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Cartas a José Luis: Agosto (reflexiones).

Estimado José Luis:

Hablemos ahora de la Belleza. Observa a una mujer que sea bella de verdad, que se vea, sin ninguna clase de dudas, que es bella y natural. ¿De dónde proviene esa belleza física exterior? Proviene de un lugar llamado alma. ¿Y qué hay dentro del alma de esa mujer? Dentro del alma de esa mujer inconstestablemente bella existe una materia invisible que se llama Espíritu. Contempla bien. Observa bien. Distingue bien. En todas las partes donde hayas visto mujeres bellas sabrás que las hay cuya belleza se debe solamente a la técnica materialista. Pero ¿crees o no crees que existen mujeres bellas cuyo asombroso físico exterior se debe a la belleza que proviene de su alma llena del Espíritu de Dios? Muchos no desean hablar de Jesucristo pero tú observa a esas clases de mujeres de las que te hablo que son bellas gracias al Espíritu de Dios. Yo he conocido a muchas y estoy casado con la que me parece, a mí, la más bella de todas según me dicta el Espíritu Santo. ¿Acaso crees que son religiosas como dicen por ahí cuando hablo de las mujeres cristianas? ¿Acaso las ves aparentando ser monjas de clausura? Pues sigamos hablando de la Belleza con B mayúscula de Bautismo. Sí. Te hablo del Bautismo que predicó Jesucristo y que transforma a los seres humanos en personajes bellos. Por lo tanto esa es mi explicación inicial al tema. Tómalo como una Introducción.

¿Sabes cual es la única fuerza capaz de transformar a una persona de enemiga en amiga? Es el Amor. No hay otra fuerza capaz de hacerlo sino el Amor de Dios... y cuando digo el Amor de Dios, a pesar de tanto insulto y tanta indiferencia que recibo por tal causa, estoy hablando de ese Amor que predicó Jesucristo a la luz de todos los que le quisieron escuchar. ¿No es el Amor el máximo exponente de la Belleza? ¿Es, acaso, el odio, la envidia o la indiferencia, la fuente del Amor? Entrarías en una gran contradicción si pensaras que el odio, la envidia o la indiferencia pueden ser la fuente del Amor cuando son identidades humanas tan diferentes que son opuestas entre sí. ¿Cuándo se atraen dos polos opuestos, José Luis? ¿Se atraen dos polos opuestos cuando hay odio, envidia o indiferencia entre dichos polos o se atraen dos polos opuestos cuando existe el Amor entre los dos?.
Los físicos dicen verdades a medias (en efecto los polos opuestos se atraen entre sí) pero dejan las verdades a medias porque no pueden entender qude existe algo que, aún siendo físico, no pertenece a la Física que ellos imparten en las aulas colegiales. Yo, que estudié bastante Física en contra de mi voluntad, aprendí algo esencial: nunca des por pérdida lo que que puedes ganar en conocimiento. Por eso entre los libros de Física que estuve que estudiar, en contra de mi voluntad, aprendí tantas lecciones de teorías físicas que me fijé en las chavalas más bellas para entender esa diferencia que no explican los libros escritos por los grandes físicos o incluso genios como Albert Einstein, sino que lo tuve que encontrar leyendo la Sagrada Biblia Cristiana.

Digamos, amigo José Luis, que tú y yo fuimos, y quizás sigamos siendo, dos jóvenes sencillos. Dos jóvenes que actuábamos a favor de la humildad ya que esa era nuestra característica en común. ¿Sabes que, según dice tu tocayo José Luis Vázquez Borau, "la sencillez es una fuerza que vence todas las astucias"? Hablemos, un momento, de las astucias. Vamos a ver que nos dice la Real Academia de la Lengua Española sobre lo que es la astucia antes de entrar en el terreno de nuestras propias experiencias. Dicha Academia llama al astuto: "un individuo agudo, hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin". Esto demuestra que existen dos clases opuestas de astucia: la que sirve para engañar y la que sirve para defenderse del engaño. ¿Recuerdas ya por qué, en momentos en que me viste aguantar el ataque de tantos astutos engañadores a lo largo de mis experiencias vitales, tuve que ser más astuto que todos ellos? Sobran más explicaciones sobre este tema salvo que tuve que entrenarme mucho en lo físico y en lo espiritual para poder vencer a la astucia de los engañadores. No fue cierto que un día, que tengo grabado en mi memoria, me fuese con ninguna mujer de la calle ni con ningún individuo homosexual. Simplemente empleé la astucia para combatir a quienes, como Alfonso Pérez, se creían que con la astucia iban a engañar. Engañó solamente a quienes se creyeron mi autodefensa y, sin embargo, ¿recuerdas al señor Sánchez Sales? Era el Director General y sabía que lo que yo estaba realizando era una manera de combatirles a todos los astutos agudos, hábiles para engañar... a los cuales les derroté haciéndoles creer lo que no era verdad. La astucia es una fuerza capaz de engañar a los que engañan, de romper el cerco de los que te acosan, de sonreír con humildad hasta demostrarles que no hay mayor hombría que la de aquel hombre que sabe esquivar los golpes de la vida a base de sencillez, de sufrir en silencio en la oscuridad de las noches para aparecer, todas las mañanas, con la sonrisa en el rostro después de haber bebido astucia en las sanas bohemias de la noche; en esas noches en que Jesucristo escucha cuando los astutos están dormidos convencidos de que han hecho una labor muy de hombres atacando a quien no tenía nada contra ellos sino que sólo se fijaba en la Belleza de ciertas mujeres sanas, limpias y de gran corazón. Gracias a ellas, sintiendo yo lo que sentía por la que es mi esposa, pude superar pruebas -una tras otra- para poder sobrevivir y quedar mucho más allá de todas sus inquinas venenosa. ¿Hablamos de la inquina? ¿Qué es la inquina, amigo José Luis? Consultemos la definición de esta palabra antes de cambiar de asunto. Inquina es aversión y mala voluntad.

Y la aversión y mala voluntad son asuntos totalmente diferentes a saber amar; porque amando se vence a la inquina. Amar es tan natural como el respirar (según Vázquez Borau) y por eso hay individuos que al respirar se asfixian; que al respirar se les inundan los pulmones de mala voluntad; que al respirar no son capaces de saber lo que es la verdadera definición del verbo amar. Son individuos, no personas sino gentes nada más, que al respirar contaminan a los que trabajan a sus lados. No es necesario ser el mejor ni el más fuerte para aprender a respirar con amor. No es ninguna cosa espectacular aunque en este depravado mundo algunos opinen que sí lo es. Hay una frase de mi hermano José Luis Vázquez Borau que me parece extraordinaria y no puedo dejar de citarla en esta carta: "Si juzgamos a las personas, no tenemos tiempo de amarlas". El señor Sánchez Sales lo comprendió aunque jamás yo había hablado nada con él antes de aquel encuentro personal y... sin embargo... decenas y hasta centenas de los que creía yo que eran buenos compañeros sólo se dedicaron a juzgar en lugar de acercarse a mí y preguntarme por qué sonreía siempre y por qué les daba mi mano a pesar de sus murmuraciones. Porque amar va más allá de la inquina, José Luis... porque amar consiste en ver la Belleza de una mujer e inspirarse en Ella para ser poeta bohemio, soñador bohemio, humano bohemio...

¿Tienes muchos amigos, José Luis? Cuenta a todos ellos y descubre cuántos son verdaderos amigos. Quizás tengas la enorme fortuna de contar con centenares de ellos; pero yo te puedo decir que he llegado a conocer la falta de amigos y vivir sin amigos, como dice Vázquez Borau, es como estar en el desierto. Te cito, a continuación, uno de mis varios pensamientos propios sobre la amistad: Sólo se pueden llamar verdaderas amistades a aquellos hombres y mujeres que te acompañan mucho más allá de los Horizontes de la Vida. Cuando hablo de "más allá de los Horizontes de la Vida" no te estoy hablando de la Muerte, amigo, sino de la Existencia, de la plena existencia en la que los amigos verdaderos son capaces de multiplicar los bienes para compartirlos contigo pero también son los que reparten contigo los males. No creas que un amigo verdadero es aquel que te alaba por lo que haces sino aquel que te aplaude por lo que eres.

