Tú por las calles negras y yo por las negras calles; los dos bajo una lluvia ácida de alma densa. Jamás podremos abrazarnos en el laberinto ni tú ni yo que andamos por las calles negras y las negras calles de nuestro perpetuo desencuentro. Se interpondrá siempre, entre nosotros, la nada tuya y la nada mía y entre la doble nada de nosotros dos, los días serán un ahogarse sin medida. Y se apagará todo lo de alrededor. Y la luz, cuando vuelva, nos volverá a mostrar una vez más como desencuentro cuando nos crucemos tú por las calles negras y yo por las negras calles. Total: un perpetuo desencuentro. Quizás (y a lo sumo) un ligero cruzarse sin mirarnos...

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

6 Comentarios

• 

  Dama

  un estar sin saber verse.
  Que lio me he montado leyendote...
  
  Besotes

  29/01/09 06:01

• 

  Mejorana

  Una pena Diesel.
  M?rala aunque sea de reojillo.
  *
  _ Si se la ve que te come con los ojos y el baile de caderas.
  M?rala aunque sea de reojillo hombre.
  S?lo por una vez.
  

  29/01/09 08:01

• 

  Diesel

  Vaya l?o, Damita. la verdad es que en las noches negras y en las negas nches (que se cruzan pero sn distintas) es dif?cil encontrarse para algo m?s que un simple vagar por las nadas. Bueno. Es que etoy un poco filos?fico... jejeje... un besazo bonita.

  29/01/09 10:01

• 

  Diesel

  Miremos de reojo, Mejorana... y hagamos un saludo. En medio de la noche oscura todos los ojos se vuelven negros o por lo menos desde cierta distancia. Acercarse mucho m?s es peligroso... jejejejeje....

  29/01/09 11:01

• 

  Ada

  rara muy rara tu7 reflexion ;)

  01/02/09 12:02

• 

  Diesel

  A veces, Ada, mescribimos en nuevos contextos... con nuevas int3rpetaciones... abriendo nel camino a nuevas experiencias literarias. Un besote sincero y grande.

  01/02/09 12:02