Te amaba y me compré las zapatillas marca infarto que tanto deseabas. Quisiste que me tatuara en el pene el apellido alemán de tu padre, y lo hice. Sufrí cuanto fui capaz. Estoy destrozado, como si una pierna no fuera real y la otra respondiera al sonido del celular. Sabes que sólo me gusta uno de tus ojos. Lo siento, pero los dos eran demasiado debido a mi dilexia. Ese día, cuando quisiste consumar el acto sexual, no supe qué hacer. Vi tu cuerpo de ninfa, esparcido sobre la cama y tus pechos ocupando la mitad del espacio y una selva tropical dominando tu pubis, mientras mi vida se ahogaba en un grito y en la feroz diarrea por haber tomado para estar como hombre ante tu hamburguesa sexual. Te dio rabia y asco mi actitud. Me arrojaste un cenicero y luego tu inmenso sujetador que casi me dejo sin aire. Salí corriendo y desprecié el dejarte abandonada. Gritabas, gritabas llamándome cobarde, incluso saliste al balcón voluminosa y esméril, para mostrarme toda tu verdad.
Hoy sufro, sufro por la pena misma, Me has llamado desde ese lugar donde vives rodeada de cerditos y un inmenso toro que persigue a tu hermano Hermafrodo. Perdona si no fui capaz de ofrecerte toda la masculinidad ahorrada en la hucha de mis testículos. ¡ Dame una sola oportunidad, te lo ruego ! : déjame olvidarte.

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3 Comentarios

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  Superandoloimposible

  Es un textos sorprendente. No te esperas lo que cuentas. Son las palabras justas para describir esa escena, que da mucho que pensar. Es bueno leer de vez en cuando un relato cómico de este estilo, gracias por tu aportacion. Un gran veso (sí, con v, de valentía)

  27/05/15 11:05

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  Indigo

  Jajaja! tienes buenos recursos humorísticos, una puesta en escena tipo Molière, y la chica es una combinación como salida de Botero con Lovecraft, jajaja!
  
  Gracias por divertirme.

  28/05/15 02:05

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  Polaris

  Mi madre, eres muy bueno amigo, pero que muy bueno, me quito el sombre ante ti.
  
  
  Pol.

  10/06/15 01:06