Existen buenas personas y son las buenas personas las que recogen los buenos frutos de la Existencia en esta vida sin final. Existen buenas personas que triunfan porque tienen la Belleza del Amor dentro de sus almas. ¿Comprendes la diferencia? ¿Sabes ya, de repente, que quien siembra bondad recoge bondad y, viceversa, quien siembra maldad cosecha maldad? Es esa la gran diferencia que existe entre ser violento o ser pacífico. Y quiero señalarte que ser pacífico no es dejar de combatir hasta triunfar sino que ser pacífico es combatir con las armas del Espíritu que son más poderosas que las armas fabricadas para matar. Dice Vázquez Borau que "la persona violenta nada más tiene hambre y sed de traición". Díme tú si alguna vez has conocido la traición y has podido saber lo que es la traición. Pues te sorprenderías la gran cantidad de llamados buenos amigos que te traicionan a cada instante y el gran número de personas que no se llaman amigos tuyos y te brindan su amistad; porque ser amigos no es llamarse amigo sino convivir como amigo. ¿Ves la diferencia entre llamarse algo y ser alguien?. Aquí te transcribo 10 pensamientos/reflexiones que se me ocurrieron un día sobre este tema. Los escribí sin pensar más que en lo que quería yo escribir: Reflexiones: La pandilla es la máxima expresión de los ignorantes / El falso amigo siempre te llama colega pero nunca te llama compañero / Lo absurdo de la falsa amistad es que siempre es absurda / Detrás de una falsa amiga siempre está la que es tu amor verdadero / Si te rodeas de falsos amigos terminarás por ser más falso que todos ellos juntos / El falso amigo siempre es un sociólogo de las mentiras / La falsa amistad nunca acaba de ser falsa / Es mejor vivir con una querida y amante amiga verdadera que con un harén de queridas amantes falsas / A la falsa amistad siempre le falta lo más importante: el corazón / Un falso amigo es un pésimo contable más que un buen contador: busca tu chequera en vez de contarte historias. Quizás hayas sonreído algo con alguno de ellos... y sin embargo en el momento de escribirlos no estaba yo sonriendo...

Sigamos con los frutos que se cosechan en esta vida. ¿Quién recoge el fruto que le hace ser tal como desea ser él al escoger el Camino de Jesucristo? El amigo verdadero. Y no es un producto recogido de la Nada (como piensan los ateos, los incrédulos y hasta los indiferentes) sino el producto de un Todo que es, ni más ni menos, ese conjunto de esfuerzos que se deben llevar a cabo y realizar en base al amor sin límites, en base al amor sin fronteras, en base al amor sin prejuicios, en base al amor sin complejos y en base al amor con tal entrega que hasta los que son falsos amigos no pueden ni tan siquiera hacer efectivo ninguno de sus ataques. Dice un proverbio chino que "cuando la hoja de la espada de tu enemigo quiera matarte de un tajazo no seas como la dura y seca caña del bambú porque te cortará en dos pedazos; sino sé como la frágil y blanda planta del junco que, al recibir el impacto de la espada rival se agacha suavemente para hacer que no le corte por la mitad y, una vez salvada del peligro, vuelve a erguirse sin haber recibido herida alguna".

¿Sabes dónde radica la verdadera fuerza de una persona? Radica en mantener siempre el centro de su gravedad en perfecto equilibrio. Es algo que aprendimos quienes hemos practicado artes marciales. Y tú te preguntarás por qué yo, sabiendo artes marciales, no le partí la cara a más de uno, a más de dos y a muchos más de tres. Por algo que quizás no sepas o si alguna vez lo escuchaste o lo olvidaste o ni tan siquiera le hiciste caso alguno. Te lo resumo: Cuando el enemigo se lanza contra ti con todas sus fuerzas es mucho más fácil derribarle manteniendo en equilibrio tu cuerpo y tu mente. Sí. Era una forma de vencer aplicando sólo esas dos cuestiones: no perder el equilibrio de tu personalidad y derribarle con el poder de tu mente. Son dos armas (hay otras muchas más pero son algo más violentas) para derrotar a todos los traidores. Es la constancia de la voluntad, amigo José Luis. Te hablo de esa constancia de la cual una persona muy querida por mí (me refiero a mi suegra) siempre dice una sabia frase: "La constancia logra lo que la dicha no alcanza". Parece una paradoja y si te dedicas a pensar por unos cuántos segundos, sabrás que quiere decir que la constancia es el mejor camino para hallar la Felicidad. Qué es mejor, amigo, ¿la dicha pasajera que luego se transforma en dolor o la Felicidad durarera que siempre se transforma en amor?. Piénsalo por unos instantes mientras seguimos después hablando de lo que debe ser la paz; parte esencial esto de la paz para ser feliz por completo.

Hay dos palabras que son universales. Son, como tituló a una de sus novelas el gran escritor ruso Leon Tolstói: Guerra y Paz. Si queremos que la Paz tenga un sentido verdadero para hacerla pasar de un simple concepto con más o menos voluntad a una verdadera realidad, debemos hacer que prevalezca tanto sobre la faz de la Tierra que la palabra Guerra llegue a ser tan desconocida que desaparezca de nuestro diario vivir. Una idea solamente se universaliza cuando todos los seres humanos lleguen a entenderla de la misma manera. Actualmente existen, todavía y por desgracia, muchos hechos violentos que podemos calificarlos como guerras. Si no eliminamos esos hechos violentos, no podemos universalizar la práctica de la Paz. No es posible, como muchos dicen de manera errónea, que la Paz se impone a través de la Guerra; porque a través de la Guerra sólo se consigue que muchos millones de personas desarrollen y hagan universal la palabra Odio y lo que debemos buscar, con la práctica de la Paz, es que se universalice la palabra Amor. ¿Tú crees, en verdad, que lo que practicas es la Paz o un intento de imponer la Paz? Porque la Paz no debe nunca imponerse sino convencer, hacer convencer a las gentes que se deben convertir en personas y dejar de ser gentes.

Ante esto sólo te puedo afirmar que afirmes tu personalidad para ser persona. ¿Sabes lo que es la personalidad? Es fácil de saber: La personalidad es un conjunto de características o patrones que definen a una persona, es decir, los pensamientos, sentimientos, actitudes y hábitos y la conducta de cada individuo, que de manera muy particular, hacen que las personas sean diferentes a las demás. Ahora bien, ¿qué es ser persona? En el lenguaje cotidiano, la palabra persona hace referencia a un ser con poder de raciocinio que posee conciencia sobre sí mismo y que cuenta con su propia identidad. El ejemplo excluyente suele ser el hombre, aunque algunos extienden el concepto a otras especies que pueblan este planeta. Una persona es un ser capaz de vivir en sociedad y que tiene sensibilidad, además de contar con inteligencia y voluntad, aspectos típicos de la humanidad. ¿Qué es primero, amigo José Luis, la personalidad o la persona? Muchos creen que teniendo personalidad ya se han realizado aunque se hayan olvidado de ser personas. Es antes la persona, amigo, es antes la persona. Porque si te das cuenta la persona va antes en los diccionarios y eso significa que la palabra personalidad deriva de la palabra persona. Nacemos siendo personas y no personalidades. Yo conozco, de mis propias experiencias y de haberlas leído, que muchos logran ser personalidades (las enciclopedias están llenas de estos ejemplos) que olvidaron ser personas. Si nos olvidamos lo esencial (ser persona) y nos quedamos con lo circunstancial (ser personalidades) no estamos forjando el verdadero desarrollo de la Paz; porque muchos son personalidades, precisamente, por haber practicado la Guerra y haber dejado olvidada, en sus afanes, búsquedas, propósitos y metas (para llegar a lo más alto de la fama por supuesto) a la persona que debería haber dentro de ellos. Cuando los tratas cara a cara descubres esta gran verdad. La Paz debe ser universalizada cuando se hayan olvidados los hombres y las mujeres de que pertenecen a un clan o un grupo que les caracteriza por su egoísta identidad de creerse seres superiores. Cuando hayamos conseguido que se olviden esas diferencias y esos complejos que dividen a los hombres en "superiores" y en "inferiores" podremos comenzar a construir la Paz, la verdadera Paz. Es tan paradójico este mundo que, si lees la lista de premiados con el Nobel de la Paz, encontrarás a muchos hombres que alcanzaron dicho Premio Nobel gracias a que siempre usaron la Guerra. ¡Tremenda paradoja, José Luis, tremenda paradoja! Y luego vemos la realidad y siguen las guerras asolando a países enteros.

