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Entrevista a Rafael Alberti.

Llego, andando, a la Ciudad de los 100 Palacios, El Puerto de Santa María, en la provincia andaluza de Cádiz, cuando ya la noche está avanzada. Tengo una cita con Rafael Alberti Merello en el puerto, junto a la estatua de los marineros. He tenido que andar 21 kilómetros a pie desde la ciudad de Cádiz recordando la leyenda de Menesteo, aquel rey griego que participó en la Guerra de Troya para luego fundar esta ciudad. Todos somos, de alguna manera, leyenda... y Rafael Alberti Merello no deja de ser una leyenda también. Mientras me acerco a la cita el tiempo sigue pasando y siento una especie de dejadez cuando paso por entre edificios elegantes, demasiado elegantes para mi gusto. Llego a la cita con Rafael cuando dan las diez de la noche las campanas de la Iglesia Parroquial de Jesús de Nazaret, provenientes de la cercana Calle Rivera, sin número. Y es que a la hora de las sombras nocturnas todos dejamos de ser un número para convertirnos en seres humanos.

Rafael Alberti Merello, nacido el 16 de diciembre de 1902 en esta localidad de El Puerto de Santa María me está esperando, sentado al pie de la estatua de los marineros. Cuando llego ante él parece una sombra completa, una sombra triste en sus ojos me hace reflexionar antes de saludarle... "¿seremos acaso los hombres simplemente tristezas cuando la Muerte nos saluda?.

- Buenas noches Rafael...

Contesta con voz ronca, como de hombre cansado y agotado; como marinero varado en el puerto; como si él mismo fuese la verdadera estatua.

- No son buenas Diesel... no son buenas...

El poeta, dramaturgo y prosista, ha perdido su sonrisa. Ya no es el Rafael que arrastraba multitudes. Es ahora, un hombre con silencio que es, en realidad, la mayor tristeza que puede existir. Un hombre con silencio al que estoy dispuesto a entrevistar...

- ¿Comenzamos, Rafael?.

Él me mira con su sombra en los ojos y su piel arrugada por los vientos antojadizos de la vida...

- Comenzamos.
- Tú, que tienes en tu haber tanta cantidad de premios y reconocimientos ¿qué opinas, en realidad, qué es la poesía?.

Se queda pensativo. Le cuesta hablar al que antes era tan locuaz y dicharachero.

- Bien, Rafael, como veo que dudas demasiado voy a especificar un poco. ¿Qué opinas, en realidad, de la poesía de la Generación del 27 de la que tú eres uno de sus más ilustres representantes?.
- La poesía del 27 queda muy lejos, Diesel, tan lejos que ya me parece fría... tan fría como la Muerte... nos llamaban los poetas del futuro y yo me pregunto... ¿de qué futuro estaban hablando los que tanto nos admiraban?.
- Hablemos de ese futuro, Rafael. ¿Crees que el futuro de la poesía recordará tu nombre?.
- Yo digo como dijo mi amigo Camilo José Cela. El viento viene... Diesel... el viento viene y se lleva con él muchos libros que no debieron de haberse escrito jamás. Yo tengo muchos poemas que nunca jamás debí de escribir.
- ¿Por qué?.
- Porque sólo fueron humo... humo y nada más que humo producido por mi empacho de genialidad.
- ¿Y en realidad eres un genio?.
- En realidad soy una estafa de genio. Genio para quienes me aplaudían todo. En ese todo había muchos poemas que eran verdaderas estafas literarias.

Yo no quiero entristecer mucho más su alma; al menos de momento... así que cambio de tercio y paso a otro tema diferente. Ya tendré ocasión de volver a la poesía.

- Rafael... ¿cuál fue la verdadera causa por la que te exiliaste de España durante la Guerra Civil?.
- ¿Quieres conocer mi verdad?.
- Para eso te estoy entrevistando.
- Porque tuve miedo... tuve miedo de escribir mi verdad y terminar como García Lorca o como Miguel Hernández.

Dejo para el final de la entrevista esta verdad y paso a puntos centrales de la conciencia poética de Rafael; pero primero intento levantarle un poco la moral y su vanidad personal.

