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El último Refugio.

¿Cuál es el último refugio de los hombres complicados?. Para responder a esta pregunta hay que consultar a Oscar Wilde quien afirmó que dicho último refugio eran los placeres sencillos. Yo razono sobre esta frase y llego a la firme convicción de que el escritor tenía razón. ¡Cuántas complicaciones crean muchos hombres que malgastan horas preciosas de sus vidas convirtiendo sus existencias en caminos abruptos, intrincados, cerrados, inmorales!... y uno va y se pregunta a sí mismo que si vale la pena andar por caminos sin salidas o es mejor caminar siempre con una meta clara por conquistar. Y cuando digo meta clara no me refiero a una solamente sino a una tras otra. Pero sí. Si basas tu caminar en los placeres sencillos (tomar tranquilamente un café con leche templada mientras lees distraídamente un periódico y enciendes un cigarrillo solo para sentir el placer del relajamiento corporal por ejemplo) es cuando de verdad estás caminando a la luz de tu conciencia. Y es con la conciencia bien iluminada cuando mejor vivimos esta existencia que va mucho más allá que la de quienes se ofuscan en complicarse la vida con graves problemas tras graves problemas.

Hablemos, por ejemplo, de la infidelidad. He aquí algunas sabias frases que he encontrado en Internet sobre este tema. Elijo las que considero mejores: "La infidelidad es como estar de socio con alguien y robar dinero de la caja" (de Fernando Sabino); "Creo que mi madre fue siempre fiel a la infidelidad de mi padre y eligió la castidad. La castidad de mi madre era peor que la de una virgen, porque ella había conocido el placer durante unos meses y luego renunció a él para toda la vida" (de Reinaldo Arenas); "La infidelidad mata el amor" (de Gabriel García Márquez); "Las infidelidades se perdonan, pero no se olvidan jamás" (de la Marquesa de Sévigné); "Brazos que te sujetaron para alejarte de mí, ¡a mí sí que me salvaron!" (de Concha Méndez); "La mujer perdona las infidelidades, pero no las olvida. El hombre olvida las infidelidades, pero no las perdona" (de Severo Catalina). Una pequeña muestra de frases para repensar.

Primero hay que pensar antes de dar el paso de la infidelidad... después hay que repensar lo bueno que se nos presentan los caminos por no haber sido infieles. La infidelidad es, para mí, un cáncer producto de la envidia... en otras palabras, la envidia llevada al extremo de caer en la infidelidad. ¿Por qué uno ambos conceptos?. Porque es en la envidia que se puede tener sobre lo que alguien posee donde se basa el ciento por ciento de las infidelidades: infidelidades a la esposa, al esposo, al amigo, a la amiga, al compañero, a la compañera, al hermano, a la hermana, al padre, a la madre, al hijo, a la hija... ¡Vivimos en un mundo actual plagado de infidelidades producidas por la envidia que llega a ser la carcoma de nuestra felicidad!.

Aquellos que no pensaron antes se encuentran después con que a la vuelta de la esquina surge lo inesperado: que son víctimas de los que ellos mismos crearon como forma de vivir. Que a nadie le extrañe que se le sea infiel cuando él o ella antes lo han sido; puesto que, con la experiencia en una mano y la reflexión en la otra, podemos analizar con total profundidad la infelicidad que produce, más tarde o más temprano, haber sido infiel a alguien que depositó su total confianza en quien la traicionó vilmente sin pararse a meditar.

