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Imaginemos Hoy (ensayo Filosófico Cristiano).

Imaginemos una Nueva Filosofía Mundial que arranca de la Naturaleza, una Naturaleza surgida de las múltiples experiencias concretas de lo preciso y lo existente; de lo creado por Dios como fenómeno de la realidad. Una unidad del universo y del ser que no relativice el pensamiento y lo convierta en racionalmente ético. El espíritu de observación nos guiaría a una permanencia del ser identificado con el pensamiento de la Eternidad. Esta idea de permanencia sería un proceso de transformación de los flujos de las ideas que irían elevándose más allá del átomo para multiplicarse y no perecer jamás.

Lo auténtico y fundamental sería esa determinada concepción de la vida nacida en el primer momento humano, creación directa de la unión de un hombre vivo con una mujer viva. Esto repetiría precisamente el mensaje de Vida del cual habló Jesucristo. Después, en el asunto del amor entre un sólo hombre y una sóla mujer, y solamente de un hombre con una mujer, aplicaríamos la inteligencia sostenida en el Principio de Dios.

De alguna manera seríamos maestros ambulantes de la Existencia huyendo de las ausencias y caminando en las vivencias sin prejuicios. El gran juicio sería una forma intelectiva de distinguir las diversas opiniones de los seres humanos. No habría sofismas escépticos, sino ideas de la Verdad a través de la Luz. Un completo circuito de comunicación interpersonal a nivel mundial para dar a luz el concepto Libertad que dejaría de ser un concepto para convertirse en una realidad ética y moral. Las bases serían, en este sistema filosófico de creencias cristianas no religiosas, donde cada uno de nosotros y nosotras seríamos filósofos y filósofas de nuestra propia familia universal.

La materia sería lo circunstancial, mientras que la idea sería lo principal. El alma sería la fuente del conocimiento intrínseco; el conocimiento de nuestra identidad; el conocimiento de la voluntad; el conocimienmto del sentimiento; el conocimiento del deseo; y todo ese conocimiento sería aplicado a la educación para el bien social, para la idea concreta (y no abstracta) del bien social comunitario.

La teoría daría paso a las concepciones prácticas que irían mucho más allá de las ideologías políticas o las creencias religiosas. Estas, obsoletas ya, no tendrían nada más que aportarnos y darían paso a un nuevo sentido de lo biológico, lo físico, lo poético, lo retórico, lo lógico y lo ético en un teatro vital de la existencia, lejos de lo meramente aparente del envoltorio externo. No sería un teatro aparente y no creíble sino el verdadero teatro humano sin artificio alguno. En las ciudades y los pueblos cada individuo sería un ser humano incluído en el ámbito de las ideas, sólo en el ámbito de las ideas libres, dando fin al conflicto de las ideologías que tanto han transtornado la vida humana.

En esta forma de ser y de estar, la lógica cristiana sería una categoría general de la realidad y todos los silogismos demostrativos pasarían a ser premisas para llegar a la conclusión de que la metafísica ocupa un lugar preeminente a la hora de entender la sustancia de la existencia infinita de carácter espiritual, de medida de ese tiempo infinito y, a la vez, el motor que movilizaría cualquier acto de pensamiento amoroso físico y espiritual al mismo tiempo.

El placer estaría basado en la pareja hombre/mujer que volvería a ocupar su lugar y su validez en la libertad humana a través de la familia. Un hombre y una mujer formando familia alrededor de ellos. Lo estoico, entonces, no tendría ningún sentido porque no habría lugar para el sufrimiento y lo escéptico quedaría totalmente anulado por el legado de la transmisión de las familias que ocuparía el lugar de las ideologías. El acto de dirigir a las naciones sería el acto de la Comunicación Social y el acto de dirigir a las familias sería el acto de la Comunicación Interpersonal sin influencias externas que vinieran a fomentar el vicio, la corrupción, la envidia, los celos, el odio, la ira y la violencia. Estaríamos hablando de un compromiso personal e intransferible de cada hombre y de cada mujer que, libremente y en el ejercicio de su propia voluntad, sin interferencia alguna (una vez ya hombre y mujer superada la adolescencia) elegiría el plan de formar una unidad familiar cristiana proveniente, directamente, de la espiritualidad de Dios.

Los períodos de la vida no se medirían por siglos, ni por centurias, ni por décadas, ni por años, ni tan siquiera por meses sino, simplemente, por un ayer, un hoy y un mañana entrecruzados que harían fluir las edades que más nos gustase tener libremente en cada uno de nosotros y de nosotras.

El conocimiento sería mucho más que una simple regulación de las enseñanzas. El conocimiento sería mucho más que controlar las actitudes de las enseñanzas. El conocimiento sería mucho más que impartir títulos académicos más o menos reconocidos. El conocimiento sería nuestro propio discurso ético y moral ante la vida. Seríamos los filósofos y las filósofas de nuestro propio ser y forma de vivir como cristianos y cristianas y el problema del mal desaparecería al tener que hablar del mundo y de los errores históricos cometidos en el mundo hasta la actualidad.

La omnipresencia de Dios sería el nivel de conocimiento que Dios ha dado a cada ser humano (hombre y mujer) sin tener que desatar ninguna clase de envidia ni rencor por ello. Admitiríamos que el que más conocimiento tuviera (hombre o mujer) sería el que más responsabilidad tendría y así, de manera descendiente, el que menos conocimiento tuviera (hombre y mujer) sería el que menos responsabilidad debería de asumir sin dejar de ser por ello responsable. Sería una forma justa y equitativa de impartir la juticia distributiva y asociativa entre los hombres y las mujeres del planeta. Estaríamos haciendo lo que Jesucristo nos predicó y enseñó con su propia vida.

El debate de los problemas universales no sería sólo planteamientos teóricos plasmados en un papel sino realidades concretas y prácticas nacidas de esos planteamientos teóricos de todos los hombres y todas las mujeres, sean cuales fueran sus niveles intelectivos; tendríamos, de este modo, todos nosotros y nosotras una genuina representación no ideológica sino "idealógica". El realismo sería superado por el espiritualismo transformador de dicha realidad pues el Espíritu de Dios nos daría la verdadera dimensión de la realidad de cada uno de nosotros y nosotras: lo que vemos, lo que sentimos, lo que pensamos y lo que soñamos. Todo sería un rejuvenecer de cada cual a través de las esencias espirituales que tranformarían incluso nuestras realidades físicas a la vez. Ese sería un realismo verdadero y no el actual.

Imaginemos una representación de ese estilo a nivel mundial. Estaríamos viviendo dentro de una cosmología de ideales que no fuese simplemente idealista sino basado en ideas llevadas a su realización, algo así como ir alcanzando lo que tantos hoy llaman, equivocadamente, imposibles utopías. Las utopías dejarían de existir porque en su lugar nos afirmaríamos a través de los milagros que, hoy en dia, ya están sucediendo aunque muchos sigan negándolo. Esa sería la verdadera meta de nuestras vidas. Así, el conflicto que los poderes fácticos asolan hoy la Tierra ya no tendrían sentido ni razón de ser. Lo único exigible es que deberíamos intentar solucionar los problemas que en cada lugar de la Tierra fueran apareciendo o surgiendo por la resistencia de las fuerzas del mal; pero no imponiendo poder alguno sino devolviendo la felicidad a los hobmres y las mujeres que hoy no la poseen. Eso, desde luego, no pueden lograrlo (así lo ha demostrado la Historia Humana Universal) ninguna de las ideologías políticas o religiosas que sólo son abstracciones que, al querer ser prácticas, se aniquilan a sí mismas por no ser concretas y perder, con ello, su validez como portadoras de la felicidad. Ésta felicidad debería ser el conjunto de las ideas libres y prácticas con las que todos deberíamos comprometernos pero entendiendo bien que eso lleva el compromiso de entender bien lo que es la responsabildiad de cada uno, la legitimidad de cada voz humana y el saber escuchar nuestras propias sensibilidades. Defenderíamos, de esta manera, la Paz y esa Paz no se entendería como una conquista en base a las armas y la violencia, sino la Paz basada en los Principios que Jesucristo nombró en el Sermón de la Montaña; pero, ahora, eliminaríamos el sufrimiento y sería la ocasión de demostrar que Jeuscristo es el verdadero Camino, la certeza de la Verdad y la Vida eterna.