- Te nombraron Hijo Predilecto de Andalucía en 1983 y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz en 1985. ¿Qué supuso para tu ego esas dos distinciones?.
- Diesel... el ego es la parte más nefasta que tiene mi vida... porque me convirtió en un egoísta cuando me adoraron como el mejor poeta andaluz. El egoismo es lo peor que llevo arrastras y es como unas cadenas que me atan a la vanidad.
- Vanidad de vanidades es esta vida de ídolos humanos, Rafael, ¿sabías eso?.

Alberti no contesta. Sólo se queda pensando...

- No lo pienses más, Rafael... no lo pienses más y contéstame a lo siguiente: ¿te encanta beber vino en las fiestas populares?.
- Me encanta, sí señor, y me encanta tanto que me convierto en el dios Baco y entonces declamo poemas absurdos... porque me emborracha la vanidad...
- Se nota que tienes orígenes italianos, Rafael.

Alberti se me queda mirando. Sus ojos brillan bajo la luna pero son tristes. Es como ese brillo del oro maleado por el orín del viento.

- ¿Cómo fuiste de niño, Rafael?.
- Aunque la gente crea lo contrario, y esa es una de mis mentiras que siempre oculté, mi infancia la viví en una familia cómoda y adinerada. Un niño malcriado, descuidado y libertino, que tuvo que ser ingresado en un colegio de jesuitas que costaba mucho dinero. Esa es una de las cosas que siempre oculté a mis adoradores.

Sé por dónde va y prefiero, como dije antes, dejar el tema para el final de la entrevista. Quiero desentrañar toda la verdad de Rafael Alberti Merello no sólo como poeta sino más bien como hombre.

- ¿Cuál fue ese Colegio?.
- Se llama San Luis Gonzaga y es de aquí, del Puerto.
- Caro y costoso colegio en verdad mi estimado Rafael. Por cierto... ¿puedes contarme alguna anécdota de San Luis Gonzaga?.
- Jesuíta italiano. Fue beatificado en 1605 y canonizado en 1726. Un lombardo marqués.

La memoria de Rafael Alberti siempre ha pasado a las leyendas populares como una de las más magistrales de España.

- ¿Marqués?.
- Sí. Marqués. ¿Por qué me lo recuerdas tanto?.
- No temas, Rafael, no temas. Sólo es para ubicar bien quienes somos en la vida por ejmplo tú, el entrevistado, y yo, el entrevistador. Nada más que eso. ¿Quieres seguir con la entrevista o prefieres dejarlo para otro momento?.
- Quiero seguir, Diesel. Es inútil luchar contra la verdad de uno mismo. Tarde o temprano siempre debemos enfrentar nestra verdad. Tú, por ejemplo la estás enfrentado sin miedo. Yo, a la verdad, la estoy enfrentando con temor.
- ¿Y cómo terminó tu aventura en el San Luis Gonzaga?.
- Que me tuvieron que expulsar por mi mala conducta.
- Y sin embargo eres Hijo Predilecto y Doctor Honoris Causa... ¿no te parece una total contradicción Rafael?.
- Tú lo has dicho...

Y los ojos de Rafael Alberti se hacen cada vez más sombra mientras a mí la luz de la Luna me ilumina el rostro.

- Sé sincero, Rafael. ¿Terminaste por lo menos el Bachillerato?.
- No. No superé ni el cuarto año.

La contradicción sigue siendo más que evidente.

- De tu vida en Madrid no deseo preguntarte nada, Rafael, no es momento ahora. Ni de tu vida en Madrid ni en tantos otros lugares. Quizás en otra ocasión. Ahora hablemos de la profundidad de tu poesía.
- ¿La profundidad de mi poesía?.

Queda dudando una vez más.

- Al menos eso dicen tus seguidores.
- Pero tú bien sabes que yo soy sólo un marinero en tierra...

Siguen las verdades de Rafael Alberti descubriéndose a sí mismas.

- Un marinero en tierra que llenaba de público las salas donde dabas tus recitales y tus conferencias y donde te homenajeaban las multitudes... hasta que lograste alcanzar el Lenin de la Paz en 1965, el Premio Nacional de Teatro en 1980, el Premio Cervantes en 1983 y el Premio Roma de Literatura en 1991.
- Vayamos por partes, Diesel... no corras tanto que no te puedo seguir... ya estoy acabado, cansado y muy agotado como para llevar tu ritmo. Dame un poco de aliento por favor.