Una vez que ya eres y te sientes persona puedes ir desarrollando una personalidad de carácter positivo (existen muchos personajes con personalidades negativas por desgracia) y eso, lo de tener una personalidad positiva porque eres, ante todo, una persona, es lo importante; aunque algunos envidiosos se entretengan en crearte una mala reputación. La gente (y mira que digo la gente y no las personas) no quieren que uno tenga su propia Fe. Les molesta, les estorba, les atemoriza que uno tenga su propia Fe y, si es cristiana, hasta les hace tener verdadero pavor y, en ese caso, no sólo intentan crearte una mala reputación (que nunca hace convencer a las personas de verdad) sino que intentan eliminar el poder de tu voz. Es la Voz de Jesucristo la que no desean escuchar, la que no desean leer, la que no desean sentir... y por eso son incapaces de crear la verdadera universalidad de la palabra Paz. ¿Eres lo que es tu personalidad? Yo discrepo, en este sentido, con mi hermano José Luis Vázquez Borau y digo que no (aunque admito que él diga que sí). Digo que no por lo que te he expuesto antes. No eres lo que es tu personalidad sino lo que es tu persona. Y sólo cuando alcanzas la verdadera calidad de persona entonces eres lo que es tu personalidad. Pero esto es mejor explicarlo para que las gentes tengan el conocimiento necesario de que están equivocadas al querer seguir siendo gentes con personalidad y no personas con personalidad. ¿Entiendes la diferencia? En cuanto a la reputación es siempre lo que dicen algunos y algunas de ti. Simplemente creen conocerte lo suficiente como para dar su juicio sobre tu persona sin saber qué anida dentro de tu alma. Por eso el verdadero Mensaje de Jesucristo habla de las personas antes que de los personajes. Por eso Jesucristo (¡y cuánto les cuesta a muchos y muchas escuchar lo que dijo Jesuscristo prefiriendo lo que dicen muchos viciosos por ejemplo!) se dirigía a las personas. Si supieses lo que dice la Sagrada Biblia Cristiana (y si lo supiesen los que tanto la repudian o la temen) te darías fácil cuenta de esto que es elemental. Jesucristo eligió a las personas antes que a las personalidades aunque Él fuese una personalidad.

En el interior de cada persona existe un ser humano. En el interior de cada gente existe una apariencia de ser humano. ¿Comprendes ahora mejor lo que intento explicarte? Dirigirse a los demás llamándoles gentes es propio de quien tiene el complejo de superioridad pero no se equivocan al denominar gentes a quienes no llegan a ser personas. Entonces yo te pregunto: ¿es en realidad un complejo de superioridad llamar gentes a quienes se olvidan de ser personas o es simplemente decir la verdad?. Si escuchásemos más a menudo la Voz de Dios no nos dejaríamos seducir por la ambición de ser personajes y comenzaríamos, mucho antes, por aprender a ser personas. También Jesucristo llama gentes (en la Sagrada Biblia Cristina se utiliza dicho término) a quienes necesitan ser personas. Por eso, cuando estaba rodeado de gentes, a veces se marchaba en solitario, para con su silencio hacerles saber que no quería convertirse en un ídolo por su personalidad sino que quería seguir siendo, ante todo, una persona capaz de llegar al conocimiento de dichas gentes que no conocían, en verdad, lo que Él éxplicaba de manera tan sencilla que las personas pequeñas (los niños y las niñas) sí lo sabían entender.

La experiencia no es lo que más nos conforma como personas; porque se descubren muchas experiencias negativas que destruyen a las personas. ¿Qué cantidad de experiencias hay que tener para ser de verdad una persona en camino de ser una personalidad? Desde luego yo destierro de mis búsquedas muchas experiencias que ni he vivido ni deseo vivir jamás porque son negativas, porque anulan a la voluntad, porque destruyen a las personas en vez de desarrollar personalidades positivas que las conviertan y dejen de ser gentes. Las gentes siempre repiten lo mismo que se les da y existen muchos personajes que sólo dan vicios a las gentes porque quizás no les interese, para sus egoísmos personales, dejar de ser idolatrados. La consecuencia de todo ello es que muchas gentes siguen los caminos de esos ídolos que han antepuesto su personalidad antes que ser personas. Todo lo contrario de lo que hizo y hace Jesucristo (y esto sí que duele a quienes no quieren escuchar, hablando o escribiendo, de esta manera sobre Jesucristo). Algunos se atreven a idolatrarle cuando Él solo busca que le veneren. Dos cosas bien distintas como dice el Diccionario de la RAE: Idolatrar es adorar ídolos y amar o admirar con exaltación a alguien o algo al que han convertido en ídolo; mientras que venerar es respetar en sumo grado a alguien por su santidad, dignidad o grandes virtudes, o a algo por lo que representa o recuerda. Jesucristo es Dios pero, sobre todo, es una persona que ha desarrollado su personalidad propia y su santidad, pero jamás quiso ni quiere ser un ídolo para las gentes sino un Camino para las personas. ¿Ves la gran diferencia que existen entre ambas actitudes humanas?

Dice mi hermano Vázquez Borau: "Nunca se va tan lejos que cuando sabemos adónde debemos y queremos ir". Para saber a dónde quieres ir debes primero saber para qué quieres ir a donde deseas llegar. No es lo mismo ir a un lugar que llegar a donde quieres ir. Te pongo un ejemplo, como a manera de parábola, para que me comprendas y me entiendas mejor. Es mío y se me acaba de ocurrir ahora: "Por el mismo camino viajan dos caminantes; uno busca un destino, el otro sigue adelante" Quiero decir que el primero de ellos se conforma con llegar a una meta; mientras que el segundo busca alcanzar un éxito. ¿Crees, por ejemplo, que un alcohólico que llega a un bar para seguir bebiendo ha sabido llegar? ¿Crees que, al fatarle voluntad propia, ha sabido llegar a alguna parte? No. Sólo el que tiene todos sus sentidos sanos puestos al servicio de un lugar es quien sabe por qué está caminando. No es necesario caminar más caminos que nadie; tampoco es necesario tener más experiencias que nadie; puesto que lo importante es que la cantidad de caminos que recorras sepas que te están realizando como persona. Muchos viven múltiples experiencias pero no aprenden para qué les sirven tantas experiencias, mientras que otros tienen muchas o pocas experiencias pero siempre han sabido y saben por qué las viven. ¿Sabes tú la diferencia entre caminar e ir andando? Caminar es producto de tu propia voluntad, mientras que ir andando es como dice el chiste fácil (y perdona que lo escriba en un texto tan serio): ¿Dónde va Vicente? ¡Dónde va la gente!. Ya sabes la diferencia que existe entre caminar con los sentidos puestos bajo tu voluntad o andar con los sentidos impuesto por voluntades ajenas a ti.

Hay quien dice que los caminos que conducen a la paz son tres: el diálogo, la justicia y la libertad. Discrepo en dos cuestiones con mi hermano Vázque Borau: lo primero que discrepo es que el tercer camino no es la libertad sino la liberación. Y que le ha faltado decir que hay otro cuarto camino llamado empatía. Por supuesto que el diálogo es el principio de todo entendimiento con los demás; por supuesto que la justicia es la mejor manera de tratar con equidad a los demás; pero como la libertad no existe, el tercer camino es la liberación pacífica de Jesucristo. Y añado la empatía porque un diálogo sin compromiso, sin nada más que dialogar para luego seguir siendo desconocidos momentos después, no es más que un principio que se anula si no va acomapañado de la empatía mutua entre los que dialogan. Como algunos no conocen la palabra empatía (que tanto usó y usa Jesucristo) vamos a ver cómo se define: "Esta palabra deriva del término griego empátheia, recibe también el nombre de inteligencia interpersonal (término acuñado por Howard Gardner) y se refiere a la habilidad cognitiva de una persona para comprender el universo emocional de otra" (párrafo que he descubierto navegando por Internet). Pero yo te hago la siguiente pregunta: ¿puedes tú comprender el universo emocional de otra persona desde fuera de esa persona? No. Para comprender el universo emocional de otra persona tienes que convertirte en la otra persona, en sentir lo que siente esa persona en su interior, de conocer cuáles son sus emociones más profundas hundiéndote con él en lo profundo de su personalidad. Eso sí es empatía. Eso sí es hacer que el diálogo sea positivo y dé fruto de liberación.