El humanismo dejaría de ser una corriente filosófica más de las que ya han fracasado a lo largo de la Historia Humana y sería, simplemente, la acción global de los seres humanos apoyándose en cubrir sus necesidades; pero esta nueva forma de humanismo sería un humanismo basado en las verdaderas dimensiones de su significado que ya formuló Dios en el momento de la Creación. Frente al falso pacifismo de quienes intentan imponer la Paz por medio de la violencia (... y pensar que se han otoogado Premios Nobel de la Paz a hombres que emplearon la violencia para imponerla según su voluntad... ) sino por la acción del amor, mediante el diálogo interactivo y no la aplicacíón continua de destruir a los demás o de negar la libertad de pensamiento y acción (sobre todo a las mujeres todavía en muchas partes de la Tierra). Y cuando la libertad de poder hacer realidad los sueños de cada ser humano fuese una realidad no escrita en un papel sino transformada ya en algo concreto y real estaríamos haciendo el Bien y no haciendo el Mal. Las leyes jurídicas estarían sometidas a la Teocracia del Temor de Dios para conseguir que el Bien fuese siempre la norma ética y moral de la conducta de los jueces.

La concepción de lo empírico sería sustituida por la concepción de lo milagroso; pero no de lo aparentemente milagroso (que no procede de Dios) sino de lo real y verdaderamente milagroso (que proviene directamente de Jesucristo). El materialismo, el liberalismo, el comunismo, el conservadurismo, el anarquismo, el fascismo y cualquier otro ismo ideológico (que ya nos han llevado a un callejón sin salida por estar completametne agotados y obsoletos una vez que han deshecho la felicidad del mundo) serían sustituidos por un humanismo cristiano de vida y no de muerte, pacífico y no violento, dialogante y no dialéctico (que son dos cosas bien diferentes y hasta opeustas entre sí) y la Historia vivida hasta hoy sería sólo un recuerdo para no volver a repetirlo; algo así como un desamor personal sólo que a nivel colectivo. El egoísmo sería sustituido por el ego dimensionado para alimentar a los egos de los demás sin caer jamás en ese desarticulador egoísmo que tanto daño ha hecho en la Tierra. Sería la vida interior de un ser humano surgiendo hacia el exterior para tranformarse en belleza física a la vez que belleza espirital (es lo que yo seguiré llamando, porque creo firmemente en Él, el Milagro 16-18).

La única Revolución en la que creeríamos y por la cual lucharíamos para conseguirla (no conquistarla sino conseguirla que son palabras distintas) sería la Revolución de la Dignidad comenzando desde el mismo gameto humano, masculino y femenino por igual. Porque la vida comienza antes incluso que se forme el feto en el vientre de la mujer. En el gameto ya existe vida humana. No sería una Revolución de armamentos ni de poderes materialistas contra otros armamentos y otros poderes materialistas sino el logro pacífico y amoroso de esa Revolución de la que nos habla Jesucristo: la plena consciencia de la conciencia de lo que es la Libertad de todos los seres humanos y su aplicación a los niveles de la globalización mundial que ya lleva años iniciada. Pero ahora le daríamos su verdadero valor positivo.

El método experimentalista no sería necesario ser aplicado para saber qué es lo malo y lo que nos perjudica. Esa ha sido una de las falsedades que más han dañado a los seres humanos hasta ahora. No es necesario experimentar con el mal para saber qué es el mal. Ser conocedor del bien y del mal es, únicamente, experimentar con el bien o experimentar con el mal a través del intelecto. Nosotros deberíamos basarnos en esa experimentación benigna de las cosas buenas y el resto conocerlo por los métodos deductivos e inductivos pero no experimentales cómo falsamente nos han hecho creer. ¡Cuántos millones de vidas humanas se han llevado a la Muerte el famoso experimentalismo que dice experimenta y conocerás!. ¡Experimenta!. Sí. Experimenta. ¿Pero qué clase de vida deseas experimentar?. La deduccción y la inducción de las causas y sus consecuencias se logran obtener, mucho mejor que por la experiencia, a través de una toma de conciencia de lo que es la Vida y lo que es la Muerte y, de paso, lo que es defender la vida humana o acabar con ella. ¿Cuántos mentirosos alaban a la Maldad?. Muchos. Y cantan a la Maldad aureolados con el sello de la fama y esa fiebre neurótica de sus fanáticas y fanáticos seguidores que caen inmediatamente, sin apenas darse cuenta, en el error, en la equivocación malsana y en la Muerte.

La ciencia dejaría de ser un patrimonio personal de los más sabios para darse a conocer, surgir y ser vivida por todos los seres humanos. Y gravitariamos no en un cambio radical de 180 grados, como dicen falsamente millones de personas, porque en ese caso estaríamos siempre en el mismo punto del subdesarrollo (como está ocurriendo a lo largo de la Historia) sino que nuestra Revolución de la Dignidad sería un giro total, un cambio de rumbo total; o sea, de 90 grados. Así haríamos la única Revolución que de verdad liberase a los hombres y mujeres de la pesadilla en que se les ha envuelto de manera engañosa, prometiéndoles falsos paraísos y mintiéndoles acerca de las Verdades de Dios hecho Hombre (de Jesucristo hablo).

No habrían más nacionalismos por los que luchar, ni más nacionalismos por los que morir o matar a otros seres inocentes; porque lo único verdaderamente importante que habríamos de construir sería un mundo sin fronteras, un mundo de manos unidas, un mundo donde los más débiles tuviesen todas sus necesidades económicas, de salud, etcétera, completamente solventadas y, a partir de ahí, existirían las oportunidades para todos, cualquiera que fuera su edad, de demostrar lícitamente para qué podrían servir de verdad en este mundo y cómo poder cumplir todos sus sueños. Eso traería, a su vez, el verdadero desarrollo de la humanidad, ese poder ser dentro de la sociedad de cualquier persona, cualesquiera que fuera su edad, su condición física y sus prestraciones laborales (y cuando digo edad digo cualquier edad sin ninguna barrera alguna, desde los 16 años hasta cuando Dios quisiera) haría que todos ocuparíamos un lugar en el proceso del desarrollo de este mundo. Y, de manera principal, volverían los más ancianos y las más ancianas a ser puntos claves de referencias para los más jóvenes y jovencitas. Las experiencias de los ancianos y las ancianas serían verdaderos motores para movilizar la Revolución de la Dignidad Humana. Las ideas de los escépticos, en este caso, ya se han demostrado que son ideas falsas, falsamente calculadas por empresarios y empresarias que han visto como, por no dar empleo a personas altamente cualificadas por la sabiduría que dan los años, han visto cómo sus negocios se han desplomado y se han venido abajo por causa de dar toda la responsabilidad a jovencitos y jovencitas sin nadie que les demuestre cómo se deben hacer las cosas en situaciones de verdaderas crisis. Además, sin duda alguna, existe el Milagro de las Transformaciones, son ciertas y reales, peo hay que dejarlas salir a la superficie a través de la Fe; que es, precisamente, le que los señores del mal han querido impedir siempre a lo largo de la Historia Humana. Las consecuencias de esas maldades han sido que el mundo siempre ha vivido en guerras, en un yo contra otro yo en lo que único que ha valido ha sido el triunfo de un yo contra el otro yo. ¡Absurda manera de vivir y de morir!.