Enciendo un cigarrillo Pall Mall mientras él enciende su puro cubano... y dejo que se tome unos minutos de relajamiento. No es mi intención acosar a quienes tienen tanto peso social sobre sus conciencias.

- Verás, Diesel, recuerda que renuncié al Premio Príncipe de Asturias.
- No porque no te gustase recibirlo Rafael.
- Exacto. Pero tenía que hacer una demostración de sinceridad, aunque fuese falsa, a mis seguidores republicanos.
- No, Rafael, no. Política no. No me interesa, por lo menos en estos momentos, hablar de política en mi entrevista. Dejemosla, si quieres, para el final.
- De acuerdo, Diesel. Dejemos la política para el final.
- ¿Es cierto que tu poesía era neopopularista, gongorista, surrealista, política y nostálgica al mismo tiempo como han dicho muchos que te la estudian y te la analizan según sus puntos de vista particulares y quizás interesados?.
- Diesel... ¿quieres que sea sincero contigo?.
- Yo no quiero que seas sincero conmigo sino contigo mismo.
- Veo que eres un gran periodista Diesel... voy a ser sincero entonces...
- Adelante, Rafael, sin miedo.
- Me da un poco vergüenza reconocerlo pero se han dicho tantas cosas sobre mi poesía que de verdad estoy totalmente confundido.
- Rafael... a veces los elogios ajenos nos confunden... ¿sabes por qué?.
- Sé que estoy confundido... pero no sé por qué ocurre esto.
- Porque los elogios excesivos degeneran siempre en vanidad, Rafael. ¿Qué opinas sobre ello?.
- Totalmente de acuerdo contigo cuando a uno lo convieten en héroe y no se dan cuentan de que los poetas solo somos seres humanos.
- Excepto cuando dejamos de serlo y nos convertimos en dioses o, dicho de otra manera, la vanidad nos convierte en dioses.

Alberti vuelve a pensar; ahora con mucha mayor intensidad. Se produce un momento muy tenso que aprovecho para resolver una duda que hace tiempo que tengo ganas de debatir con alguien. ¿Con quién mejor que con un tan famoso Rafael Alberti Merello?.

- Pues el conjunto de tu obra ha influido en una gran cantidad de cantautores como, por ejemplo, y sólo por citar dos ejemplos, Juan Manuel Serrat y Joaquín Sabina.
- Mejor es no hablar de ello, Diesel, mejor es no hablar de ello.
- Es necesario, Rafael, es necesario. Porque en esta vida muchos se han llegado a creer de verdad que ésta es un puro teatro. ¿Crees tú, Rafael, que esta vida es sólo un puro teatro?.
- No. Ahora no creo eso. Pero...
- ¿Pero qué, Alberti?.
- Que las cosas tienen un fondo detrás. Un fondo y no una careta como quieren hacernos creer.
- Tú lo has dicho, Alberti. La vida no es sólo un puro teatro sino mucho más y hay mucho fondo, pero mucho fondo, en las vidas de ciertos cantautores. Mucho fondo que las gentes que los adoran no les dan importancia pero mira si son importantes que llegan a alienar a quienes los escuchan. ¿Pasa algo así contigo también?.

Rafael Alberti Merello sabe que se encuentra ante un buen periodista.

