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Invitación a Escribir

Saludos a todos. De nuevo mi agrado de estar entre ustedes, con otra propuesta de matiz parecido a lo anterior. Esta vez en el género “MICROCUENTO DE FICCIÓN-TERROR” que tenga un máximo de 1.300 caracteres, contando espacios en blanco. (Para contarlas en el procesador de textos Word, acudir al menú "Herramientas", y abrir "Contar palabras"). Que la narración (no en poesía) cumpla los requisitos de atraer, inquietar y mantener en vilo al lector.
El resultado esperado de mi propuesta es el mismo, el divertimiento entre todos. La condición del texto igual a la anterior proposición, colocarlo en comentarios sin protocolo, saludos etc. Gracias amigos.
*NOTA: Si alguno tiene una frase, tema o género de su iniciativa, es libre de exponerlo aquí mismo, en comentarios, para la próxima vez.

La frase de arranque es la siguiente:

A lo largo de la carretera había árboles de aspecto fúnebre, con follaje de un color triste y frutas de un violeta mortecino; y, más allá de los árboles, había una fila de obeliscos monumentales,

Dixit01 de abril de 2012

26 Comentarios

  • Beth

    Mientras conducía su coche y escuchaba música country, iba pensando que era el paisaje lógico para que se encontrase un cadáver; aunque le apenaba pensar que el primer asesinato que habría de cubrir ella sola como periodista del diario "Sensaciones" tuviese que ser el de una pobre chica de veinte años, en la flor de la vida...

    01/04/12 11:04

  • Dixit

    Gracias Beth por tú aporte.
    Saludos.

    01/04/12 11:04

  • Libelle

    A lo largo de la carretera había árboles de aspecto fúnebre, con follaje de un color triste y frutas de un violeta mortecino; y, más allá de los árboles, había una fila de obeliscos monumentales.
    Todo era como lo recordaba en su memoria había estado hay cientos de veces con su madre y demás vecinos del pueblo.
    Rememoró paso a paso el ritual aun podía ver al hoguera en el circulo que formaban los obeliscos el olor a carne chamuscada y esa luna que de pronto se cubría los ojos con un velo rojo .
    Camino un poco mas se acerco al círculo removió las piedras y observo el tamaño de los huesos.
    Y musito
    –Diez años como mucho 12
    Suspiro y cerró los ojos, como tantas veces había hecho de niña cuando veía a los mayores sacrificar a uno de los suyos y se alegro de no tener esa marca.

    02/04/12 02:04

  • Libelle

    Perdón si hay alguna falta en el texto

    02/04/12 05:04

  • Dixit

    Ever, bienvenida tú contribución que transporta a ese lugar terrorífico, producto de tú capacidad desbordante.

    Gracias! y mi saludo.

    02/04/12 07:04

  • Dixit

    Libelle hola. Lo esotérico unido a ceremoniales extraños de alguna cultura ¿perdida en el tiempo?
    No te preocupes por algún error, que lo importante es que nos recreas con tú lienzo, se entiende perfectamente la historia.

    Gracias amiga por tú consecuente intervención.

    02/04/12 07:04

  • Dixit

    Beth, disculpa lo corto de mi mensaje, estaba de paso ayer, con poco tiempo. Te he leído y tienes procesos literarios profusos. Una sugerencia si me lo permites ¿Que tal si fuera un poquito más largo? indudable que sería un texto de mucho atractivo.

    Un placer amiga, reitero mi saludo a tú iniciativa.

    02/04/12 07:04

  • Dixit

    Ahora son seis los obeliscos... le diste un remate convincente y efectivo a lo narrado. Todo una pesadilla de suspenso y horror.

    Gracias por volver por aquí Democles, ¡Un saludo con garras!

    02/04/12 08:04

  • Mary

    Esta interesante la propuesta, y lo mejor es que me animó a crear algo,
    en cuanto lo tenga lo subo ;)