En nuestro nuevo sistema sociofilosófico viviríamos dentro de una Naturaleza infinita y sin mentiras. Lo intuitivo pasaría a ser una plasmación real y viva de nuestros valores genéticos del ADN personal de cada ser humano para hacer que el mundo de la Imaginación ocupara el verdadero lugar de sus interpretaciones personales y humanas. La relación con Dios y el mundo sería tan directa que no necesitaríamos tener que firmar ningún "contrato" con ninguna clase de intermediarios para poder hablar con Él. Sólo a través de Jesucristo nada más por las razones obvias de que ningún otro ser vivo tiene la mitad de su naturaleza de carácter humana y la mitad de su naturaleza de carácter divina. El atraso que se realiza por culpa de acudir a intermediarios que no pueden ponerse en contacto con Dios porque ya están muertos es lo que da ventajas a los ejércitos del Mal. Ese atraso nunca será la verdadera Transformación de la que os hablo continuamente (y el Milagro 16-18 es sólo uno de los múltiples milagros posibles de hacer por Jesucristo con la facilidad de emplear un sólo segundo de su tiempo pues ha hecho otros Milagros más difíciles e increíbles pero ciertos y verdaderos) sería un hecho real.

Nuestra Revolución de la Dignidad vendría dada por la intervención directa de Jesucristo a través del Espíritu Santo que existe en personas especialmente seleccionadas por Dios para estas misiones fundamentales de ayudar a levantar la conciecia y la dignidad de los seres humanos (hombres y especialmente mujeres) que sufren violencia de género y esclavitud a través de toda clase de vicios y de acciones inmundas. Nosotros seríamos capaces de construir un mundo totalmente opuesto al actual, donde el Espírtu de Dios ocuparía su verdadero lugar de manera pacífica. Sería el verdadero espíritu de los seres humanos; la verdadera nueva génesis liberada de los gravísimos errores del machismo, el racismo, la xenofobia, el feminismo radical y las desviaciones antinaturales de los géneros masculino y femenino que han sido creados por Dios como masculino verdaderamente masculino o como femenino verdaderamente femenino. Tendriamos que conseguir volver a la Naturaleza original de los seres humanos, a la Génesis Humana para que el verdadero conocimiento de estos temas sexuales sean la heterosexualidad creada por Dios. Para el conocimiento humano es necesario desmanipularlo, liberarlo de las falsas y mentirosas interpretaciones que nos hacen creer que son verdaderos avances de la humanidad cuando sólo son retrocesos, involuciones hacia un pasado. Pero no. Nuestras Transformaciones cristianas no son ni retrocesos ni involuciones hacia el pasado sino un renovarnos hasta ser tal cómo éramos cuando Dios nos hizo jóvenes. Un volver a ser jóvenes por dentro y por fuera. Es lo que llamo continuamente la Filosofía de la Transformación. La nueva filosofía con la que poder enfrentarnos a los retos del futuro. El amor hombre/mujer hasta la Eternidad y sin ambigüedad alguna.

El espíritu humano estaría bajo el Espíritu Divino y se eliminarían la violencia de género, la violencia de las edades, la violencia de los más fuertes físicamente hablando y la violencia de los más astutos. Todo eso (las violencias) han sido varias veces citadas por algunos filósofos pensadores de la Literatura, pero siempre han sido ocultados por los poderes fácticos porque no les interesaban darlos a conocer (sobre todo en países de religiones anticristianas). No les interesaba porque en caso de que se hiciera realidad sus pueblos de gentes volverían a ser pueblos de personas, pensarían por sí mismos y por sí mismas y entenderían que la Revolución de la Dignidad es la única que les daría la Libertad, la liberación de sus cadenas actuales (especialmente en le caso de las mujeres). De esta manera nadie podría engañar a nadie incluso en momentos en que la otra parte de la pareja estuviese por algún tiempo ausente.

Nuestras ideas superarían los límites y las barreras que ponen las ideologías y creencias frustrativas que las mayorías democráticas (aunque sean democráticas) imponen sobre las minorías que es donde muchas veces está la Verdad del Desarrollo Humano, la Verdad de la Sublimación Humana, la Verdad de la Liberación Humana, la Verdad de la Libertad. Por eso sería cuestión de dar por finalizada la etapa de los partidos politicos y los sindicatos obreros para dar paso a las personas políticas y a las personas sindicalistas (que son dos temas totalemtne opuestos entre sí). Cuando los políticos y los sindicalistas dejen de ser ideológicos y se conviertan en "ideálogicos" serán verdaderos representantes políticos y sociales de la Humanidad. La Democracia tiene el enorme error de que ha enriquecido a los más poderosos y ha empobrecido a los más débiles. Por eso la Democracia basada en los designios de las mayorías no preparadas en lo político, ni preparadas en lo social, ni preparadas en lo económico, ni preparadas en lo espiritual, pueden llevarnos nada más que al callejón sin salida en que estamos entrando y del cual tenemos y debemos de salir echando marcha atrás para recuperar la Verdadera Filosofía de las manifestaciones prácticas humanas. Entonces llegaría el momento de descubrir que, efectivamente la Razón y la Fe no sólo no se contradicen sino que son creaciones de Dios ambas y que ambas van tan unidas ya que la Razón sin la Fe es la Vida muerta y Vida muerta es la Fe sin la Razón. Si conseguimos saber esto sabríamos que la Razón no descansa en lo material sino en los espìritual y no en el conocimiento simplemente material sino en la espiritualidad que existe dentro de la materia. Sería crear una nueva historia humana para reconocer el Camino y no desviarnos de ese Camino Verdadero.

Razón, Naturaleza y Progreso estarían basados, fundamentalmente, en la Fe que es el principio de la Felicidad verdadera de las personas. Dejaríamos de ser gentes con rumbos ideológicos y extremistas que destruyen la capacidad de razonamiento de los seres humanos (hombres y mujeres por igual) para poder ser personas (verdaderamente personas hombres y mujeres por igual). Así sustentaríamos el nuevo modo de pensar multicultural de la globalización universal, en el entendimiento mutuo, en el diálogo mutuo, pero basado siempre en la verdad de un sólo Dios. Sería el verdadero triunfo de la Fe en la humanidad sustentada en la Fe de un Jesucristo Vivo que actúa sólo cuando le dejamnos que actúe.

En las enciclopedias del futuro no habría lugar a equivocaciones y confusiones tan lamentables como existen hoy en día; porque serían enciclopedias, muy básicas y especialmente importantestes, para quienes quieren desarrollar el intelelecto, con tres separaciones bien notorias. Por un lado podríamos leer y aprender de los hombres ilustres, las mujeres ilustres y los acontecimientos más notorios del Bien, por otra parte, en otra sección diferente, podriamos comprender y entender a los hombres ilustres, las mujeres ilustres y los acontecimientos ilustres que han sido ejemplos del Mal. Una vez bien separadas ambas cosas, quedaría una tercera parte para los hombres, la mujeres y los hechos que, simplemente, no fueron ni bondad ni maldad sino nada suficientemente significativas para la Humanidaad pero que se ganaron el derecho legítimo de formar parte de los Diccionarios. Tendríamos así diccionarios Tripartitas: El Bien, el Mal y lo Neutro. Lo bueno y lo malo sería fácilmente reconocible por los niños y las niñas de edades más infantiles y, cuando pasasen de la época de la adolescencia, estarían preparados con el Milagro 16-18 a ser ya jóvenes con ideas claras y sin vicio alguno que les estropease el futuro.

Las verdaderas ilustraciones humanas corresponderían a hombres y mujeres que ejercerían la verdadera iluminación sea cual fuese el tema a tratar. Y no hablo de filosofías orientales actuales, en las cuales no creo en absoluto pues me parecen solamente palabrería sin sentido alguno, sino de la propuesta de mi Nueva Filosofía basada en el Camino, la Verdad y la Vida de Jesucristo que sí estuvo y anduvo y está todavía presente entre los sabios orientales y las gentes orientalistas para enseñarles cuáles son sus profundos errores que están llevando a sus zonas geográficas desgracia continua tras desgracia continua.