- Veo que eres un gran periodista, Diesel.
- No importa eso ahora. Soy de los que creen que, a pesar de todo, en una entrevista el personaje principal debe ser el entrevistado y no el entrevistador.
- Pero hay entrevistadores que, sin quererlo, son tan importantes como el entrevistado. Por ejemplo, tú.
- Bueno. Dejemos eso para la Deontología del Periodismo. ¿Estás de acuerdo de que detrás de las canciones de ciertos cantautores de masas hay un mar de fondo escondido y peligroso?.
- Sí. Es cierto. Peligroso por lo sibilino que es.
- ¿Crees que los amigos deben pelearse por una mujer y que las drogas hacen más felices a las personas?.
- Ni lo uno ni lo otro. Los amigos, si son verdaderos, nunca deben pelear hembras y las drogas son autodestrucciones de las personas. Totalmente de acuerdo contigo, Diesel.
-Dejemos a ciertos cantautores seguir con sus egolatrías, Rafael, que ya tenemos bastante de ello en este mundo español de las Artes y las Literaturas y pasemos a tu persona que es, ahora, lo único que me interesa. ¿Qué es ser marinero en tierra, Rafael?
-Como caminante sin camino, Diesel, como caminante sin camino. Antonio Machado sí que era en verdad grande.
- O sea algo así como una nostalgia del destierro, ¿no es cierto Alberti?.
-Cierto. Sobre todo cuando alguien se destierra porque tiene miedo.
- Rafael, insisto en que dejemos eso para el final de la entrevista. Por ejemplo hablemos ahora de la amante. ¿Qué es la amante en la vida de un hombre poeta, Rafael?. Pero sigue siendo sincero por favor.
- Una ruina.
- No hablemos más de ello entonces. Estamos de acuerdo. Con decir una frase tan lacónica como "una ruina" está todo dicho... ¿o deseas que hablemos más de ese tema?.
- No, Diesel. Está suficientemente claro. Quizás si entrevistases a Picasso sería más oportuno desarrollar ese tema... ¿no cres?.
- Cierto. Pero no tengo ningún deseo de entrevistar a Picasso para nada. Quiero ahora hacerte una pregunta curiosa, que llevo mucho tiempo hablando de ella a mis lectores... ¿al alba se abren los alhelíes, Rafael?.
- Tú bien sabes que al alba se abren todas las flores.
- Tú lo has dicho Rafael. Al alba, al famoso alba, se abren todas las flores y entonces algunos enmudecen como verdaderos autistas.
- Sé por qué lo dices, por quién lo dices y qué significa lo que dices, Diesel.
- Entonces eexplícalo con tus propias palabras, Rafael.
- No, Diesel. Ayúdame tú. Yo sólo no puedo.
- Bien. De acuerdo. Te voy a a yudar por tu gran sinceridad. Muchos enmudecen cuando llega el alba y se convierten en autistas, y bien es verdad que sabes por quién lo digo, porque resulta que al abrirse las flores hay de todo. ¿Lo comprendes Rafael?.
- No del todo, Diesel... no llego a entenderte ahora...
- Es muy sencillo. Deja a un lado tu vanidad y vuélvete sencillo como en algunos de tus mejores poemas. Algunos se quedan autistas y mudos porque al abrirse las flores hay algunas que dejaron hace mucho tiempo de ser vírgenes y resulta que ellos las desean vírgenes aunque en su fondo se mienten a sí mismo. ¿Entiendes ahora eso de una de dos o me llevo a esa mujer o entre los tres nos la apañamos para pasarlo bien?.
- !Ya lo he entendido, Diesel!. !Muchas gracias!. !Esa canción es una verdadera estupidez!.
- Pues eso les pasa a muchas canciones de cantautores famosos, Alberti, y también a muchos poetas de las ideologías. ¿Hablamos ahora de la poesía y el canto ideológicos o lo dejamos para el final?.
- !Me está encantando la manera que tienes de entrevistarme con tanta sencillez, sinceridad y profundidad como ningún otro poeta hizo!. !Deseo seguir hablando contigo... así que dejemos la poesía y el canto ideológico para el final!.
- Gracias, Rafael, pero sin vanidad alguna... ¿de acuerdo?.
- De acuerdo.
- Entonces citemos otra vez, auunque sea sólo de pasada, al vino. ¿Es cierto que los poetas escriben mejor cuando están borrachos?.
- !Esa es una de las estupideces que más he oído decir en la vida, Diesel. Yo he bebido mucho y cuando estaba borracho escribía verdaderas idioteces.
- Pero ¿no son los poetas borrachos los llamados poetas de la vanguardia?.
- Cierto. Por eso reafirmo que eso es una verdadera estupidez humana. Los poetas de vanguardia cuando más sencillos son más de vanguardia son. Y un poeta borracho nunca puede ser un poeta sencillo luego nunca puede ser un poeta de vanguardias.
- Muy bien razonado, Alberti. Dejemos ya el vino y vayamos a eso, tan sorprendente en ti, y que he visto en otros muchos poetas famosos que se llama "cal y canto".
- Sigues llevando razón. Los poetas, cuando los elogios nos envanecen, perdemos la consciencia y solemos dar una de cal y dos o tres de canto. Que quiere decir, en lenguaje sencillo y claro, que por cada poema que vale la pena solemos escribir dos o tres o hasta cuatro idioteces.