Tengo ante mí una frase de Vázquez Borau que me parece muy cierta y verdadera: "El futuro de una persona no está en las estrellas, sino en su voluntad y en el dominio de sí misma". Estoy completamente de acuerdo, amigo José Luis, con esta acertada frase. En ninguna de las estrellas ni en ningún astro o sistema de adivinación está escrito el futuro de una persona. Muchos se pasan mirando al cielo para ver si descubren cuáles son sus emociones y no descubren que eso es un camino más de las ciencias ocultistas. Jamás encuentran la respuesta allí porque se olvidan de escudriñar en la Tierra. El futuro de cada ser humano proviene del Cielo y no de las estrellas; pero no me refiero al cielo atmosférico sino al Cielo espiritual. Muchos que buscan el futuro de las personas practicando la astrología (cosa muy distinta a la astronomía) olvidan que los seres humanos fabricamos nuestro futuro con las acciones que llevamos a cabo en la misma Tierra. ¿Crees que la llegada de los humanos a la Luna sirvió para cambiar el futuro de cada uno de los astronautas que pisaron la Luna y vieron tan de cerca algunas estrellas? Eso es una equivocación, un error humano mucho más complicado que descubrir el futuro de cada uno de ellos a través de lo que hicieron en la Tierra (los que ya murieron) o lo que hacen en la Tierra (los que están vivos). Me refiero a que el futuro de cada ser humano se fabrica con actos concretos y cotidianos que llevamos a cabo diariamente en la Tierra y no en cuerpos intergalácticos que buenos son para crear argumentos literarios más o menos ingeniosos, pero no reside en ellos el futuro de ninguna persona. Si por nuestros actos nos conocen los demás, es por nuestros actos cómo labramos nuestro futuro. No porque los demás nos enjuicien acertadamente o equivocadamente sino que son nuestros actos los que reflejan a los demás quiénes somos y los que nos abren los caminos por los que deseamos andar. Y esos caminos en la Tierra son los que crean continuamente nuestro futuro. Recuerda que tú y yo hemos hablado algunas veces de las causas y las consecuencias. Las causas humanas pertenecen solamente, por lo menos hasta la fecha de hoy, a lo que hacemos en la Tierra y las consecuencias de dichos actos (por supuesto que en la Tierra) son nuestros futuros. Así que los adivinadores y las adivinadoras que predicen nuestros futuros diciendo que lo dicen así las estrellas solo son unos farsantes iguales a cualquier otro adivinador a adivinadora que use otros métodos de las Ciencias Ocultas (todas ellas podemos catalogarlas de brujerías antihumanas). Es con el dominio de nuestra voluntad, y no dejando que nos anulen nuestra voluntad ninguno de esos charlatanes adivinadores o adivinadoras, cómo vamos construyendo nuestra personalidad y, al ir construyendo nuestra personalidad, vamos construyendo nuestro futuro; porque Dios nos creó atados a nuestros comportamientos humanos pero envió a Jesucristo a enseñarnos cuál era el Camino para nuestra liberación. Si no estamos liberados no podemos construir nuestro futuro sino que dejamos que nos lo construyan gentes ajenas a nosotros mismos. Y eso no lo predicó Jesucristo sino todo lo contrario.

Nuestras conductas, José Luis, nuestras conductas son las que crean nuestras causas y, por ende, nuestras consecuencias. Si admitimos que existen conductas buenas y conductas malas (porque esto no es una cuestión relativa sino absoluta) tenemos que admitir que nuestra personalidad es positiva si realizamos conductas buenas y, por el contrario, nuestra personalidad es negativa si llevamos a cabo conductas malas. Y aquí te quiero especificar una gran diferencia: las conductas buenas nos liberan mientras que las conductas malas nos esclavizan. Muchos dirán que esto es relativo pero se están mintiendo a sí mismos con tal de no querer reconcoer que son seres negativos, malos ejemplos para el resto de la sociedad humana... y entonces aplican los conceptos de la relatividad a sus acciones; lo cual es una manera de ocultar sus realidades como gentes y ocultar que no han llegado a ser todavía las personas que Dios quiere que sean. Te doy a conocer la siguiente parrafada que he hallado en Internet: "El relativismo o escepticismo absoluto no es cosa de hombres. Aristóteles decía que iba contra natura. En efecto, hay algo y los hombres sabemos que hay algo. Pero, además, podemos comunicar a otros hombres este saber, aunque pertenezcan a otra subcultura. Kant dejó ya muy claro que toda presunta verdad no trasciende del conocimiento humano, pero esto no obsta para que el hombre pueda progresar cognitiva y moralmente. Pero conviene tener presente siempre los límites del conocimiento humano. Y es por esto que insiste en que no es lo mismo conocer que pensar. El progreso científico y tecnológico es una realidad transcultural que se rige por el criterio de la verificabilidad potencialmente universal. A este respecto, Weber distinguió la racionalidad medios-fines de carácter intersubjetivo transcultural y la racionalidad con arreglo a valores de carácter subcultural y personal. Karl Popper se mueve en esta línea: los marcos culturales son barreras, pero pueden ser superados. Por su parte, Mario Bunge nos recuerda que toda verdad matemática es relativa a alguna teoría, pero no a los grupos sociales donde ha surgido. Tampoco Habermas acepta la posición dura del relativismo cultural, el cual atenta directamente contra la tesis central habermasiana de la inevitabilidad de las pretensiones de validez referentes a la verdad, rectitud y autenticidad implícitas en todo discurso teórico y práctico. Pero esta pretensión de validez se realiza a través del consenso racional siempre abierto y rectificable en nuestro devenir histórico-cultural. Resulta inaceptable el negar el progreso realizado por el hombre a nivel de la tecnociencia y de la conciencia ética de los derechos humanos. Rorty, desde un pragmatismo radical, rechaza la teoría de la verdad como correspondencia al tener como fundamento la tesis del conocimiento como representación y la concepción de la mente como un espejo. Afirma coincidir con Habermas y Dewey al situar ambos el ámbito de la verdad en el consenso racional, pero discrepa radicalmente de Habermas respecto a sus pretensiones de validez universal. En cuanto al relativismo cultural le parece débil e insuficiente en cuanto relativismo y es por lo que sostiene que la única posición correcta para un pragmatista consecuente es el etnocentrismo. Lo paradójico de Rorty es que emite juicios de valor con pretensiones de validez... Popper ya había advertido que sin la idea reguladora de verdad la crítica carece de sentido. Una interpretación adecuada del relativismo cultural no niega las pretensiones de validez del conocimiento humano, ni el progreso transcultural de la tecnociencia desde el modo de la técnica del Paleolítico al modo de nuestra actual civilización, ni la evolución de la conciencia ética desde la antropofagia de los homínidos primitivos a la Declaración de los Derechos del Hombre. Aunque Dios no exista, no todo vale y vale lo mismo. Por otra parte, pensamos que ha quedado suficientemente claro la imposibilidad de entender el relativismo cultural en clave de escepticismo absoluto, pues el defensor de tal tesis, si es coherente, no podría defenderla, esto es, no podría hablar y se asemejaría según Aristóteles a una planta". Espero que hayas sacado algo claro de esta polémica filosófica donde precisamente se confunden y se equivocan en los más esencial: al decir que Dios no existe niegan la realidad del Bien y del Mal y por eso confunden las mentes de tantos seres humanos. Existen muchas realidades relativas (como todo lo que predican dichos filósofos que se embrollan entre sí para no llegar a nada realmente concreto y absoluto que es la presencia de Dios). Si todo vale es que nada vale. Si todo lo que hacemos da igual es que todo lo que hacemos no tiene ninguna importancia. Sin embargo, los verdaderos cristianos sabemos que todo lo que hacemos tiene valores absolutos aunque manejemos muchas veces valores relativos e intermedios hasta llegar a los valores absolutos y sabemos, también, que lo que hacemos en la Tierra tiene muchísima importancia tanto para el Bien como para el Mal; y estos dos términos son absolutos. Echa una ojeada al mundo: por qué está la Naturaleza tan esquilmada; por qué están las familias tan destruidas, por qué arden pueblos enteros en medio de las guerras interminables; por qué existe tanto vicio y corrupción que impiden el desarrollo de las personas... precisamente por decir y proclamar que todo es relativo. Por eso muchos se encuentran tan mal como se encuentran. Si se predica que Dios existe y que nos impone valores elementales y fundamentales de carácter absoluto, tanto en lo ético como en lo moral, estamos llevando a cabo un camino de salvación para la Tierra al dar a conocer que debemos abandonar la teoría de que todo es relativo para llegar a concluir que todas nuestras acciones tienen dos valores absolutos: el Bien que nos construye como personas y el Mal que nos destruye como personas. Me parece que en este punto he sido muy claro e imparcial.

