Corre el tiempo hacia atrás y vuelven aquellos días contigo asomada al balcón de lo que entonces era fuego estival... y los recuerdos de blancura llena de flores se interpretan nuevamente en mi interior.
Cada curva de la calle era un nuevo horizonte para intentar rebasarlo y descubrirte brillando bajo el sol y en medio de aquella llegada de poesía presente.
Hasta las nocturnidades eran entonces prqueñas playas paradisíacas llenas de colores cálidos que quedaban asomados/asumidos a lo incierto,al desaire, al dar un nombre nuevo a aquellos años de noviazgo.