    02/04/12 08:04

  • Mary

    A lo largo de la carretera había arboles de aspecto fúnebre, con follaje de un color triste y frutas de un violeta mortecino, y, mas allá de los arboles, había una fila de obeliscos monumentales.* Atraída por la belleza del paisaje que se le ofrecía ante los ojos se vio obligada a pedalear más deprisa hasta encontrarse junto al primero de los obeliscos. Bajo de la bicicleta y con la cámara en la mano busco la posición optima para sacar una buena foto. Puso la cámara en vertical para captar toda la altura de un obelisco en el que incidía la luz del atardecer de una forma que le pareció muy especial. Disparo y reviso la imagen para ver el resultado; no era lo que esperaba. La imagen salía más oscura de lo que debería, pero se veía un pequeño destello morado al lado de una piedra que se hallaba justo en el pie del obelisco. Se acerco para ver de que se trataba, y grade fue su sorpresa al ver que la pequeña lucecita morada provenía del aniño de un hada de diminuto tamaño que estaba escondida tras la piedra curioseando. El hada lucia ropas harapientas y ojos llorosos. El anillo que llevaba colgando del cuello tenia incrustada una piedra filosa con mucho brillo que desentonaba por completo con el resto de indumentaria. La chica dudo un momento y luego la cogió entre sus manos y le pregunto el porque de su situación tan precaria. El hada le conto que la habían desterrado del bosque porque creían que su alma ya no era pura porque habían visto gotas de sangre que manchaban la piedra de su anillo. La pequeña hada se lamentaba en sus manos diciendo que ellos no tenían razón. Calló por unos segundos, y paso a reírse con carcajadas sonoras. Ante el desconcierto de la chica el hada salto de sus manos al cuello y la degolló con la piedra morada de su anillo. Se desangro poco a poco y murió. El hada la miro a los ojos y pensó; en realidad si llevaban razón.

    02/04/12 10:04

  • Libelle

    Ah me encantaron todos pero el de Mari y Democles me, dejaron ese,regusto a miedo . Gracias a todos y a Dixt por la idea

    03/04/12 07:04

  • Dixit

    Bienvenida Mary y agradezco la recepción al presentar tú escrito fantástico, contribuyendo a la comunicación de vertientes o géneros de relatos.
    Por aquí te esperamos nuevamente. Continuaré. Saludos!

    04/04/12 12:04

  • Dixit

    Libelle, me anima la amabilidad y el entusiasmo que te acompaña, gracias por tú apoyo a esta experiencia que nos damos entre todos.

    04/04/12 12:04

  • Asun

    Dixit, un pelín tarde me uno a la propuesta, aunque ya no lo va a leer nadie, espero que tu si lo leas.
    A lo largo de la carretera había árboles de aspecto fúnebre, con follaje de un color triste y frutas de un violeta mortecino; y, más allá de los árboles, había una fila de obeliscos monumentales.
    Aquí es, dijiste muy satisfecho. Y efectivamente tuve que felicitarte: el lugar era imponente. Los obeliscos alineados terminaban en dos exactamente iguales en su forma, pero de diferente composición, aunque los dos eran de origen granítico en uno predominaba el basalto, y en el otro el cuarzo. Esto hacia que el uno fuera casi negro y el otro de un blanco purísimo.
    -Mira son dos gigantes guerreros desafiándose, uno frente a otro. Yo soy este.- y pusiste tu mano sobre el obelisco negro.
    -Vaya imaginación, pues entonces yo seré este.- e hice lo mismo apoyando mi mano sobre el blanco.
    Inmediatamente después sufrimos una sacudida y todo se transformó. Los obeliscos y el lugar entero giró a nuestro alrededor y nos vimos en la misma explanada, con los torsos desnudos, únicamente ataviados por unos cortos faldones de piel. Y portábamos unas enormes y macizas mazas. Un griterío ensordecedor nos rodeaba y cientos de “personas” nos apremiaban a luchar con una única voz: ¡MUERTE ¡ A la que obedecimos con una brutal descarga de nuestras mazas…
    ------------------------------

    09/04/12 05:04

  • Nemo

    Éstas propuestas me gustan mucho y aunque muy tarde (me imagino) mando mi escrito... Saludos!!