La Imaginación sin Vicio sería el verdadero poder sustituto de lo que falsamente proclamaban los lideres juveniles en los años 60 y 70 porque en dichas décadas se basaban en el vicioso libertarismo del amor libre y no en el verdadero amor noble que libera, transforma y nos da el verdadero hálito de la vida. La Paz, la Libertad, la verdadera Paz y la Verdadera Libertad, no ha estado ni nunca estará en esos falsos ídolos sociales y artísticos; que sólo son simplemente estetas nada más, y la Revolución de la Dignidad Humana no se debe basar en las pasajeras, cada vez más pasajeras y a mayor velocidad, modas estéticas que, aunque parezca una paradoja, sólo dejan estáticos a la hora de pronunciarse la verdad de los seres humanos. Estáticos y, al mismo tiempo, aburridos. La verdadera Revolución de la Dignidad Humana no es una Filosofía Estética sino una Filosfofía Dinámica de la Vida, una forma de vivir, una forma de ser, una forma de estar en esta existencia humana siguiendo la vida libérrima y ubérrima que Jesucristo nos enseña todos los días de la vida.

Las casualidades no existen. La casualidad es uno de los mayores engaños que, a nivel privado, mchas gentes creen que existen. No existen las casualidades. Todo tiene un porqué y no está en las manos de los adivinos, los augures, las brujas, lo chamanes, los echadores de cartas, la magia negra, los ilusionistas de la maldad, etcétera. La verdad de las causalidades (vez que ahora escribo causalidades y no casualidades) reposa en Dios; porque la vida no es un juego de azar. El azar no existe. La verdadera vida, en todo caso, es poder oler la flor del azahar sabiendo que todo tiene una causa y una circunstancia. El azar no existe, pero el azahar sí. Por eso no es casulidad que un joven consiga el amor imquebrantable de una jovencita preciosa y verdaderamente bella; porque él la enamoró no por casualidad como muchos puedan creer o decir sino por causalidad (causa/efecto) de haberle regalado un ramo de azahar (nunca de azar) quizás hasta sólo con la Imaginación o solamente a través de un poema. Así que es un error propio de envidiosos o de ignorantes decir que el amor es causa del azar. Falso. El amor es causa de la Fe que es como empieza la Felicidad. La causa es la Fe y la consecuencia es la Felicidad. Fe y Edad unidos bajo el Milagro de Dios.

Es nesesario nacer de nuevo para tener una nueva identidad humana noble y respetuosa para que consigamos vivir todos bien. Tenemos que conseguir alcanzar la verdadera Libetad del amor noble y no el falso libertarismo/libertinaje del amor libre. la Libertad sólo puede ser, y es verdaderamente, consecuencua de una causa llamada Felicidad, Dios no es del Occidente ni del Oriente. Dios es del Universo. Y quienes desean apoderarse de la pertenecia de Dios a través de la magia negra, a través del ocultismo, a través del vudú y otras manfestacines espirituales malignas, a través de la violencia, a través de la alienación de las mentes humanas, tienen ya sus horas contadas proque el Tiempo ya no detiene la llegada de la Nueva Vida, de esta Nueva Filosofía Vital que va a superar a todos los sistemas ideológicos/filosóficos que tanto han derribado a millones de hombres y mujeres que creyeron en ellos. la Liberación humana nada tiene que ver con las aberraciones cometidas por las mal llamadas "liberaciones" armadas. No. La Liberación humana siempre es propia de la paz y no de la guerra. No son ni libres ni felices (a pesar del autoengaño y la falsa apariencia) quienes confunde la libertad con hacer lo que quieren. No. La Libertad sólo se alcanza (y con ello la Felicidad) cuando se sabe qué es la Libertad. La Libertad, como todo en la vida, es una cometa unida a hilos conductores. Siempre tenemos hilos conductores en la vida que nos unen a lo que libremente deseamos. Si has elegido unirte a los hijos del vicio y la corrupción terminarás por seR hijo o hija del vicio y de la corrupción, si has elegido vivir sin ninguna clase de hilo conductor serás sólo una comenta sin libertad alguna porque primero volarás muy poco tiempo según el viento y no según tu voluntad y luego caerás al suelo y no levantarás jamás el vuelo. Libertad atada a los hilos del Bien. Eso es la Libertad y por eso digo que no pertenezco a ninguna ideología sino a una una "idealogía" llena de ideas libres y sin barreras, salvo las de los hilos conductores que nos guían y nos hacen siempre estar felizmente volando sin caer jamás al suelo.

Liberación y no frustración. Esa es la razón esncialmente práctica del conjunto de los valores humanos. Todos tenemos unas pirámides de valores. Depende de las prioridades de nuestros valores que seamos felices o seamos infelices. Si en el primer lugar ponemos el Amor hemos creado una verdadera pirámide de valores positivos. Si en el primer lugar colocamos el dinero, la avaricia, la envidia, el odio, la ira, la ambición, el poder, etcétera, hemos construido una pirámide negativa que nos guiará al fracaso. Por eso la valoración moral de cada persona, de cada grupo de personas, de todo el conjunto de personas que forman la sociedad humana es satisfacer el ego de poseer lo que Dios, y sólo Dios, nos ha regalado después de haberle demostrado que le hemos sido fieles en todo momento, en los buenos momentos y en los malos momentos (y no como los que por cualquier pequeño problema rompen la relación amorosa por la simple deducción de que no es amor verdadero sino solamente una relación sexual caprichosa). Es necesario un jercicio de reflexión profunda antes de satisfacer el ego para poder poseer los poderes de Dios. La Justicia de Dios es siempre distributiva y le da a cada uno según lo que a cada uno le ha dado.

Sustituiríamos la Ilustración de los pensamientos contradictorios entre sí sobre cualquier tema, realizando una selección de pensamientos coherentes y, en base a esa diversidad coherente, educaríamos a través de ilustraciones con dichos pensamientos como bases para avanzar en el conocimiento filosófico de la vida. Una vez dado este paso, sería fácil llevar a cabo la transformación de las actitudes extremistas en actitudes moderadas pero siempre proyectadas hacia la consecución de la identidad propia de cada ser humano individual insertado en la colectividad global. Las razones y los razonamientos dejarían de ser objetos de manipulaciones ideológicas y los conceptos pasarían a ser universales y válidos, además de valiosos, para ser asumidos por todos al mismo nivel de mínima comprensión. De ahí, hacia arriba, la escala de los intelectuales sería normal y natural y no forzada y violenta como lo es hoy en día. Así toda persona tendría un nivel mínimo aceptable en cualquier parte del mundo; tal nivel que, a su manera, podría entender las diferencias no como separaciones negativas de uno contra otros sino conjunciones positivas de los unos con los otros. Las diferencias intelectivas de los humanos son imposibles de eliminar (como nos hacen creer cuando nos masifican con slogans totalemtne falsos) porque provienen directamente de Dios y Dios reparte a cada cual como a cada cual le va luego a exigir. Lo realmente importante sería acercarnos a los seres humanos para, entre todos, componer el mosaico mínimo pero de excelente calidad para iniciar, después, las diferencias en base a las comprensiones mutuas y a los aceptamientos y no a las imposiciones y doblegamientos. De esta manera todos y todas seríamos valiosos porque todos y todas tendríamos una libertad verdadera.