El rostro de Rafael Alberti Merello se vuelve ahora más sombrío que nunca. Está abriendo de verdad su corazón. Merece la pena seguir con este trabajo de entrevistarle sin máscara alguna.

- ¿Qué me dices sobre los ángeles?. ¿Los has visto alguna vez, Rafael?.
- Yo no creo en ninguno de ellos pero he poetizado sobre ellos con versos muy lindos y muy aplaudidos por el público.
- ¿Y cómo se llama a eso?.
- Hipocresía. Hipocresía dialéctica de tipo ideológico. Pero sigo estando interesado en que me entrevistes así, a pecho descubierto, como los grandes toreros... pues debes saber que me gustaba el verdadero toreo como el de Curro Romero o Manolete, cada cual a su manera, así que sigamos dejando la poesía ideológica para el final.
- Antes de seguir preguntándote quiero que sepas que creo en la existencia de los ángeles e incluso he visto algunos y algunas en mi vida.

Consigo que, desde la profunda sombra de su tristeza, surja una media sonrisa.

- Te creo. No los conozco. Pero me creo tu verdad.
- ¿Qué es la poesía surrealista, Rafael?.
- !Una verdadera chapuza!. No hablemos de ello. No merece la pena.
- De acuerdo, Alberti. Aquí va otra pregunta bien diferente... ¿crees en el versolibrismo?.
- ¿Qué es eso?.
- Supongo que quiénes lo dicen se refieren al verso libre.
- Hay mucha trampa en eso de los versos libres. Creo en los versos libres pero hay muchos versos libres que ni son versos ni son libres... ¿me entiendes tú ahora, Diesel?.
- Totalmente. Es una de mis teorías poéticas. Y aquí viene una pregunta muy seria; quizás la más seria hasta ahora de esta entrevista: ¿a ver qué opinas de "densidad de imágenes", "violencia del verso" y "creación de un mundo onírico e infernal?.
- !Buff!. !Me acabas de dar en todo el eje de mi barca!. ¿Me das unos minutos para poder reponerme, arreglar la barca y poder contestarte parte por parte?.!Eres muy fuerte preguntando Diesel; muy correcto, muy sencillo, muy llano... pero con mucho valor y muy contundente!. ¿Me das esos minutos de descanso?.
-Si. De acuerdo.

Y mientra yo vuelvo a sacar un Pall Mall el vuelve a encender otro puro cubano... y fumamos durante unos minutos como si de verdad fuésemos amigos. ¿En verdad somos amigos Rafael Alberti y yo?. La respuesta sólo la tiene Dios. Ahora lo importante es la respuesta de Rafael.

- Densidad de imágenes... Diesel... creo que la densidad de imágenes es un concepto de relatividad. Una imagen metafórica por ejemplo jamás debe tener demasiada densidad o carecer de ella... pero una imagen de tropo o de interpretación vamos a llamarla para romper las barreras caducas y obsoletas de la Real Academia de la Lengua deber contener bastante densidad. La densidad de imágenes es muy importante pero sólo la saben usar bien los mejores escritores. Vayamos ahora con Violencia del verso... Diesel... muchos creen que el escribir con fuerza es lo mismo que escribir violento... rechazo toda esa teoría... jamás la fuerza poética debe confundirse con la violencia poética. A veces cometí el error de no entenderlo. La fuerza poética tiene profundidad, es honda, llega al alma y despierta la sensibilidad y el cariño de quien la lee y sirve para sanar la mente... mientras que la violencia poética es todo lo contrario, o sea, es dureza, es malgusto, es ordinaria, es grosera, no tiene más que superficialidad y no llega ni tan siquiera al corazón y además sólo para hacer daño a la psiquis de quien lee. Creo que me estás comprendiendo perfectametne Diesel... por eso voy por la tercera cuestión. Creación de un mundo onírico e infernal. He aquí una de mis grandes contradicciones en la que jamás han caído poetas como tú.
- No hablemos de mí, Rafael. Háblame de ti... sólo de ti...
- Bien. Digamos entonces que es un gran contradicción en la que jamás cayó otro gran poeta como fue Juan Ramón Jiménez. Yo sin embargo si caí varias veces en ello. Y es que mientras el mundo onírico es totalmente positivo el mundo infenal es totalmente negativo. Yo a veces caí en lo negativo, Diesel... y por eso quiero pedir perdón a poetas como tú y, si no deseas que hable de ti, a poetas como Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado.