¿Qué hay más allá de la infidelidad?. Me parece muy interesante traer aquí un texto del escritor colombiano Luis Felipe Gómez Restrepo: "¿Dónde se ubica querido(a) lector(a), en los que prefieren batirse en una vida doble de la infidelidad, o en los que luchan diariamente por mantenerse fieles a su pareja? Y aquí no hay aguas intermedias, se es o no se es fiel. ¿Cuál ha escogido?. El domingo pasado El Tiempo publicó un extenso informe sobre Sitios de Internet especializados en infieles. Quedé un poco sorprendido con los niveles de infidelidad que aparecían en los resultados de las encuestas publicadas. En efecto, un 23% de los hombres se declaran abiertamente infieles; mientras que un 19% de las mujeres lo expresan de forma radical. Aquí estarían quienes han dejado definitivamente cualquier esfuerzo para mantenerse fieles a sus parejas, y que más bien se han dedicado positivamente a encontrar parejas alternas de forma paralela y permanente. Da tristeza encontrar personas que como estas decidan, de una vez y por todas y como opción de vida, vivir en la infidelidad. Es un quiebre interior muy grande, un quiebre que significa que jamás podrán amar profundamente y de manera total, pues siempre dejan abierta la vena de la infidelidad. Es la imposibilidad de asumir un vínculo de forma total y permanente. Es pues, una limitación e inseguridad en su psicología que les impiden "depender" de una sola persona. Pero, la infidelidad también se da en aquellos que desean vivir fielmente, pero que la tentación les gana, que las circunstancias concretas de sus vidas les ofrecen posibilidad de caer y caen. Un indicador cercano para este tipo de situación es el que se refleja en un 66% de personas que reconocen haber sido infieles al menos una vez. Han caído, pero no quiere decir que deseen permanecer en ese estado. Y es aquí donde viene a jugarnos una mala pasada sitios de Internet que propician la infidelidad, que buscan poner en contacto a personas comprometidas, pero que están en búsqueda de una "aventurilla". Estos sitios tienen una intención bastante torcida, seguramente impulsadas por el ánimo de lucro al comercializar sus portales, están propiciando que muchos hombres y mujeres le sean infieles a su pareja. Y el peligro está allí en la "aventurilla", combinación de morbo y curiosidad, y de miedo y angustia, que viven los que deciden de un momento a otro tener el desliz. Ese momento, que normalmente es totalmente impulsivo, que se juega en milésimas de segundo, cuando la persona toma esa decisión. Y puede ser el punto de partida para resquebrajar hondamente la vida de pareja, muchas veces puede llevarse por delante una familia, sin importarles los daños y perjuicios que se causa a la otra persona y a sus hijos, cuando los hay. En pocas palabras, es un acto de profunda irresponsabilidad que seguramente se asume de maneja jovial y sin seriedad. Sitios los hay y muchos. Y debemos estar prevenidos, muchas veces pensamos que son los niños y los jóvenes quienes se ven más afectados por los peligros que significa navegar en Internet sin ningún límite. Pero los adultos también corremos estos riesgos. La infidelidad y la fidelidad son opciones de vida. Y con ellas, concepciones y sentido de la vida. No dejemos que un segundo de pasión desbordada, de curiosidad malsana... nos conduzca a la calle sin salida de la infidelidad".

Yo añado a este magnífico texto algo que me parece fundamental: la madurez o la inmadurez (cualquiera que sea la edad que tengamos o la edad que querramos tener porque nos movemos dentro de la libertad) para tener una relación de fidelidad eterna. Yo nunca jamás he deseado ni he sido un adulto adúltero y por eso sigo y seguiré siempre siendo un adulto que no pasó más allá de los 18 años de edad... para poder ir por mis caminos sin el lastre físico ni la pesadez espiritual de haber sido infiel. Fidelidad con fidelidad se paga al igual, exactamente al igual, que infidelidad se paga con infidelidad. Es la ley de la vida desde siempre y hasta siempre. Llega la noche y me encuentro escribiendo sobre la fidelidad porque conozco muy bien lo que es la fidelidad de los moomentos sencillos y, mejor todavía, desconozco lo complicado, farragoso y lastimero que es iur por la vida arrastrando la indifelidad como forma y manera de no ser. Prefiero ser siempre el joven que no pasó más allá de los 18 años de edad porque preferí el sello de la fidelidad eterna. Está bien. Miro al exterior y veo la noche. Me siento cómodo escribiendo sobre algo, la fidelidad en este caso, que conozco mejor que las palmas de mis manos... estas mismas manos que crearon un sueño y le dieron el soplo de vida con el que Dios me trajo a este mundo y la trajo a Ella. Por Ella soy fiel. ¿Quién es Ella?. La única mujer de mi vida que es mi esposa. Mi único motivo vivo para poder saber lo que es la verdadera fidelidad.

Elijo dos frases famosas para hablar de la fidelidad: "La fidelidad es la confianza erigida en norma" (de José Ortega y Gasset) y "Cuando se está enamorada, la fidelidad es fácil" (de Julia Roberts) para añadir una tercera, mía propia, que quizás hasta se convierta en frase famosa si Dios lo quiere: "La fidelidad es la manera más noble y honorable de vivir la vida con las cosas sencillas que produce el buen amor". Buenas noches a todos y todas. Que la fidelidad sea la compañera de vuestros sueños.
Diesel31 de julio de 2011

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