Nada de juicios a priori ni a posteriori. Simplemente eliminariamos los juicios de valor hasta hacerlos desaparecer y sustituirlos por los análisis deductores de la intelectualidad de cada ser humano, que va mucho más allá de los currículums de sus vidas y sus titulaciones académicas a las que, sin embargo, habría que darles toda la verdadera magnitud que poseen porque de entre ellos saldrían nuestros gobernantes. O sea, los juicios serían en base a los conocimientos de las persoans y no a las apariencias de las personas o a las creencias infundadas que tenemos sobre las personas. Los juicios, de esta manera, tendrían validez universal y serían categorías universales que romperían las barrreras de los prejuicios y los lugares comunes teóricos y alienadores; para poder razonar con entera libertad una vez conseguido saber cómo manejar la libertad.

Todo ello conllevaría un esfuerzo de voluntades no imperativos sino comprensivos entre lo que somos y lo que deseamos ser, entre lo que queremos ser y lo que podemos ser. Lo imperativo dejaría de exisitr para ser sustituído por lo participativo y lo comparativo no para crear diferencias que ya vienen dadas por la naturaleza de cada persona sino para saber, precisamente, que la libertad humana tiene límites; pero no así la existencia que es eterna. Las bases de los criterios sobre las personas comenzarían por un saber cómo somos cada uno y cada una a la hora de comunicarnos con los demñás y valorar a los demás tanto si poseen características intelectivas superiores o inferioens a las nuestras. De esta manera acabaríamos con las barreras de los racionalismos teóricos para poder razonar en verdades y no en apariencias por muy reales que parezcan estas. Y en esta libertad de razonamiento sabríamos cómo se debe manejar la libertad.

Existiría un método de pensamiento dinámico basado en la "idealogía" y no unos pensamientos castrados y enquistados propios de las ya obsoletas ideologías de los poderes fácticos que han demostrado no ser nunca una solución para los problemas humanos. La base de la comprensión de los humanos sería la retroalimentacion de los conocimientos que no serían impuestos obligatoriamente sino voluntariament asumidos y aceptados sin ningún imperativo categórico por medio... salco el de conocer que existen couestiones absolutas y existen cuestiones relativas. Tendríamos así categorías bien definidas de los conceptos para convertirlos en universales y comprensibles por todos los seres humanos que, al mismo tiempo que fueran diferentes, serían un conjunto global no sumativo (alienación de masas) sino multiplicativo(liberación de las masas).

Por otro lado el estilo personal de cada hombre y mujer (una vez ya superada la etapa de la adolescencia: mujeres a partir de los 16 años de edad y hombres a partir de los 18 años de edad (insisto en el Milagro 16-18) por cuestiones puramente biológicas que se han desarrollado a través de los siglos y que ya expliqué en algún texto mío al estudiar si las mujeres eran más inteligentes o menos inteligentes que los hombres, sería un estilo único e intransferible propio de la personalidad de cada ser humano. Todos tendríamos nuestro propio estilo y no el estilo estético o de pensamiento que nos imponen los grupos de poderes fácticos de lo que ha sido llamado la moda. El estilo personal superaría las autoimpuestas modas y de esta manera alcanzaríamos otro grado más de libertad razonada y libertad de expresión, en este caso de tipo corporal, que no tuviese límites impuestos (como ocurre en muchos países todavía) por ningún poder humano salvo nuestra propia concepción de la ética y la moral cristianas que nada tiene que ver con las apariencias sino con el fondo de estas cuestiones. Seríamos, de esta manera, los suficentemente autónomos como para saber que nuestra libertad debe ser respetada por cualquier persona, sea quien sea esa persona, y que tenemos el derecho a elegir la manera estética tanto de nuestra persona de cómo concebimos el mensaje estético y artístico propio de nuestro cuerpo o propio de nuestras artes y ciencias individuales. Todo ello clarificaría nuestro entendimiento y, sin imponernos nadie nada, sabríamos escapar de los oscurantismos en que han caído las manifestaciones artísticas y estéticas nycgas veces y en grandes cantidades.

La finalidad de lo estético, filosóficamente hablando, es el modo de de ver la vida que tiene cada persona y no estaría regido por los caprichos de quienes nos imponen las modas según sus propios intereses personales. Sería como una liberación de la enajenación mental y corporal a la que todavía tienen sometidas a numeorosos miles de personas (sobre todoa a las mujeres en ciertas partes del planeta). La filosfofía de lo estético dejaría de ser una imposición dogmática de carácter político, económico o religioso, y pasaría a ser parte de la libertad de la autopersonalidad de cada hobmre y de cada mujer. El flujo y reflujo de las autopersoanlidades compartidas sería un enriquecimiento cultural de la filosofía de la vida y no de una forma especulativa como lo está siendo hasta momento, sino de una manera participativa, consciente y asumida voluntariamente. De esta manera la comunciación interpersonal abandonaría prejuicios y se liberaría pasando, rápidamencte a ser comunicación social. Porque no puede haber comunicación social si antes no hemos desarrollado una libre comunicaciín interpersonal. El mundoo que propongo en mi presente ensayo no nace en los medios de comunciación de masas (como ocurre hoy en día) para ser desde ellos transmitidos como valores sociales a las personas, sino que parte de las personas para ser tansmitido por las personas a los medios de comunicación social. La consecuencia sería una sociedad mundial con personalidad propia para saber distinguir y poder elegir la comunicación que desee cada ser humano y no la comunicación que se le imponga. Cambiaríamos la globalización alienante por la globalización liberadora a través de la reflexión previa y no la reflexión a posteriori como está sucediendo hoy en día. La reflexión siempre tiene que venir antes que la acción (y esto lo digo en todos los aspectos de nuestras vidas que os podáis imaginar) y no como está sucediendo hoy dia en que lo primero viene es la acción y cuando se ha equivocado la acción llega la reflexión frustrante. Si situamos la reflexión antes de la acción la conseucuencia nunca es frustrante. A toda acción (sea cual sea el tema que estéis pensando llevar a acabo) debería anteponerse una reflexión profunda, por lo menos lo suficientemente profunda como para saber que dicha acción tendrá consecuencias. No existen las casualidades sino las causaldidades. Esto es un dicho y debemos obligatoriamente que admitir si queremos ser libres y saber lo que es, en realidad, la libertad.

La tipología de la Comunicación Social y la Comunicación Interpersonal, partiría de la idea de un único Dios para poder, de una vez por todas, saber distinguir el bien del mal y los absolutos (que sí existen) de las relatividades. La mayor farsa que han defendido los filósofos de los últimos años ha sido que todo se basa en relatividades. Eso es totalmente falso y está hábilmente dirigido para engañar y atrapar a los seres huamnos para esclavizarlos según los caprichos de quienes filosofan así que, como se sabe, están de acuerdo, en el fondo, con la alienación de las masas. Definitivamente hay temas que son relativos, pero hay cuestiones que son absolutas. Los filósofos y artistas del "todo es relativo" sólo son filósofos y artistas del "todo vale", los cual no es Libertad sino esclavitud cuando descubrimos las consecuencias que producen y que han producido lamentablemente en la sociedad. Hay que desterrar para siemrpe esa "relatividad absoluta" para entender que existen absolutos que no tienen más puntos de vista que sólo uno y hay temas relativos que tienen tantos puntos de vista como seres humanos existen. Pero decir que todo es relativo es la intencionalidad de la maldad, la intencionalidad de acabar con las escalas de los valores positivos y la intencionalidad de destruir, de esta manera, al mundo; porque a final relativizan hasta al alma humana que es lo mismo como destruir al alma humana. Y la destrucción del alma humana es la destrucción de la persona humana. Cuando se destruyen a las personas humanas se ha destruído al mundo.