Sé que ha tenido que hacer un gran esfuerzo para responder a esta triple pregunta así que ahora suavizo un poco el ritmo de la entrevista...

- ¿Qué opinas del humor en la literatura general?.
- Hay humoristas (poetas o prosistas) que sois humoristas... y hay humoristas (poetas o prosistas) que sólo somos tontos. La diferencia entre vosotros y nosotros es que vosotros, más bien, hacéis sonreir con alguna que otra carcajada, mientras que nosotros los tontos hacemos reír a carcajada pero jamás conseguimos arrancar una sonrisa a la gente. Y, como tú has escrito en alguno de tus pensamientos, es mucho más sana y espiritual la sonrisa humana que demuestra sensibilidad y compañerismo que la carcajada burlesca que sólo demuestra tener el alma enferma y burlarse de la sociedad. Y, para seguir con lo que alguna vez leí de tus escritos, no es lo mismo reirse con alguien que reirse de alguien.
- ¿Qué opinas entonces al Monumento que te han levantado en la Plaza del Polvorista.
- Un poco de polvo nada más...

Alberti, si lo desea, también sabe sacar sonrisas...

- Entre el clavel y la espada... ¿existe algo distinto?.
- Por supuesto que sí. Puede existir la amapola de tus pensamientos, que es también roja pero no mata ilusiones ni desengaña a nadie y puede existir la daga de la traición que sólo es propia de cobardes. Yo ya te dije que me fui de España por miedo pero jamás por cobardía. Lo uno no tiene nada que ver con lo otro.

Cada vez nos vamos entendiendo mejor Rafael Alberti Merello y yo.

- Una vez debatí con una poetisa sobre el color de las palabras y se lo hice conocer al analizar su obra. No merece la pena ahora decir de qué poetisa estoy hablando... pero ¿tú opinas también lo mismo?.
- Totalmente de acuerdo. Leí ese texto. Se llama "Análisis de una pooesía genial" o algo por el estilo porque la memoria ya me está fallando a veces. Creo que fuiste demasiado generoso con aquella poetisa pero definiste a la perfección que no es lo mismo escribir "rojo", "colorado", "encarnado" o "amapola" que, para quienes no saben distinguir es lo mismo... pero que son totalmente diferentes dichas palabras y dependen del contexto general en el qe están escritas. Sólo un gran poeta sabe distinguir esos colores de las palabras en la poesía.

Es en estos momentos cuando la luz de la Luna es más brillante en mi rostro y las sombras de los ojos de Alberti comienzan a tener un poco menos de frialdad.

- ¿Lo vivo esta lejano, Rafael, o son algunos los que se alejan definitivamente de la vida?.
- Poéticamente hablando lo vivo está lejano para quienes no saben sentir lo que es la poesía verdadera pero quienes la entienden y la comprenden nunca jamás pueden morir. Otra cosa es la vida materialista de muchas personas.

Y se toma un respiro antes de terminar de contestar a la pregunta...