¿Has conocido la felicidad o, al menos, algunos momentos de felicidad? Recuerda las experiencias en que compartimos algunos momentos de nuestras vidas (pon, por ejemplo, nuestra Ruta del Quijote). En ese sentido conocimos momentos de felicidad. Entonces es cierto o es incierto que la felicidad no es buena en sí misma, sino que es el fruto de hacer bien las cosas. En este sentido podemos polemizar los mismos cristianos entre nosotros mismos. Yo creo que sí, que hacer bien las cosas conlleva a la felicidad; pero también sé que todos los seres humanos, cristianos y no cristianos, cometemos errores. ¿Esos errores suponen la pérdida de la felicidad? Depende de que entendamos como felicidad; porque resulta que los seres humanos somos todos limitados en nuestro actuar pero no limitados en nuestro sentir, así que lo que yo tengo que rebatir a mi hermano es que la felicidad puede ser felicidad en sí misma y, además, valiosa por eso mismo. Si nuestro sentir es sano, nuestros errores o equivocaciones, no nos convierten en seres infelices, sino en seres que debemos seguir corrigiendo errores sin dejar de ser felices por ello. Así que, bajo mi propio y particular punto de vista, la felicidad es felicidad en sí misma sin poner condición alguna para ello (esto lo transmitió en algunos momentos Jesucristo). Ahora bien, los errores que no nos apartan de la felicidad no son las acciones malvadas, puesto que las acciones malvadas de apartan de la felicidad; pero no pierdes la felicidad al cometer errores cuando tu voluntad es buena; cuando el error que has cometido ha servido para que otras personas aprendan a vivir felices a pesar de ciertos errores no malignos. En resumen, estoy de acuerdo en que la felicidad es fruto de hacer bien las cosas pero dime tú qué ser humano hacer todas las cosas bien y entonces aceptaría yo que la felicidad no es felicidad en sí misma. Si te acompaña la sinceridad y la bondad en tus errores la felicidad no deja de serlo ni se aparta de ti.

Hay algo muy importante para meditar. Muchas personas se creen libres porque imitan a otras personas; sin darse cuenta de que al imitar a otras personas dejan de ser ellos mismos y se encadenan a personas que se hacen los amos y señores de sus personalidades. Ahora bien, ¿sabes que Jesucristo no encadenó jamás a ninguno de sus seguidores y seguidoras? No nos esclaviza porque no le imitamos a Jesucristo sino que vivimos tal como él vive y pero sin dejar nuestra personalidad. Lo importante de este detalle es que los líderes simplemente humanos te piden que les imites, que les plagies, que dejes de ser tú para ser él. Pero ser igual que Jesucristo es imposible, luego lo que hacemos los verdaderos cristianos no es imitarle ni plagiarle, sino hacer lo que Él hizo o Él sigue haciendo pero sin perder nuestra identidad. Por eso Jesucristo no nos dio libertad sino que nos dio algo mucho más importante e interesante, la liberación que supone seguir su Camino sin dejar de ser quienes somos sino transformarnos en quienes Él quiere que seamos. Los libertinos no son precisamente a imitar y plagiar (como hacen muchas gentes) porque ejemplifican la maldad y te anulan la personalidad al querer que ellos sean iguales a ellos que actúan con perversión y maldad. Eso se llama alienación, José Luis (y en su tiempo hablamos tú y yo mucho de los que es la alienación), sin embargo Jesucristo no aliena sino que Jesucristo te limpia de todo error y te pide que le sigas pero sabe que nunca puedes ser como Él, sin mancha ni pecado alguno. ¿Has comprendido ya la diferencia que existe entre ser igual a un líder o ser un fiel seguidor de un líder? Los líderes simplemente humanos no te liberan sino que te atan cada vez más; pero Jesucristo es un líder que te libera porque no ìde que seas igual que Él (imposible para cualquier ser humano) sino que sigamos su Camino y actuemos como él actúa. ¿No sabes que hasta Jesucristo, cuando era solamente Jesús de Nazaret, cayó tres veces a tierra pero supo levantarse las tres veces hasta que volvió a tener nuevamente la divinidad? Eso es lo que nos pide: que cuando caigamos sepamos levantarnos como Él y sigamos el Camino de Él. Esa es la gran diferencia entre los demás líderes simplemente humanos que buscan ser ídolos de sus fanáticos seguidores y el liderazgo de Jesucristo que no quiere fanáticos seguidores (los religiosos que creen ser iguales a Él) sino los que, aun cayendo (Porque no somos iguales que Él aprendemos de lo que hizo Él). De repente uno se despierta y comprende que seguir a Jesucristo es saber que otros muchos te van a hacer caer pero que nadie conseguirá jamás apartarte de su Camino. Y esa es la impotencia de los líderes simplemente humanos cuando ven que sus fanáticos seguidores caen y ya no se levantan jamás; mientras los que seguimos el Camino de Jesucristo nos sabemos levantar y seguir caminando. Así que. com,o dice Vázquez Borau: "El verdadero amor renuncia a las imágenes del otro. Se refiere al otro tal como es". Es cierto. Los otros líderes son imágenes que buscan que tú seas imagen de su imagen; mientras que Jesucristo no te pide que adores a su imagen o a las imágenes de humanos santificados, sino que adores a su persona. Esa es la gran diferencia entre cualquier líder humano, social o religioso, y Él.

