No se que quiero.
Te quiero a ti. Pero mas me quiero a mi.
Debo elegir, dolor constante o sufrimiento efimero llegando a un final grandioso.
La primera se basa en ti, vivir por ti, pensar en ti, llorar por ti, reir por ti, es decir, qe tu seas mi razon de ser.
La segunda quiere que te deje a un lado, que te aleje cuanto mas mejor. La segunda me hace libre, independiente, soñadora, aventurera. Hace que me sienta viva. Hace que todo valga la pena, mientras que en la primera solo tu vales la pena.
El esfuerzo tiene su recompensa, aunque no venga de ti, se que ahí esta, se que me espera. Qe no se irá. Ella vendra a mi.
Si lees atentamente las dos opciones estarás de acuerdo conmigo en escoger la segunda pues bien sabes que tú ni como amante ni como amigo vales la pena.
Por eso, aquí te muestro las razones del abandono hacia tu persona, el rechazo que todo mi ser ha creado. Eres como un virus que entra en mi organismo, mis defensas van a luchar hasta morir por expulsarte. Porque ni puedo, ni quiero permitirme el lujo de dejar que vivas dentro de mi matando como lo estabas aciendo cada parte, cada celula de mi ser.
No puedo.