- Para el materialista la vida está definitivamente muy lejana. Parece una contradicción, una paradoja... pero la vida está llena de contradcciones y paradojas cuando se le mata al espíritu que anida en ella. Eso también lo aprendí de ti.
- Y entonces llega la nostagia...
- Efectivamente, Diesel, entonces llega la nostalgia de no poder sentirla en su plenitud. Somos finitos, como también he visto en tus escritos, y la infinitud solo existe a través de la Fe.
- ¿No es curioso que tú me hables de la Fe?.
- Otra paradoja de mi vida, Diesel.
- ¿Dónde se encuentra el peligro para los caminantes?.
- En la ceguera espiritual. Con la ceguera espiritual no hay camino y, volviendo a Antonio Machado, no puede existir camino si no hay luz para alumbrarlo. En caso contrario andamos siempre entre tinieblas o, al menos, como dijo Miguel de Unamuno, caminamos entre nieblas nada más.
- Sí hay algo más, Alberti.
- ¿Qué puede haber en la oscuridad salvo tinieblas o nieblas.
- Hay una cosa importante que se llama esperanza... pero no nos apartemos de la luz... ¿es necesaro o no es necesario morir con los zapatos puestos?.
- Es muy necesario. Más allá de la Muerte hay que seguir caminando.
- ¿Cuál es la diaria palabra de nosotros los poetas?.
- La palabra diaria es cada día un nuevo renacer. Un Renuevo, Diesel, un Renuevo...
- En caso contrario, por muy poeta que se sea, solo se es un habitante deshabitado... ¿verdadero o falso?.
- Verdadero.
- ¿Y quién es el verdadero hombre deshabitado?.
- El que en vez de amar a una sola mujer tiene amantes que es una cosa totalmente contraria al amor.
- Ya que hablamos de mujeres y de amor... ¿qué es para ti una mujer?.
- No sé responder a esa pregunta. Nunca pude comprenderlo bien.
- Te voy a ayudar con una reflexión que seguro sabrás responder... ¿tiene o no tiene alma una mujer?.

Consigo que entre las sombras d elos ojos de Albeti aparezca otra leve sonrisa.

- Tiene alma una mujer. No tiene alma una amante. Es curioso, Diesel, pero me haces decir cosas que no quisiera decir... pero estamos en un momento de verdad auténtica y sin máscara. Esta es la verdad.
- ¿El poeta debe vivir la calle?..
- Totalmente necesario. Si el poeta no vive la calle se convierte en un simple caligrama, como pasaba con Apollinaire por ejemplo. Un caligrama nada más. Sin vida. Y estamos otra vez hablando de la vida. Sé que te gusta la vida y no la Muerte.
- Pero de la Muerte tenemos que hablar más tarde, Rafael... despacio... no te anticipes al tiempo... tenemos que hablar de la Muerte aunque ni tú ni yo lo deseamos.
- Eso me recuerda una canción...
- Dejemos también eso para el final. ¿Donde falla la aternativa poética?.
- En ese punto en que la ideología le pone la trampa. En ese punto en el que deja de ser libertad por culpa de la ideología.

Estamos llegando ya a la parte final de la entrevista. Sopla un aire suave en El Puerto de Santa María... junto al monumento a los marineros...

- De un momento a otro ¿qué ocurre, Rafael?.
- Que dejamos de existir en esta Tierra.
- Y entonces tenemos que hacer odas al mar para no naufragar definitivamente.
- No vayas tan deprisa Diesel... no puedo... estoy cansado y soy ya muy viejo...
- Te hago entonces una pregunta lenta... ¿sabes lo que es una pregunta lenta dentro de una entrevista personal?.
- La pregunta que nos hacemos cuando cerramos los ojos.
- ¿Y qué te parece esta frase: "Morir por cerrar los ojos"?.
- Sé que te pertenece a ti. Efectivamente. Siempre se muere por cerrar los ojos. Es es una pregunta lenta y una respuesta lenta...

Y es que lentamente se pasa el tiempo y está llegando el alba.

- Háblame de nuevo del alba, Rafael. ¿Qué ritmo tiene el alba?.
- Eso sólo lo saben los marineros del alta mar. Yo, como ves, sólo soy un marinero en Tierra. Responde tú mismo a esa pregunta Diesel, porque yo no la sé.
- Está bien. El ritmo del alma es el ritmo de las olas de la vida. ¿O crees tú que la vida no tiene olas?.
- La vida sólo son olas nada más. Olas en vez de horas. Muchos miden la vida por las horas. Error. La vida no tiene horas sino, como tú bien dices, sólo olas nada más. Y es necesario ser buen marinero para no naufragar entre ellas.
- Y el alba, Rafael, siempre tiene baladas y canciones bohemias. ¿Qué es la bohemia, Alberti?.
- Bohemia eres tú, Diesel.
- No me vale esa respuesta sea cierta o no sea cierta. Lo que te estoy preguntando es que me digas una definición de bohemia.
- Puedo responderte con varias definiciones que has hecho tú mismo sobre ella pero voy a recitarte, ya que somos los dos poetas, uno de tus varios poemas en los que hablas de ella. Ahí va. Es el que titulaste "Noches de café" el 25 de agosto del año 2004. Recuerdo que era miércoles.