Ahora toca hacer una reflexión que ya la he comentado muchas veces. Voy a buscar algo de lo que ya tengo escrito sobre lo que dice una persona y lo que hace una persona. Me puede valer el siguiente texto de mi autoría: Dudan todos aquellos y aquellas que afirman "si no lo veo no lo creo" y, sin embargo, ven a un leopoardo y lo confunden con un guepardo o ven a un guepardo y lo confunden con un leopardo o, para más inri, ven una oveja merina y la confunden con una oveja churra o ven a una oveja churra y la confunden con una oveja merina. Podría poner muchos ejemplos pero ahora quiero seguir adelante en mi reflexión y dejo otros miles de ejemplos más para demostrarles a ellos y a ellas que ven y no saben lo que ven. Miles y miles de gitanos y alguno o bastantes payos, dicen ser creyentes de Jesucristo vivo y, sin embargo, se pasan horas y horas y más horas, poniendo flores y rezando centenares de rosarios, que se pasan hasta que se cierran las puertas del cementerio con tanto rezo, a las múltiples Vírgenes que se han inventado (lo cual es un insulto a Dios porque Virgen madre de Jesucristo sólo hubo una y se llamaba simplemente María nada más) y a tantísimos santos y santas inventados e inventadas por caprichos de los sacerdotes de todas las religiones habidas y por haber, implorándoles milagros para sus parientes ya muertos, sin darse cuenta, por necedad continua y constante, de que la Virgen (que no son miles sino una sola) y todos los llamados santos y santas (que fueron iguales que cualquier otro ser normal) están muertos y los muertos no pueden hacer ninguna clase de milagros. Las cosas claras y cuanto más claras más fáciles de entender si en vez de tener una mente tan cerrada nos ponemos a escuchar a Dios. El único ser vivo (porque está vivo aunque muchos que dicen creer en ello no lo demuestran) y que hace milagros es Jesucristo, único ser vivo que tiene naturaleza humana y naturaleza divina al mismo tiempo y por ello, por esto tan sencillo de entender, Él es el que hace los milagros diarios a través de la acción del Espíritu Santo que anida en el alma de los verdaderos creyentes cristianos. Los creyentes que no dudamos algo tan claro y evidente. El único ser que puede hacer milagros es un ser vivo y éste es Jesucristo. Pero predicar la Palabra de Dios aún todavía ya en pleno Siglo XXI a muchos que creen en Dios es como predicar en el desierto. La falta de conocimiento es la falta de sabiduría. La duda es la falta de conocimiento. Luego la duda es la falta de sabiduría. Elemental. Principio lógico nada más que se aprende en las escuelas cuando sólo somos niños y niñas. Decir que creemos en Jesucristo vivo y dudar de que Jesucristo es el intermediario que, a través de la acción del Espíritu Santo que anida en el alma de algunos cristianos y cristianas de los de la Verdad, es una total ignorancia. Lo dice la Biblia: "Los muertos no hacen nada de nada ni sirven como conducto para que Dios haga nada de nada porque al estar muertos Dios no puede escuchar lo que se pide a través de ellos". No ha habido miles de Vírgenes distintas (como dicen las autoridades eclesiásticas de todas las religiones que dicen creer en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo). Y la Biblia lo deja bien claro. "No son santos los que están en los altares, que simplemente son figuras hechas por manos de los hombres, sino todos aquellos que creen en la Verdad de Jesucristo". Por eso Jesucristo dijo. "En mi nombre os digo que todo el que creyera en mí, sin duda alguna, es santo y santa. Sigamos diciendo verdades. ¿Quiénes dudan?. Los que confunden al leopardo con el guepardo y viceversa, los que confunden merinas con churras y viceversa, los que como Tomás veía y no creía hasta que Jesucristo se lo dijo. "¡Qué poca fe tienes Tomás y eso que has sido discípulo mío y me has visto hacer milagros con tus propios ojos!". El Milagro 16-18 es, para Dios, si se pide a través de Jesucristo y actuando el Espíritu Santo que anida en los verdaderos cristianos, uno de los milagros más fáciles que puede hacer. Mucho más difícil es mover montañas ("la verdadera Fe mueve montañas" dice la Palabra de Dios) y lo están viendo, están viendo cómo se mueven las montañas y siguen dudando. ¿Qué son entonces todos los deslaves que arrasan con pueblos o incluso ciudades sino movimientos de las montañas?. ¿Se mueven o no se mueven las montañas?. Yo afirmo que se mueven porque la Tierra entera se mueve y las montañas son partes de la Tierra. Dudar es consecuencia de no creer. Sólo dudan quienes no creen. No es la duda, como dijo un sabio cuyo nombre todos sabemos, la verdad de la vida. la Verdad de la Vida es no dudar de que Jesucristo vive. ¿Qué es eso de dudo luego pienso?. ¿Qué pensamientos pueden ser los pensamientos de los que dudan?. Simples desvaríos, simples faltas de confianza. Luego el sabio que lo dijo demostraba que no era capaz de tener firmeza en lo que veía y si no tenemos firmeza en lo que vemos es que no somos verdaderos cristianos. Así que como dice la frase que estoy intentando interpretar ahora: "Si quieres conocer de verdad cómo es una persona, no te fijes tanto en lo que dice, sino en lo que hace".

En este sentido, ¿a quiénes debemos seguir? Está muy claro que para sentirnos liberados de cualquier esclavitud, debemos de seguir a una persona buena; a una persona que no es gente ni nos convierte en gente sino que es persona y, además de ser persona, es una persona buena. Entonces imitar a dicha persona no es plagiar a dicha persona sino aprender de esa persona a ser también persona buena. Si ves a alguien haciendo y cometiendo maldades examina bien cómo es esa persona y hallarás que no es persona porque actúa como un animal. Si estás siguiendo a un animal examina tu corazón y descubre qué sientes hacia los demás. ¿Envidia? ¿Rencor? ¿Odio?... si tú corazón está sintiendo eso contra alguien es que estás imitando a un líder de la maldad. Si estás siguiendo a una persona buena examina tu corazón a ver que siente. ¿Compañerismo? ¿Amistad? ¿Amor? Si tu corazón está sintiendo eso a favor de alguien estás imitando a un líder de la bondad. La diferencia es tan enorme que sólo los que andan "ciegos" por la vida no saben distinguir ambas cosas. Quienes caminamos con los ojos abiertos nos damos cuenta de la enorme diferencia existente entre Jesucristo y los líderes de la maldad.

Se dice, para mi parcialmente equivocados los que lo dicen (y ya lo he explicado antes y muchas veces también), que la Belleza no está en el físico sino en la luz del corazón. ¿Sabes por qué digo que están parcialmente equivocados? Lo he explicado infinidad de veces. Porque es totalmente cierto que la Belleza es una luz del corazón; pero yo digo que no es del corazón sino del alma humana que habita en todo el cuerpo humano. De ahí que diga tantas veces que la Belleza interior de una persona hace que esa persona tenga Belleza tanto en su interior como en su exterior. En el físico se encuentra algo que muchos no saben interpretar: la luz del alma transformando a un ser feo en un ser bello. Y eso lo mantengo ante cualquiera que diga lo contrario. Don Quijote (mejor dicho Don Miguel de Cervantes y Saavedra) no amaba a una Dulcinea fea (como han dicho muchos críticos que no saben ver más allá de lo aparente) sino a una Dulcinea bellísima en su contenido espiritual y en su envoltura física. Eso es la verdad de Don Miguel de Cervantes. ¿Será acaso que quienes tienen envidia de una obra universal ven sólo fealdad en quienes han construido una belleza? Yo escribí mi novela "Greta" precisamente para demostrarlo. Y Jesucristo me dio la razón. ¿Qué importa lo que piensen los incrédulos? La creencia de que estás construyendo un Gran Sueño hermoso alumbrado por la Voz de Dios es algo tan real que solamente los que no creen en los milagros de Jesucristo son quienes niegan algo tan evidente. Y hasta he conocido a hermanos y hermanas cristianos y cristianas que niegan tal verdad porque, equivocadamente, creen que toda transformación física es obra diabólica y desconocen que el Diablo no transforma a nadie hacia la Belleza sino a la Fealdad mientras que Jesucristo no transforma hacia la Fealdad sino hacia la Belleza. Dejo este asunto aquí para que lo puedan examinar en profundidad incluso hermanos cristianos y hermanas cristianas que o lo niegan o lo ponen en duda.