Ante ello debemos ser muy claros, concisos y concretos. Hay cosas que o son un sí o son un no. Y hay cosas que pueden ser un sí o un no. Esa es la Verdad de la Creación de la Naturaleza proveniente de Dios y de la que tanto nos habla Jesucristo. Lo absoluto de ciertos asuntos no significa lo mismo que absolutismo como se empeñan en querer hacernos creer los que proclaman "la libertad es hacer lo que me da la gana". Una cosa es que existan asuntos absolutos y otras cuestión bien distintia es que existan absolutismos porque se da la paradoja que hacer creer que todo es relativo es, precisamente, un aboslutismo ya que al invalidar las propiedades divinas que existen en el hombre y en la mujer están absolutizando el paso de personas a gentes, de seres individuales a masas alienadas, de humanos con personalidad a humanos sin personalidad alguna. La conclusión final de esta idea de relatividad absolutista en que han introducido a gran parte de la juventud es relativizar al alma humana, relativizar al alma humana al final concluye en destruir al alma, destruir al alma supone destruir al ser humano y destruir al ser humano significa destruir al mundo.
Lo repito porque es fundamental para salvar al mundo.

Sigamos imaginando la Verdad. Descubriríamos que la base fundamental de los seres humanos no es una relatividad casual (casualidad de la vida nos han querido interpretar) sino un absoluto causal (una causa principal que deriva de Dios). Y es que la vida no es un conjunto de casualidades, vuelvo a insistir, sino un conjunto de causalidades que deriva en un conjunto de consecuencias. Si buscamos la Libertad, lo primero que tenemos que tener en cuenta es no dejar que se relativice porque somos (no es que estemos solamente en la vida) parte de la vida, luego debemos volver a reconvertirnos no en lo que ellos nos han convertido sino en aquello que verdaderamente somos. Dejar de ser es dejar de existir y es por eso por lo que intentan introducirnos el concepto de la Nada Absoluta cuando en realidad lo que es absoluto es el Todo. Todo esto conlleva a que no tenemos que tener miedo de ser como somos ni a dejarnos manipular por las ideologías de los poderes fácticos. No somos lo que somos según dicen los demás sino que somos tal como somos según somos nosotros mismos como creación de Dios (algo absoluto pero verdadero y liberador por ser absoluto). La verdad de ser quienes somos es un valor absoluto y a través de eso vemos que la vida, cuando conocemos lo que es la vida y cómo la ha planteado el Señor, es libertad para elegir el Bien (Existencia Eterna) o elegir el Mal (Desaparición Eterna).

En el marco de la libertad no hay voluntades egoistas sino voluntades subjetivas (porque cada ser humano es un universo completo y diferente a cualquier otro ser humano) incluidas en el esfuerzo de la comunicación colectiva y social. Es el punto afectivo y no el punto político el que libera al mundo. Sin emociones, sin sensibildiad, sin sentimientos (como ocurre con las ideologías politicas, económicas y religiosas) no existe posibilidad alguna de construir un nuevo mundo por mucho que lo busquen con tanto afán ocultando la Verdad. No puede existir un mundo libre cuando en las reuniones de los poderosos cada uno quiere ser más poderoso que los demás.

Existe una crítica a la religión basada en la formulación de la No Existencia de Dios. Esa crítica no es válida ni valiosa. Esa crítica no nos sirve. La crítica a las religiosnes debe basarse en la Sí Existencia de Dios. Sólo de esa manera podemos comprendernos y entender que la Verdad reside únicamente en Jesucristo. Y en este sentido no debe haber clases ni luchas de clases. Deberíaamos buscar una sociedad que eliminara las clases sociales para sustituirlas por las clases de personas y cuando digo poersonas hablo de seres huanos en Libertad con toda las posibilidades a su alcance para poder ser algo más que meras subsistencias e incluso esclavitud en muchos casos. Las clases sociales separan a los seres hunanos y desgarran el tejido social. Las clases de seres humanos unen a los seres humanos y sostienen el tejido social. No deberían existir clases sociales auqnue esxitan clases de personas porque no todas las personas somos iguales. Y mucho menos es aceptable la fórmula de cualquier dictadura, aunque se llame falsamente del proletarios (cuando sus dirigentes no son precisamente proletarios) y dictaduras falsamente populares (cuando sus dirigentes solo son populistas que es algo muy diferente).

Existen filósofos que nos han hablado del utilitarismo del individualismo. Eso también es necesario superarlo, porque ninguna clase de individualismo lleva a la utilidad para nadie. Lo que sí existe es el individuo pleno, el que tiene individualidad priopia; pero tener individualidad propia no es individualismo (individuo) sino persona preparada individualmente para poder unirse al conjunto del grupo y, junto con la individualidad de cada uno, formar todos ese tejido social del que antes hablaba. Un tejido social que estaría lleno de individualidades con personalidad propia pero conjuntado en un sistema colectivo. Estaríamos hablando de una sociedad parecida a un club deportivo donde cada miembro del equipo aplica su individualidad a la causa de conseguir la victoria en equipo. El individualismo utilitarista que tanto han pregonado famosos e ilustres filósofos ha convertido a la soiedad actal en una lucha de los egos contra los egos cuando lo que debemos buscar es un encuentro enriquecedor de los egos con los egos. Si esto ls traspasamno, por ejemplo a la pareja humana (hombre/mujer nada más porque lo demás no es familia) tendríamos que el ego del hombre y el ego de la mujer se unifican en un solo ego; es lo que los cristianos llamamos dos cuerpos unidos en un solo cuerpo con dos almas también unidas. Esta es la causa de la potencia energética que poseen los matrimonios cristianos. La energía y fuerza del Espíritu Santo que une a dos fuerzas distintas en una fuerza común. Esta unión no desarticuliza la personalidad del hombre ni desarticuliza la personalidad de la mujer sino que armoniza ambas personalidades para articulizar la personalidad de la familia. Lo verdaderamente utilitario que deberíamos buscar para crear un muendo nuevo sería el estado de bienestar basado en la felicidad de todos los seres humanos. No puede existir felicidad en el mundo mientras haya vencedores y perdedores porque la vida humana no fue creada por Dios para contienda de los unos contras los otros y para las contiendas entre los hombres contra las mujeres. Poe eso Jesucristo nos dice que es el amor, el verdadero, limpio y noble amor, el que transforma al mundo.

Haríamos de la futura Historia una postura positiva y no un negativismo histórico y decadente como ha venido ocurriendo, sobre todo, desde los siglos XIX y XX. Todo negativismo debería dejar de ser historicista y pasar a ser como recuerdo precisamente para aprender de él lo que no es la felicidad del mundo. Todo historicismo debe ser positivo pero no un positivismo legitimsita de los derechos de unos pueblos para someter a otrtos pueblos sino la equivalencia de unos pueblos con los otros pueblos. En ese sentido la rsponsabilidad de los pueblos más poderosos es, de momento y hasta que se logre la equidad de todos (no hablo de igualdad sino de equidad) es mayor por haber sido mayor su preootencia y expoliación de los pueblos más débiles. A mayor prepotencia mayor responsabilidad a la hora de cambiar hacia un nuevo mundo mejor y hacia una nueva Historia Humana.

El Mundo no es uns representación. Eso es falsa filosofía. El Mundo es una composición. La representación quiere decir que el Mundo es una falsedad o una quimera y, si apliccamos el sentido común, nos damos cuenbta de que el Mundo sí existe. Existe la realidad y existe la imaginación y ninguna de esas dos cosas son representaciones sino existencias verdaderas dentro de las mentes humans. Si el Mundo se compone de mentes humanas unidas en una causa común deberíamos aprender a saber que las realidades y las imaginaciones (o sueños con los ojos abiertos también se les puede llamar) forman parte de una misma existencia. No creo, para nada, en la filosofías de quienes niegan esta evidencia tan primordial). Es más, yo añadiría que si le quitamos la imaginación, el sueño con los ojos abiertos, el misterio y la sana magia al Mundo, dejaríamos de ser creativos y acabaríamos siendo simplemente animales. Precisamente esas capacidades de mezclar realidades con imaginaciones, sueños con los ojos abiertos, misterios y hasta sanas magias, es lo que hace que la realidad avance y sea progresiva por ser propia de mentes creativas. Estoy hablando de un Mundo que sueña al mismo tiempo que vive realidades. Estoy hablando de eso que conocemos como los milagros de la vida diaria. Los milagros no son solo posibilidades dubitativas. No. Los milagros de Jesucristo son realidades verdaderas.