Y Rafael Alberti Merello empieza a poetizar con su ronca voz:

En el interior de todos mis poemas
siempre hay un café que, de nocturno,
se hace taciturno,
alegre, trashumante
de emociones y de humo.

Son los cafés en que te tengo
asida al estribo de mi sueño.
Turno.

Gira la noche en el espúreo
carrusel de los vaivenes
y bailan las notas de un segundo
detenido en la esfera del resol
donde reflejan su profundo
sentimiento los colores
de charol.

Noches de café
bajo el farol
y la luna está colgada
bajo un balcón.

En el interior de todo mi poema
luce la flor:
!noctámbula bohemia
sin alcohol!.

Noches de café
que para mí son
los besos de tus labios
con sello de almidón.

- La verdadera bohemia siempre está abierta, Rafael... y no cerrada en garitos ni está en las voces de los borrachos. La verdadera bohemia siempre está abierta a todas las horas del alba...

El alba sigue llegando... llegando... al Puerto de Santa María...

- Hablemos ya de la Muerte y su Juicio, Alberti, ha llegado la hora de saber si. como tú dijiste, hay una escala para el cielo. ¿Hay de verdad una escala para el cielo, Rafael?.
- NO comprendo. Sólo lo saben los niños o quienes son como niños como te pasa a ti... yo sólo soy muy viejo para poderlo definir con exactitud. Lo único que hice fue una aproximación al tema.
- ¿Crees que existe de verdad un escape a la Muerte y su Juicio?.
- Es falso. A veces escribí poemas falsos. No existe ningún escape.
- Ya no te quiero cansar más. Sólo las preguntas que tenemos guardadas para el final. Empecemos, ya que de poesía ideológica se trata, por preguntarnos ¿qué es el nazismo?. Prefiero que seas muy breve y muy conciso pues huyo de las dialécticas ideológicas como de las pestes.
- Una aberración.
- ¿Qué es el neonazismo?.
- Una neoaberración.
- ¿Qué fue el franquismo?.
- Una injusticia.
- ¿Qué fue el Partido Comunista de España?.
- Una hipocresía.

Detengo el ritmo para tomar un breve descanso y encender el último cigarrillo de la noche y el primero del alba... mientras él fuma su último puro cubano...

- ¿Qué te recuerda la Primera Marcha a Torrejón?.
- A Antonio Gades y a Pepa Flores.
- ¿A quién prefieres de los dos?.
- Sin duda alguna y aún con los ojos cerrados a Pepa Flores pero convertida de nuevo en Marisol.
- ¿Existe Dios, Alberti?.
- Por supuesto que sí existe Dios, Diesel, por supuesto que sí existe. Pero yo lo he descubierto demasiado tarde.

Nada más tenemos que decirnos ya. Le doy la mano. La tiene congelada por la Muerte. Mi mano está ardiendo de Vida. He sentido temblar a Rafael Alberti Merello. Me levanto y me alejo, lentamente, de la estatua a los marineros, dispuesto a volver a caminar, a pie, los 21 kilómetros que separan al Puerto de Santa María de la ciudad de Cádiz... mientras alguien, al llegar el alba... rasga una canción que empieza "¿por qué te tienes que marchar si tú ni yo lo lo deseamos? y acaba con un "y me quedaré sola, sola con mi guitarra". Y pienso yo: "y te convertirás en polvo y serás parte de la Tierra y es posible que por aquí haya pasado esta noche un ángel se Salvación para tí?.

(José Orero De Julián "Diesel" - finales de febrero del año 2010).
Diesel01 de marzo de 2010

2 Comentarios

  • Norah

    Me acompañará este monologo quizas varios dias...marinero en tierra, brillante, mi admiración.

    01/03/10 02:03

  • Diesel

    Norah... !muchas gracias, amiga!... no te las doy porque me sienta halagado sino porque me has comprendido. Un beso amistoso sincero y cordial.

    02/03/10 08:03

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