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Mendigando Monedas de Sabiduría

Ahí estaba yo, sentado, meditativo, con la mirada lejos, como huyendo de todo, pero os puedo asegurar que no estaba huyendo, aunque mi sombra sea la única testigo de ese momento.

Ingreso en el trance, pero pronto, mi mente como caballo desbocado, intenta dominarlo todo, quiere tomar el poder y el control, pretende como es habitual, responder a todas mis preguntas, pero mi sombra se ríe porque ya lo sabe.

Cierro los ojos para calmar y neutralizar mi mente, ella aparece en todos mis diálogos, pero lentamente comienza a calmarse, le explico que no voy a prescindir de sus poderes, al menos mientras viva en este mundo.

Ayudado por mi sombra le digo que solo será un instante, y que en estos momentos no estoy buscando conocimientos, que no voy a moverme siquiera, y que no viajare hacia otro lugar que no sea la expansión del momento presente, y que, para vivir esta experiencia, no necesito la mente.

Luego de un rato, mi mente comienza aquietarse, siempre con un atisbo de rebeldía, pero finalmente se rinde. Ahora la que duerme es mi mente, y yo comienzo lentamente a despertar, comienzo a ir en la búsqueda de las respuestas que mi mente definitivamente no me puede dar.

Mientras mi mente duerme, puedo comenzar mi verdadero viaje, un viaje donde mi mente no puede llegar, donde el conocimiento y los recuerdos que hay en mi mente no importan, un lugar donde la sabiduría es quien deseo que gobierne mi alma, que trasforme rotundamente mi camino, y guie a mi espíritu.

Lo deseo con toda la fuerza que reside en mi interior, desde que tengo uso de razón, quiero recorrer los caminos donde la sabiduría nos talla el espíritu, donde se abren las puertas de la verdadera pasión por vivir, donde al menos podamos entender que hacemos aquí, y para poder comprender aquellas cosas donde la mente nada puede hacer.

Esta es la razón por la cual mi mente siempre se perturba, y termina creando monstruos que lo terminan devorando todo, y lo peor de todo es que crecen.

Nuestra mente es muy limitada, aunque la consideremos sagaz e inteligente, y en muchos casos, hasta le adjudiquemos habilidades increíbles, no debemos subestimarla, pero nunca será sabia.

Este es un viaje donde mi verdadera pasión es la búsqueda de la sabiduría, para poder alimentar la avidez de mi espíritu, aquí soy siempre un mendigo, y mi mente siempre deberá ser la verdadera esclava.

Solo mi sombra es testigo de mis elucubraciones y pesares que hay en mi mente, por esta razón siempre que mi pasión se enciende, mi espíritu le deja a mi sombra el cuidado de mi mente.

Mientras yo, me expando en el tiempo, y me marcho como un mendigo, a buscar alguna migaja de sabiduría, que en los mares del tiempo pueda encontrar.

El humano pudo escapar de las cavernas, pero hay almas que quedaron atrapadas en las cavernas de su propia mente.
Diegozami03 de abril de 2018

1 Recomendaciones

5 Comentarios

  • Clopezn

    Difícil a veces desembarazarse del razonamiento automático, con sus prejuicios y sus estereotipos.
    Me ha gustado la metáfora.
    Un saludo cordila

    04/04/18 03:04

  • Diegozami

    Estoy de acuerdo, es casi como volver a nacer no?...creo que la única posibilidad es caminar hacia adentro, ya que hacia afuera es hacia donde va todo el mundo.

    Te agradezco leerme.
    Un saludo.

    04/04/18 03:04

  • Niebla

    Diego, de verdad que debemos no dejar de beber del conocimiento que es infinito, aunque a veces, debamos no emborracharnos. Buena reflexión y mejor exposición. Dices grandes verdades.

    04/04/18 07:04

  • Diegozami

    Niebla, gracias por tu comentario, y por compartir verdades.

    Muchos saludos.

    04/04/18 11:04

  • Diegozami

    Evidentemente eres un alma muy generosa.

    Un enorme saludo.

    05/04/18 06:04

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