La Creación de la Naturaleza
En los primeros días
el mundo fue tierra ardiente, llameante
Luego fue sofocándose
exhaló al cielo grandes cúmulos de vapor
Aquel vapor se concentró y de él nacieron las lluvias
ese fue el primer diluvio, el mayor y el más duradero
Cientos de años pasaron
hasta que el cielo exprimiera completamente su vientre
Cuando el cielo quedo claro y libre
la luz cubrió la tierra por partes y fueron creados el día y la noche
En esos primeros días, el sol brillo con tales gracias
que la tierra busco tomar algo de su calor
y de su corteza empezó a germinar una pequeña raíz
Aquella raíz, fue alimentándose de la gracia del sol
y bebiendo de aquella tierra húmeda
por los cientos de años en que fue regada
La raíz fue desarrollándose y fue tomando forma
Fue escalando el cielo, hasta casi alcanzar a las nubes
como nunca nada en la tierra lo había hecho
De pronto se vio a si misma dando brotes
Aquellos brotes se multiplicaron por todo su cuerpo
y se iban bifurcando,
y de ellos germinaron delgadas y delicadas pieles
que recibían con más celo las luces del sol
Los días y las noches pasaban
y aquel ser se llenó de brotes y pieles verdes
El paso del tiempo, hizo que sus pequeñas pieles se fueran agotando
cambiando de color y finalmente se desprendían, del seno del ser mayor
Pero la magia de aquella criatura no quedó ahí
Las pieles que fueron cayendo se enrollaron en sí mismas
y se convirtieron en seres diminutos y alados
Poco después, aquel primer ser
rociaba al mundo con sus pequeños hijos voladores
Estos fueron emancipándose y al salir de casa
llevaron consigo las semillas de la madre
y fueron esparciéndolas por todo lo ancho de la tierra
Las semillas, una vez en tierra
hicieron nacer diversidad de seres
pues cada parcela de tierra, donde caían
era distinta la una de la otra
De pronto el mundo se llenó de diversidad
y nacieron los grandes bosques
las selvas, sabanas, estepas y praderas
y diversidad de criaturas menores
Todos somos sus hijos
Los pobladores del mundo
a los que pinto de vida