En lo que estoy totalmente de acuerdo es en que o estás liberado o estás esclavizado. Nadie vive en un tercer camino porque no existe ningún tercer camino. O sigues el camino de la liberación o sigues el camino de la esclavitud. La vida sin libertad es como un cuerpo sin alma, y la libertad sin reflexión es como un cuerpo confuso. Pues confusos están muchos también en esta aseveración, puesto que insiste e insistiré tantas veces como sea necesario que no existe libertad sino liberación o esclavitud. ¿Es tan difícil entender esta diferencia? Lo dijo Jesucristo y está escrito en la Sagrada Biblia Cristiana. ¿Tan difícil resulta aprender que Jesucristo nos liberó de la condenación. No nos dio la libertad nos dio la liberación. Y, sin embargo, sigo leyendo libros escritos por cristianos que siguen quedándose en el error de decir libertad donde se debe decir liberación. Escucha, amigo José Luis, ¿cuántas veces hemos visto tú y yo a personas decir que alcanzaron la libertad porque logramos alcanzar la Democracia y sin embargo los vemos caídos en los vicios, caídos en el suelo sin poderse levantar? Eso pasa por confundir la inexistente libertad con la verdad de la liberación cristiana. Los cristianos y las cristianas sabemos que no estamos libres y por eso no podemos hacer lo que nos da la real gana (quie es lo que hacen quienes se dicen que alcanzaron la libertad) sino que estamos atados a la Palabra del Espíritu Santo. Luego no somos libres sino liberados. A ver si alguna vez leo a algún pensador cristiano explicar, definitivamente, esta diferencia. Yo, desde luego, nunca escribiré que la libertad existe, sino que existe la liberación como existe la esclavitud. Así que voy a traer aquí mi texto ya escrito titulado ¿Existe o no existe la libertad?. Ahí va algo que pensé en su día y que seguiré pensando siempre: Muchas veces me he hecho esta pregunta y no acierto del todo a contestarla con valores absolutos. Hoy pienso sobre aquel grito que lanzó, a manera de banderín de enganche, el ilustre revolucionario francés Rabaut Saint-Etienne (diputado de la Asamblea Constituyente de la Convención Francesa de 1792): ""Nuestra historia no es un código!". Quería decir, con aquello, que los seres humanos no debían ser prisioneros del Antiguo Régimen sino que, muy al contrario, podían liberarse de él e inventar otra historia (el acto revolucionario por excelencia). Saint-Etienne invitaba al ser humano a tener imaginación y creatividad para que, con ambas, poder alcanzar las libertades. Era una revolución verdadera. Era la filosofía del porvenir en aquel entonces. Al ser humano lo consideraba capaz de separarse de sus determinaciones naturales e históricas con las que había vivido encadenado. Efectivamente, desde su punto de vista, debemos pensar que la historia se conoce más bien como contraria a la libertad del ser humano porque es, en sí misma, un código. Saint- Etienne derribaba a la historia como creadora de libertades y a ésta la basaba en las liberaciones (liberación va más allá que libertad) de las clases sociales, de las familias, de las herencias naturales, de la genética incluso... pero para conseguirlo el ser humano debe poner una inmensa voluntad individual para superar al determinismo histórico. Yo me pregunto ahora por la famosa ecuación de las "circunstancias" de Ortega y Gasset y de todo eso de "las causas y las consecuencias". Si somos consecuencias de actos anteriores y estamos determinados por un "yo" lleno de circunstancias... ¿es posible la libertad?. Pienso que sí. Pero desde un punto de vista relativo. Las libertades las vamos consiguiendo a medida que vamos logrando liberaciones personales y las libertades (o mejor dicho las liberaciones) son siempre de orden revolucionario e individual. En definitiva, no existe ningún ser humano libre. Existe o ser humano liberado o ser humano esclavizado. Incluyo otro texto mío del cuál no renunciaré jamás a defenderlo ante lo que opine otro ser humano: Algo que sea una liberación o un desahogo. Algo para dar un hervor a la sangre y un consuelo al alma. Algo para romper el silencio y espantar la tristeza. Algo que tenga, en un momento dado, el poder milagroso de cambiar el espíritu demasiado enfermo de las cosas. Algo que al encontrarlo soltemos un grito de alegría que haga temblar al mundo y lo cambie totalmente. Y ese algo de tales características no es la libertad humana sino la liberación cristiana. La primera nunca existe. La segunda la puedes conseguir.

Entramos en el mundo de las realidades. ¿Quieres penetrar conmigo, amigo José Luis, en las realidades para seguir demostrando que lo imposible sí es posible para el Cristianismo verdadero? Dice mi hermano Vázquez Borau, y aquí acierta plenamente, que "Las ideas están sumergidas en lo espiritual que no se someten a lo real". Lo primero que debes descubrir es que se refiere a las ideas y no a las ideologías. De eso ya hemos hablado demasiadas veces. Pero ¿te das cuenta de que habla de lo espiritual como un valor distinto a lo real? ¿Es por ello inexistente? Pues te equivocas si crees que es inexistente. Lo espiritual existe fuera de lo real y, sin embargo, es la mayor y más grande realidad del ser humano liberado. ¿Te das cuenta de que si niegas que la liberación te salva de la esclavitud estás negando el primer Principio de Dios? ¿Dios creó al ser humano libre o sujeto a la Naturaleza? Luego, por deducción lógica y racional, creó a los seres humanos atados a la Naturaleza creada por Él mismo. Si lo espiritual no está sometido a lo real (como señala Vázquez Borau) es que este pensador cristiano está diciendo que lo espiritual está sujeto a la Voluntad de Dios. Y eso no es libertad sino algo más importante: eso se llama liberación. La realidad puede ser tan variada como cada ser humano la quiera entender con su libertad y ninguno de ellos podría decir que están en posesión de la Verdad. La realidad, por lo tanto, sólo puede ser declarada como valor absoluto si nos liberamos de la realidad. Parece un contrasentido y sin embargo esa es la Voluntad de Dios. Jesucristo en la cruz no nos dio la libertad sino que nos dio la liberación de nuestros pecados. Está escrito, claramente, en la Sagrada Biblia Cristiana. ¿Cómo podemos seguir confundiéndonos tan lamentablemente?

Volvamos a la realidad de los caminantes. Caminamos hacia dónde. ¿Cuál es el final de nuestro caminar? Quienes entienden el caminar como algo sin más valor que conocer cosas nuevas ese caminar termina cuando aprendes cosas nuevas y deja ya de ser interesante. Lo más importante del caminar no es solamente aprender cosas nuevas que descubrimos sino crear cosas nuevas con el poder de la imaginación del Espíritu. Además de conocer cosas neuvas es muy importante caminar para crear cosas nuevas. Eso es estar hecho a imagen y semejanza de Dios. Somos imagen y sEstimado José Luis:

Hablemos ahora de la Belleza. Observa a una mujer que sea bella de verdad, que se vea, sin ninguna clase de dudas, que es bella y natural. ¿De dónde proviene esa belleza física exterior? Proviene de un lugar llamado alma. ¿Y qué hay dentro del alma de esa mujer? Dentro del alma de esa mujer inconstestablemente bella existe una materia invisible que se llama Espíritu. Contempla bien. Observa bien. Distingue bien. En todas las partes donde hayas visto mujeres bellas sabrás que las hay cuya belleza se debe solamente a la técnica materialista. Pero ¿crees o no crees que existen mujeres bellas cuyo asombroso físico exterior se debe a la belleza que proviene de su alma llena del Espíritu de Dios? Muchos no desean hablar de Jesucristo pero tú observa a esas clases de mujeres de las que te hablo que son bellas gracias al Espíritu de Dios. Yo he conocido a muchas y estoy casado con la que me parece, a mí, la más bella de todas según me dicta el Espíritu Santo. ¿Acaso crees que son religiosas como dicen por ahí cuando hablo de las mujeres cristianas? ¿Acaso las ves aparentando ser monjas de clausura? Pues sigamos hablando de la Belleza con B mayúscula de Bautismo. Sí. Te hablo del Bautismo que predicó Jesucristo y que transforma a los seres humanos en personajes bellos. Por lo tanto esa es mi explicación inicial al tema. Tómalo como una Introducción.

¿Sabes cual es la única fuerza capaz de transformar a una persona de enemiga en amiga? Es el Amor. No hay otra fuerza capaz de hacerlo sino el Amor de Dios... y cuando digo el Amor de Dios, a pesar de tanto insulto y tanta indiferencia que recibo por tal causa, estoy hablando de ese Amor que predicó Jesucristo a la luz de todos los que le quisieron escuchar. ¿No es el Amor el máximo exponente de la Belleza? ¿Es, acaso, el odio, la envidia o la indiferencia, la fuente del Amor? Entrarías en una gran contradicción si pensaras que el odio, la envidia o la indiferencia pueden ser la fuente del Amor cuando son identidades humanas tan diferentes que son opuestas entre sí. ¿Cuándo se atraen dos polos opuestos, José Luis? ¿Se atraen dos polos opuestos cuando hay odio, envidia o indiferencia entre dichos polos o se atraen dos polos opuestos cuando existe el Amor entre los dos?.
Los físicos dicen verdades a medias (en efecto los polos opuestos se atraen entre sí) pero dejan las verdades a medias porque no pueden entender qude existe algo que, aún siendo físico, no pertenece a la Física que ellos imparten en las aulas colegiales. Yo, que estudié bastante Física en contra de mi voluntad, aprendí algo esencial: nunca des por pérdida lo que que puedes ganar en conocimiento. Por eso entre los libros de Física que estuve que estudiar, en contra de mi voluntad, aprendí tantas lecciones de teorías físicas que me fijé en las chavalas más bellas para entender esa diferencia que no explican los libros escritos por los grandes físicos o incluso genios como Albert Einstein, sino que lo tuve que encontrar leyendo la Sagrada Biblia Cristiana.