    A lo largo de la carretera había árboles de aspecto fúnebre, con follaje de un color triste y frutas de un violeta mortecino; y, más allá de los árboles, había una fila de obeliscos monumentales que se movían junto con él a lo largo del asfalto.
    El estruendo era brutal. Las zancadas de los Dioses.
    Frenó de forma abrupta y las enormes piedras lo hicieron también. El auto derrapó unos segundos en el acotamiento para después detenerse por completo en medio de una nube densa de polvo. La desfallecida luz de una tarde moribunda se colaba entre las partículas de tierra formando un sin número de haces ocres y brillosos. El espectáculo le recordó las ruedas luminosas de una discoteca.
    El ruido continuó llenando cada centímetro del universo. Colisiones de montañas. Fusión de estrellas. Aseguró que su tímpano saldría despedido hacia su cerebro con un escupitajo.
    Silencio…
    Abrió los ojos. El polvo seguía en su danza circundante. Esperó…
    Sentía que su piel aún vibraba
    Abrió la puerta; su pierna izquierda salió y el resto de su cuerpo la siguió.
    Poco a poco el polvo se convirtió en una tersa sábana y logró mirar:
    Los Obeliscos habían formado una valla circular alrededor del auto…y susurraban alguna sentencia con un murmullo resbaloso pero tajante.
    Supo lo que pasaría…
    Se encaminó a la parte trasera de su auto y sacó un costal de la cajuela. Con la calma del condenado le quitó el lazo y un obelisco pequeño apareció ante unos ojos ya carentes de brillo.
    Lo depositó en el suelo. De inmediato el obelisco comenzó a sacudirse y el murmullo se hizo insoportable al rebotar en las negras paredes de los obeliscos más grandes. El suelo tembló y con una danza saltarina el obelisco se fue acercando a los enormes muros de los otros hasta que los atravesó y se perdió de vista en medio de un impenetrable silencio.
    En parte se sintió aliviado. Se lo advirtieron y él se burló.
    Con toda tranquilidad se recostó encima de la parte delantera del auto como hacía tantos siglos lo había hecho para mirar las estrellas. Sonrió…
    El murmullo reinició su sentencia.
    El pequeño círculo de cielo estrellado se fue apagando conforme las grandes piedras le caían encima…

    10/04/12 04:04

  • Dixit

    Amiga Asun, me ha encantado lo que has escrito, creativo y atractivo y ese final me recordó a los gladiadores de las antiguas arenas romanas.
    Estaba de paseo en estos días, por eso mi ausencia y retorné hoy encontrando tu texto, gracias por participar, nunca es tarde, además como no es un certamen, igual da cuando lo suban.
    Saludos.

    10/04/12 04:04

  • Dixit

    Nemo, aplauso a lo que has narrado amigo, bienvenido tú escrito lleno de extrañas referencias sobre esos obeliscos enigmáticos, y como le decía a Asun, esta propuesta me place hacerla y no hay límite en el tiempo para colocar algún escrito a todo el que lo desee, me alegra que te guste participar. Por aquí nos seguimos leyendo. Continuaré dentro de poco. Gracias.

    10/04/12 04:04

  • Libelle

    Eo yo si lei Asun dos obeliscos magicos me gusto y el de nemo.tambien Saludos

    10/04/12 06:04

  • Nemo

    He leído todos los escritos. Son excelentes. Llenos de imaginación.
    Saludos!!

    11/04/12 04:04

  • Dixit

    Mi simpatía y agrado a los amigos y amigas.
    Saludos amistosos.

    12/04/12 05:04

  • Indigo

    Me sumo a los comentarios y voy con mi aporte en esta oportunidad. Saludos.

    13/04/12 11:04

  • Indigo

    A lo largo de la carretera había árboles de aspecto fúnebre, con follaje de un color triste y frutas de un violeta mortecino; y, más allá de los árboles, había una fila de obeliscos monumentales, que es nuestro objetivo, reverberando entre una bruma azulada envolvente del taciturno paraje. Dejamos las naves a la orilla. Un helado silencio nos contagia mientras observamos cautelosos; nos quitamos los cascos. La atmósfera es algo acre pero respirable. El pergamino en mis manos describía con exactitud aquellas asombrosas figuras atadas a milenios de leyendas e importantes magos y alquimistas.
    ¿Hemos llegado? ¬-preguntó Renac- Si, todo nos lo indica -respondí- y ella presagiando la más tenebrosa situación, me abrazó como jamás lo había hecho.

    Caminamos por una calzada de ladrillos tejidos de musgo, conduce al centro de la acrópolis. A los lados contemplamos esculturas de lúgubre belleza, roídos mármoles que hoy a 1.200 años son una solemne ruina, el planeta ha envejecido, estos mudos monumentos de lo que fue una esplendorosa arquitectura, descansan en aparente olvido; osadas cúpulas, opulentas mansiones, abandonados jardines, terrazas desafiando leyes físicas y ciencias olvidadas, torres con maravillosos mosaicos... en todas las oquedades trajinan imágenes fantasmagóricas.