La recuperación del espíritu de las personas es algo que debemos recomponer de forma ràpida. La recuperación del espiritu de las personas que han sufrido durante siglos o durante años cualquier trato de violencia del tipo que sea y que les haya menoscabado en algún punto de sus posibilidades humanas. La Ciencias no tienen por qué ser materias tristes. Los mayores avances científicos los han logrado siempre personas de espíritu alegre. Hay numerosos casos de eso en todas la Ciencias sean Exactas o sean simplemente Artísticas. Numerosos casos de hombres y mujeres geniales en muy diversos campos del saber, del arte y del entretenimiento, han sido siempre hombres y mujeres de gran humor, hombres y mujeres que saben reirse; pero no reirse de los demás sino reírse con los demás e incluso reírse de ellos mismos. Esos son los sabios y las sabias que necesita el Mundo para poder tener suficiente Felicidad como para saber que ésta empieza por la Fe. Y la Fe cristiana nunca ha sido una tristeza como muchos pueden pensar sino un gozo y una alegría como sabemos los que somos verdaderos cristianos y cristianas.

El espíritu libre es un espíritu tan feliz que sabe sonreír y reír siempre aunque a veces le toque pasar por momentos duros. El eterno retorno es una realidad. El eterno retorno a los que hemos sido en nuestra época de plena juventud inmarchitada. Ese eterno retorno es una posibiidad real tanto en lo espiritual como en lo físico. Algunos lo llaman milagros (yo también cito por eso el Milagro 16-18) pero la realidad es la acción natural de Dios hacia sus hijos a través de Jesucristo usando el espíritu Santo que anida en los cristianos verdaderos y las verdaderas cristianas. No es cuestión de crear crear superhombres. Eso ya no es una fantasía sino una distorsión de la fantasía. La mejor Fantasía que existe es la que parte de hombres y mujeres normales que, de pronto, sueñan con los ojos abiertos y son capaces de alcanzasr metas inimaginables. Pero no son superhombres ni supermujeres sino hombres y mujeres que supieron superarse (cosas muy distintas por cierto). Yo no puedo estar de acuerdo nunca con un nihilismo despreocupador de los problemas ajenos. Un mundo nuevo debe abandonar las práctica del nihiliso (el placer por el puro placer)sino que debe practicar la Felicidad y si somos nihilistas estamos dañando y perjudicando a muchos milllones de seres humanos. Debemos desterrar por tanto al nihilismo y suplantarlo por la verdadera Felicidad. Los nihilismos no son bohemia. La falsa bohemia es la bohemia disfrazada de toda clase de vicios (nihilismo al fin y al cabo). La veredadera bohemia es la de los que saben soñar con la felicidad y a la feliciad le añaden misterio, sana magia, ilusión, fantasía, imaginación y, por qué no, arte. Para conseguir esto no es necesario, para nada,
caer en los vicios aborrecibles (imaginad cualquier clase de vicio aborrecibe) sino todo lo contrario: ser tan limpios de corazón que, a pesar de las caídas, estar siempre dispuestos a la sonrisa, a la santidad (no tengáis nunca miedo de la verdadera palabra santidad que viene escrita en los Evangelios cristianos), al buen humor, al eterno retorno a la época de la primera primavera de nuestras edades juveniles. Haciendo esto, teniendo Fe en esto, se producen los milagros de Jesucristo.

Cuando me hablan de si el existencialismo es la verdad de la vida sólo me produce lástima, porque ¿cómo va a ser la verdad de la vida un existencialismo que, al final de todo un discurso oscurantista e imposible de descifrar para los menos letrados, llega al punto final de aborrecer la vida?. No debemos plantearnos el futuro como un existencialismo decadente producto del siglo XX, sino como una existencia. Y la existencia es todo lo contrario que el existencialismo pues ama la vida. La existencia humana debe amar la vida y no seguir a existencialistas que hasta se suicidan para quitarse la vida. Uno de los muchos idealismos decadentes que nos han introducido en la masa encefálica de nuestro cerebro para decirnos que no tiene ningún valor la vida. La vida no sólo tiene valor sino que es el único valor que, en realidad, existe. Por eso me alejo tanto del existencialismo decadente y oscuro y propongo la creación de un nuevo mundo basado en la existencia viva e interminable. Sin temores. Sin dudas. Con Fe. Cosas todas ellas que no tuvieron nunca en cuenta los existencialistas y por eso amargaron tantas vidas humanas hundiéndolas en el estrés y las depresiones anímicas.

La única perspectiva que para mí es válida es la perspectiva diáfana de cada nueva alba en que vuelvo a nacer. Soy el mismo pero cada día soy diferente. Y por eso en cada momento puedo jugar para superar al olvido.

Muchos son los que nos critican a quienes solemos sonreír, reír e incluso soltar alguna carcajada que otra en los tiempos de crisis que estamos atravesando. No conciben tal clase de sentimientos porque los tachan de pecados capitales o quizás de algo peor (de esquizofrenia o de locura); pero eso es precisamente lo necesario que debemos realizar para superar las verdaderas esquizofrenias y las verdaderas locuras que contienen las preposiciones de los poderosos: construir una Revolución de la Dignidad Humana a través de lo que es conocido como Risoterapia. No lo pueden comprender. No pueden comprender que ellos naden en la abundancia económica y en la abundancuia de sus poderes sociales, políticos y religiosoo y nosotros, que tenemos que construir un nuevo mundo cada día para poder subsistir, tengamos la capacidad humana que nos otorga el Principio Básico de la Humanidad: la Felicidad que empieza por Fe. La nueva formulación vital de la existencia humana debería ser siempre una forma de superación del misticismo esclotirizador y la angustia social que nos proponen los filósofos cercanos a la posmodernidad. Sería mucho más lógico para poder vivir saber sonreír, reir y, a veces, soltar una carcajada. La filosofía cercana al posmodernismo olvidaba saber reírse de sus propios errores (y eso que abundaban en errores verdaderamente grandes). Es necesario que se replantee el sistema de los valores que nos han impuesto con sus cargas de prepotencia negativa. Cosas tan poco serías como las manipulaciones económicas (que ellos plantean como cosas muy serias sin embargo) son dignas de ser enfrentadas con la sonrisa, con la risda o con la carcajada... para demostrar que la vida es mucho más que la bolsa de los valores bursátiles... que la vida son los valores humanos. En eso es necesario aplicar una Risoterapia general, hasta que, avergonzados por sus actitudes puedan llegar a comprrender por qué nos hemos olvidado ya de vivir en la angustia.

Lo común, la desgracia de esta vida actual, sólo ha consistido en aplicar soluciones de positivismo con cargas negativas. Es la trampa mortal de los que teniéndolo todo no saben lo que es tener todo. Les falta lo más esencial. Les falta la Fe de la Felicidad. Todo lo suyo es puro maquinismo y no... los humanos no debemos ni podemos ser nunca máquinas. Sería el final de la especie humana con corazón caliente. Y los corazones fríos, los corazones duros, no forman parte jamás de una existencia feliz.