Digamos, amigo José Luis, que tú y yo fuimos, y quizás sigamos siendo, dos jóvenes sencillos. Dos jóvenes que actuábamos a favor de la humildad ya que esa era nuestra característica en común. ¿Sabes que, según dice tu tocayo José Luis Vázquez Borau, "la sencillez es una fuerza que vence todas las astucias"? Hablemos, un momento, de las astucias. Vamos a ver que nos dice la Real Academia de la Lengua Española sobre lo que es la astucia antes de entrar en el terreno de nuestras propias experiencias. Dicha Academia llama al astuto: "un individuo agudo, hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin". Esto demuestra que existen dos clases opuestas de astucia: la que sirve para engañar y la que sirve para defenderse del engaño. ¿Recuerdas ya por qué, en momentos en que me viste aguantar el ataque de tantos astutos engañadores a lo largo de mis experiencias vitales, tuve que ser más astuto que todos ellos? Sobran más explicaciones sobre este tema salvo que tuve que entrenarme mucho en lo físico y en lo espiritual para poder vencer a la astucia de los engañadores. No fue cierto que un día, que tengo grabado en mi memoria, me fuese con ninguna mujer de la calle ni con ningún individuo homosexual. Simplemente empleé la astucia para combatir a quienes, como Alfonso Pérez, se creían que con la astucia iban a engañar. Engañó solamente a quienes se creyeron mi autodefensa y, sin embargo, ¿recuerdas al señor Sánchez Sales? Era el Director General y sabía que lo que yo estaba realizando era una manera de combatirles a todos los astutos agudos, hábiles para engañar... a los cuales les derroté haciéndoles creer lo que no era verdad. La astucia es una fuerza capaz de engañar a los que engañan, de romper el cerco de los que te acosan, de sonreír con humildad hasta demostrarles que no hay mayor hombría que la de aquel hombre que sabe esquivar los golpes de la vida a base de sencillez, de sufrir en silencio en la oscuridad de las noches para aparecer, todas las mañanas, con la sonrisa en el rostro después de haber bebido astucia en las sanas bohemias de la noche; en esas noches en que Jesucristo escucha cuando los astutos están dormidos convencidos de que han hecho una labor muy de hombres atacando a quien no tenía nada contra ellos sino que sólo se fijaba en la Belleza de ciertas mujeres sanas, limpias y de gran corazón. Gracias a ellas, sintiendo yo lo que sentía por la que es mi esposa, pude superar pruebas -una tras otra- para poder sobrevivir y quedar mucho más allá de todas sus inquinas venenosa. ¿Hablamos de la inquina? ¿Qué es la inquina, amigo José Luis? Consultemos la definición de esta palabra antes de cambiar de asunto. Inquina es aversión y mala voluntad.

Y la aversión y mala voluntad son asuntos totalmente diferentes a saber amar; porque amando se vence a la inquina. Amar es tan natural como el respirar (según Vázquez Borau) y por eso hay individuos que al respirar se asfixian; que al respirar se les inundan los pulmones de mala voluntad; que al respirar no son capaces de saber lo que es la verdadera definición del verbo amar. Son individuos, no personas sino gentes nada más, que al respirar contaminan a los que trabajan a sus lados. No es necesario ser el mejor ni el más fuerte para aprender a respirar con amor. No es ninguna cosa espectacular aunque en este depravado mundo algunos opinen que sí lo es. Hay una frase de mi hermano José Luis Vázquez Borau que me parece extraordinaria y no puedo dejar de citarla en esta carta: "Si juzgamos a las personas, no tenemos tiempo de amarlas". El señor Sánchez Sales lo comprendió aunque jamás yo había hablado nada con él antes de aquel encuentro personal y... sin embargo... decenas y hasta centenas de los que creía yo que eran buenos compañeros sólo se dedicaron a juzgar en lugar de acercarse a mí y preguntarme por qué sonreía siempre y por qué les daba mi mano a pesar de sus murmuraciones. Porque amar va más allá de la inquina, José Luis... porque amar consiste en ver la Belleza de una mujer e inspirarse en Ella para ser poeta bohemio, soñador bohemio, humano bohemio...

¿Tienes muchos amigos, José Luis? Cuenta a todos ellos y descubre cuántos son verdaderos amigos. Quizás tengas la enorme fortuna de contar con centenares de ellos; pero yo te puedo decir que he llegado a conocer la falta de amigos y vivir sin amigos, como dice Vázquez Borau, es como estar en el desierto. Te cito, a continuación, uno de mis varios pensamientos propios sobre la amistad: Sólo se pueden llamar verdaderas amistades a aquellos hombres y mujeres que te acompañan mucho más allá de los Horizontes de la Vida. Cuando hablo de "más allá de los Horizontes de la Vida" no te estoy hablando de la Muerte, amigo, sino de la Existencia, de la plena existencia en la que los amigos verdaderos son capaces de multiplicar los bienes para compartirlos contigo pero también son los que reparten contigo los males. No creas que un amigo verdadero es aquel que te alaba por lo que haces sino aquel que te aplaude por lo que eres.

Existen buenas personas y son las buenas personas las que recogen los buenos frutos de la Existencia en esta vida sin final. Existen buenas personas que triunfan porque tienen la Belleza del Amor dentro de sus almas. ¿Comprendes la diferencia? ¿Sabes ya, de repente, que quien siembra bondad recoge bondad y, viceversa, quien siembra maldad cosecha maldad? Es esa la gran diferencia que existe entre ser violento o ser pacífico. Y quiero señalarte que ser pacífico no es dejar de combatir hasta triunfar sino que ser pacífico es combatir con las armas del Espíritu que son más poderosas que las armas fabricadas para matar. Dice Vázquez Borau que "la persona violenta nada más tiene hambre y sed de traición". Díme tú si alguna vez has conocido la traición y has podido saber lo que es la traición. Pues te sorprenderías la gran cantidad de llamados buenos amigos que te traicionan a cada instante y el gran número de personas que no se llaman amigos tuyos y te brindan su amistad; porque ser amigos no es llamarse amigo sino convivir como amigo. ¿Ves la diferencia entre llamarse algo y ser alguien?. Aquí te transcribo 10 pensamientos/reflexiones que se me ocurrieron un día sobre este tema. Los escribí sin pensar más que en lo que quería yo escribir: Reflexiones: La pandilla es la máxima expresión de los ignorantes / El falso amigo siempre te llama colega pero nunca te llama compañero / Lo absurdo de la falsa amistad es que siempre es absurda / Detrás de una falsa amiga siempre está la que es tu amor verdadero / Si te rodeas de falsos amigos terminarás por ser más falso que todos ellos juntos / El falso amigo siempre es un sociólogo de las mentiras / La falsa amistad nunca acaba de ser falsa / Es mejor vivir con una querida y amante amiga verdadera que con un harén de queridas amantes falsas / A la falsa amistad siempre le falta lo más importante: el corazón / Un falso amigo es un pésimo contable más que un buen contador: busca tu chequera en vez de contarte historias. Quizás hayas sonreído algo con alguno de ellos... y sin embargo en el momento de escribirlos no estaba yo sonriendo...

Sigamos con los frutos que se cosechan en esta vida. ¿Quién recoge el fruto que le hace ser tal como desea ser él al escoger el Camino de Jesucristo? El amig
Diesel13 de junio de 2012

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