Ahora que mi Princesa me ha regalado una gorra de los Estados Unidos de Norteamérica confieso, y me siento orgulloso de confesarlo, que me gustan los Estados Unidos de Norteamérica. Y no hablo por hablar ni escribo por escribir sino que mis experiencias en esa nación siempre han sido agradables y todos los norteamericanos y norteamericanas que he conocido y conozco me caen bien porque son excelentes personas. Conozco Florida. Conozco Washington. Conozco Connecticut. En todos esos Estados norteamericanos siempre me han tratado de manera especialmente agradable y sólo tengo elogios para los Estados Unidos de Norteamérica porque les tengo una gratitud inmensa.

Tierra de buenas personas donde se acoge a las buenas personas. En Miami he pasado jornadas inolvidables. En la capital norteamericana he pasado jornadas inolvidables. Y en Connecticut he pasado jornadas inolvidables. Además tengo familiares inolvidables en aquellas tierras, incluyendo también Alabama y California. Tengo tan especiales recuerdos, y tan inmejorablemente buenos, de mis estadías en los Estados Unidos de Norteamérica, donde siempre he sido acogido y tratado con gran amistad que hoy, a 25 de junio del año 2014 después de Jesucristo, llevo una gorra norteamericana con todo gusto y placer.

Momentos inolvidables que se han grabado en mi memoria. Podría contar numerosas anécdotas de mi paso por los Estados Unidos de Norteamérica. Puedo decir que me invitaron a comer en el comedor de la ONU, y me dejaron entrar en la Sala de Conferencias de la Asamblea General. Puedo decir que siempre he paseado feliz por las calles de Nueva York, por la Quinta Avenida y por el Empire State Building. Puedo decir que me lo pasé en grande en Orlando visitando Disneylandia. Puedo decir que mis paseos por Connecticut, en completa libertad de movimientos, han sido de verdadero placer. En Miami muchos me saludaron y a muchos les saludé. Y siempre con la verdadera amistad por delante. Por eso deseo que la Selección de Fútbol de los Estados Unidos de Norteamérica no sólo pase a Octavos de Final de la Copa del Mundo Brasil 2014 sino que sea una de las grandes sorpresas del Campeonato. Se lo merecen. Y como lo cortés no quita lo valiente afirmo que admiro la gran bondad y el gran valor que tiene el pueblo norteamericano y su sentido de la Libertad. Siempre que visito esa nación me siento liberado del todo. Si a mi amigo Carlos esto no le gusta... pues lo siento pero yo me siento encantado de decirlo y proclamarlo a los cuatro vientos... para dejar las cosas bien claras. Lo anoto en mi Diario para nunca olvidarlo jamás. Y recuerdo que hoy he practicado Senderismo con mi gorra norteamericana como homenaje a tan grande nación en todos los sentidos de la palabra grande.

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1 Comentarios

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  Diesel

  Gracias y mil veces gracias a los estadounidenses por haberme abierto siempre las puertas de su país. Lo que digan los pro rusos me es indiferente del todo; porque no me sirve para nada la teoría marxista (un tocho imposible de digerir) sino las ganas de vivir con las que gozo cuando estoy en Estados Unidos. Chao.

  29/06/14 01:06