En el principio era la Ética y la Moral. En el presente es el vacío. Hay que volver a retomar nuestra época juvenil y llenarla de nueva Ética y de nueva Moral. No de antigua Ética sino de nueva Ética. No de antigua Moral sino de nueva Moral. Pero cuando los cristianos hablamos de estas cosas creen que estasmos hablando de la prehistoria, de cuando no existían civilizaciones en el mundo. Y es que no se dan cuenta de que la Palabra de Dios es la mismad de ayer, de hoy y de mañana. Porque se han olvidado de Dios. Para ellos el Tiempo siempre es una medida lineal y siempre en progresión recta y aburrida. Son incapaces de saber que hay quienes podemos vivir el Tiempo de muy diversas maneras y no solamente como una línea temporal del aburrimiento. Debemos saber vivir con los pensamientos fuera de las horas del Tiempo, fuera de las horas de las esferas de sus relojes de lujo, porque la idea de la Felicidad se basa en un vivir lejos, muy lejos, del positivismo mecanicista del siglo XX. Ni somos máquinas ni debemos serlo jamás. Al menos debemos luchar para no serlo. Por eso no entienden que, cuanta mayor sea la cantidad de tecnología que nos impongan, mayores serán nuestras ganas de ser lo contrario: hombres y mujeres de carácter juvenil en el espíritu y en lo físico y para saber utilizar la Risoterpapia de la sonnrisa, la risa y la carcajada a tiempo. No. No lo pueden interpretar porque han anulado su pensamiento. Lo improtante es poder llevar el mensaje que reduzca esa anulación del pensamiento al grado número 0; o sea, a la inesistencia de su tiempo. Debemos construir nuestro propio tiempo sin permitir que nos lo sometan a sus relojes. Para eso basta sonreír, reir y carcajearnos, de vez en cuando, de su forma de vida tan ajena a la Felicidad por Fe. Sólo así podemos hacerles entender que alguna vez el mundo va a cambiar y ya sus escalas de valores, hoy mismo, no nos interesan para nada. Ni tan siquiera para poder subsistir; porque subsistimios gracias a la Voluntad de Dios.

Es lógico que los positivismos científicos queden cortos a la hora de elevar la categoría de cada ser humano. El primitivismo que proponemos no es un primitivismo antimecanicista sino un primititivismo espiritual; algo que sus estadísticas y sus números catastrales no pueden nunca descubrir ni decodificar. Saben cual es el Código de la Felicidad (la Fe insito) pero son incapaces de poder decodificarlo para poder entenderlo. Quienes somos profesionales de la Comunicación Social (periodistas) sabemos lo que esto significa. Y es que se olvidan de que los culpables de su infelicidad son ellos mismos hacia sí mismso, sólo productos de sus accciones contra sus propias acciones. Producto de mentes paradas en hileras esperando su turno para poder pensar. Como si el pensamiento lo hubiesen alineado en fila para poder exponerlo. Son incapaces de poder improvisar un pensamiento que no haya sido pensado y repensado mecánicamente durante meses enteros. Yo creo que el mundo histórico actual se divide en dos partes: los miméticos y los activistas. Y no hablo de lucha armada alguna. Hablo de actitudes humanas. Los miméticos se han sincronizado tanto que sólo son los eslabones de una mencánica cuántica, mientras que los activistas somos quienes estamos proponiendo una propuesta radicalmetne opuesta: la liberación del pensamiento humano.

El ocio es precisamente ese momento en que expresamos nuestra identidad. A menor tiempo de ocio mayor tiempo de impersonalidad. A mayor tiempo de ocio mayor tiempo de personalidad humana. Es la vida tomada al revés. Es la vida opuesta la que debemos proponernos como meta inicial para convertir nuestras vidas en existencias plenas. Precisamente los filósofos de la conciencia deberían ser capaces de crear una filosofía completa llena de optimismo y sin embargo han creado una filosofía llena de amargura, de grisácea existencia, de complejos de negatividad. El optimismo recuperador es ese deseo de vivir una vida en plenitud; una existencia eterna y total en donde todos tengamos nuestras conciencias desarolladas para saber que no somos ni números ni másquinas, que nuestro código humano es mucho más que un científico código genético. Que nuestra existencia va mucho más allá de todas esas propuestas. El yo, en este caso, sí que es importante. Muy importante. Llena tu yo para poder llenar el yo de los demás. Haz de mí un vaso nuevo, le decimos a Jesucristo, para que otros puedan beber de él. Por eso es necesario no ser jamás máquinas y no limitarnos a los códigos genéticos sino a las ganas de vivir con calidad y calidez humanas.

Muchos hobmres y mujeres han tenido tantas experiencias equivocadas que poseen el corazón de piedra. Y el corazón humano, cuando es humoan, sólo puede ser un corazón que late de manera caliente y cálida. Una vez recuperados estas clases de corazones humanos podemos cambiar el mundo y hacerlo en verdad feliz. Debemos romper con la cadena transmisora que nos convierte solo en un engranaje mecanicista nada más. Debemos romper con las programaciones que no nos ofrezcan las alternativas necesarias para ser nosotros mismos y nosotras mismas. Lo artificial, que tanto abunda en los medios de Comunciación Social, las Ciencias y las Artes, debe ser derribado por la natural que radica en la Comunicación Interpersonal, la Ciencia del optimisto y el Arte de la creatividad. Y os lo dice un comunicador social precisamente. La expresión vital no debe seguir siendo expresión de una artificialidad montada como entretenimiento para anular nuestras capacidades, sean cuales sean neustras capacidades, y debemos superar a los poderes económicos, sociales, religiosos y políticos para crear la "idealogía" de la que tanto os hablo. Los filósofos-sociólogos-psicólogos son capaces de medirnos y de anotar nuestras mediciones para sacar sus análisis como si de verdad supiesen quiénes somos y cómo pensamos en realidad. Se equivocan. Sólo pueden aproximarse a las lecturas aparentes, porque nuestra verdadera forma de ser y, nuestras verdaderas actitudes, nuestros verdaderos pensamientos que rigen nuestra propias maneras de actuar jamás podrán nunca conocerlas. Se olvidan de lo más esencial. Se olvidan que somos cristianos y que ellos desconocen la verdad de los ideales cristianos de tan metidos y absorbidos que están en la tarea dE medirnos a través de test psicotécnicos, estudios analíticos y mecanicistas métodos que ellos creen imposibles de rebatir. Se vuelven a equivocar y se volverán a equivocar cuantas veces sigan creyendo que nos conocen si es que no conocen la verdad de Jesucristo.

Las características de las actitudes de nuestra conciencia no son terreno público. Necesitan empezar a comprender que nos pertenecen, por derecho divino, a nuestro terreno privado, al terreno privado de nuestra conciencia pura porque ahí, en nuestra propia conciencia pura, radica nuestra verdadera identidad. No pueden explicarse que sus cáculos y sus medidas fallen una vez tras otra. Insisto. Nunca han leído de verdad la Biblia. Sólo saben de vademecums médicos pero desconocen la verdad de nuestras actitudes que simplemente son las actitudes y los valores éticos y morales propuestos por Jesucristo. A pesar de sus enormes errores, son tan enfáticamente orgullosos, que nunca reconocen que se están equivocando, que nunca son capaces de darse cuenta que sus mecánicos estudios sólo son pura superficialidad. Que sus test no son los test que dgobiernan nuestros corazones y que sus anñalisis non podrñan nunca entienden qué clase de vida es la vida que habita en nuestras almas. No pueden imaginarse que el Espiritu Santo nos guía y por eso sonreímos, reimos y hasta a veces soltamos carcajadas ante sus propiso diagnósticos siempre erráticos, siempre perdidos en montones de datos prefabricados, pero jamás inherentes a nuestra verdadera y espontánea personalidad.

En este mundo actual la lógica del lenguaje dice claramente que cuando escribimos nuestras existencias en cuadernos de cualquier color, estamos pronunciando la palabra Libertad llena de multiplicidades unívocas y únicas. Comprender este tipo de lenguaje es comprendernos a nosotros mismos y, una vez comprendidos a nosotros mismos, ya no necesitamos nada más que comprender sólo aquello que deseamos de verdad: compartir con nuestra pareja (y hablo de un sólo hombre y una sóla mujer) lo que hemos elegido como forma de ser. Esa unión cristiana que bendice a un hombre y a una mujer (y h
Diesel01 de octubre de 2010

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