    Avanzamos a través de penumbrosos paisajes y pronto arribamos al Mausoleo Señorial; es el centro místico astral, lugar de descanso de nuestros gloriosos antecesores. Un delicado sonido se propaga, es el “Réquiem Vitae é mortis”, estamos ante los 13 colosales obeliscos de bronce, al pié de cada uno se leen epitafios turbadores y en la cúspide están coronados con esculturas de dioses y magos poderosos.
    El sol moribundo se oscurece, es la señal, así lo dicen las profecías de los astrólogos con sus precisos cálculos, es el vigésimo cuarto ciclo.

    Desde su sepulcro hace presencia la Pitonisa Beel que con su erudición nos iniciará, somos sus discípulos elegidos para el florecimiento de las artes de la magia y hechicería, extraviadas por el paso de largos siglos y para que cumplamos la promesa de nuestro pueblo, de avasallar a los reyes lujuriosos y decadentes de los planetas vecinos.
    Todo se ha consumado, ahora comprendo, pronto renacerán en nosotros los antiguos nigromantes -dice Renac con una sonrisa cómplice. Así es -le manifesté.
    La Pitonisa Beel lo celebra. -Comencemos.

    13/04/12 11:04

  • Danae

    A lo largo de la carretera había árboles de aspecto fúnebre, con follaje de un color triste y frutas de un violeta mortecino; y, más allá de los árboles, había una fila de obeliscos monumentales.
    Era cuanto quedaba en pie de la ciudad tras la Gran Destrucción, 50 años atrás. Los árboles eran de una especie desconocida. En cuanto a los obeliscos, fueron encontrados en un lugar recóndito de la Selva de Tarazonia, y regalados por el gobierno de ese país en agradecimiento por la ayuda prestada por la ciudad en la hambruna del año 2200. Los indígenas de Tarazonia los llaman los obeliscos malditos. Sobre su piedra está grabada una escritura cuneiforme no descifrada, y los nativos afirman que guarda la profecía de la Gran Destrucción.
    Tras su traslado a la Plaza Universal, en el centro de la antaño populosa y rica ciudad, un mal desconocido aquejó a habitantes y a edificios. Los ciudadanos morían en medio de terribles dolores, y las construcciones caían, desmoronándose hasta convertirse en simple gravilla.
    Y de la misma manera que sorprendió su actividad, sorprendió su cese, mientras se disipaba la espesa niebla que cubría los árboles y obeliscos, testigos mudos de la Gran Destrucción.
    A día de hoy, los arqueólogos siguen trabajando en revelar el ominoso secreto de los obeliscos.

    14/04/12 02:04

  • Dixit

    ¡Buenas Indigo!
    Extraña leyenda y activo relato, tanto que percibí el olor penetrante y subterráneo de la pitonisa Beel (jaja, bromeando). Gracias amigo.

    Hola Danae! enhorabuena con tú magnífica ocurrencia, absorbida por mi con gusto. Saludos cariñosos y gracias por tu presencia. Pronto voy con otra propuesta, estás invitada.

    14/04/12 04:04

  • Asun

    Vaya parece que la gente se sigue sumando a la idea, y todos los relatos resultan interesantes.
    Yo no dejo de pensar en el mio, porque tiene un fallo imperdonable. Y como no se la manera de editar comentarios, no lo he podido cambiar. Aunque nadie caiga en la cuenta yo sigo pensando en ello.
    Se trata de la parte en que hablo de la composición de los obeliscos, digo que son de origen granítico, y luego que en uno de ellos digo que predomina el basalto. Error, el basalto no es componente del granito (cuarzo, mica, feldespato) y ningún componente del granito es negro.
    Aunque se que simplemente es un relato entre amigos, a mi este error me trae de cabeza.
    Saludos.
    Otra cosa yo lo voy a arreglar, y pregunto lo puedo compartir, como un micro mio? eso si, quitaría la frase inicial de la que hemos partido todos.

    17/04/12 02:04

  • Dixit

    Hola Asun, en realidad no me he dado cuenta de ese detalle geológico y consulté; lo que nos aclaras es cierto y nos ilustras. Más no desmejora el escrito, lo interesante es la contribución hecha. En cuanto ha hacerlo como dices como trabajo aparte, es de tú libre elección, igual seguro recreas con lo que escribas. He estado ausente por mi trabajo, pero siempre regreso por aquí.
    Un gusto saber de ti, saludos.

    17/04/12 08:04

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