Repose hebra desteñida en tu boca negra,
cuajándome me torne coral en el arrecife,
con mi pecho desnudo
trate de colonizar territorio incólume.
Que comarca tan inhóspita
¡¡Oh Como te amé, dominio virginal!!
Mas los campos eran estériles,
tierra seca, sin madre e hijos.
Qué llagas más lastimeras dejaste en el coral.
Heme aquí, tierra inhóspita.
Secuestrado estas cada tarde
por la embriaguez que te produce el agua ardiente.
Llevas un habano en el bolsillo de tu pantalón,
ropas andrajosas y un bastón de rebeldía.
¡¡Oh Como te amé, dominio virginal!!
El coral respira tú aliento, se posa en tu bastón
y aspira ser el habano en tú bolsillo
