ante lo aparentemente conocido.-
-¿Tal vez el sabía lo que yo no?-
El permanecía quieto, tal vez tratando de recordar cómo era aquel sitio antes de que la luz oscureciera su panorama cotidiano. El esperaba
alejado de aquel invasor, pero nunca lo perdió de vista.
-Preocupado, pues no quería volver a ser lo que creí dejar atrás, decidí caminar hacia ese sol que ardía frente a mis ojos. A cada paso ¡podía sentir como mi alma se llenaba de luz!, ¡podía ver cómo el calor arropaba mi cuerpo!
Hasta que
Aquel incendio de emociones se extinguió, tornándose frio y oscuro nuevamente; con la única diferencia de que en mi memoria quedo guardada la existencia de aquella quimera, de aquel momento cuando pude ver el origen de esa luz distante; con el único inconveniente de que no hay tumba donde se pueda grabar su nombre-
Mientras el permanecía, solo permanecía
observando lo inimaginable
permanecía sabiendo solo una cosa; que al voltear la mirada todo sería como antes.
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Silencio
siempre en silencio dibujando fantasías; fantasías tan irreales, como aquellas que solo aquel que no sabe nada puede imaginar.
Porque el conocimiento da forma a lo vivido y esculpe en piedra de verdad lo que aun no llega,
¿Pero que escribe ese ente que jamás ha escuchado más que sus propios balbuceos?
¿Cómo dar forma a lo desconocido?... ¿cómo dar forma a lo inexistente?...
Silencio
siempre en silencio dibujando fantasías; fantasías tan irreales, como aquellas que solo aquel que lo sabe todo puede imaginar.
Porque la ignorancia deforma lo construido y fluye como el rio hacia el desierto sin saber lo que nunca llegara a ocurrir.
¿Pero que escribe aquel erudito que ya lo ha escuchado todo?
¿Cómo renovar lo ya renovado?... ¿cómo continuar su existencia?...
Es inconcebible imaginarlo al él
a ese que nunca aprendió a leer escribiendo un libro
Pero es aun mas inimaginable darse cuenta que no existe mas allá de estas letras.
