Ahora que estoy lejos de tu mirada,
cuando ya me acostumbré a tu calma.
Cada que mire atrás y no vea tu llegada
sentiré cómo se consume mi alma.
Ahora que te fuiste de este mundo
a cuidar a los ángeles que te cantan,
quiero que guíes bien a cada uno
para que del cielo no pierdan su mañana.
Se me consume la vida cada día que pasa.
Siento que no respiro cuando la verdad ataca.
"No te vallas" te imploré, tu dijiste "calla",
y me quedé a tu lado, justo donde me faltas.
Se me consume la vida al calor del llanto
porque nunca acepté que el mundo se fue abajo.
Se me consume la vida al recordar tu agonía
y el regocijo me envuelve cuando pienso en tu sonrisa.
Te imploré que no te fueras y hoy te marchaste
sin saber que mi alma te agradece el viaje.
Te fuiste sin saber que mi vida a color pintaste
y que se torna en gris al sentir éste coraje.
Se me consume la vida
porque falta nuestro día,
porque se fue la alegría
que me trajo tu sonrisa.
Se me consume la vida y me apago lentamente
porque no te dije que te aprecio hasta el presente.
Se me consume la vida porque tu ausencia me envuelve
pero sé que desde el cielo me cuidarás por siempre.
Hoy no sé si debo odiarte o agradecerte
por cada día de alegría que compartimos.
Y me niego a despedirme para siempre
porque espero nuevamente estar contigo.
Me dejaste y es imposible odiarte
porque no fue tu decisión, fue el destino.
Tu quisiste una vez más abrazarme
y estar ahora entre tus brazos yo lo pido.
Siento imposible evitar la fuga de mi vida
porque tu ausencia le quitó el sentido.
Se me consume la vida y lentos van los días.
Sólo queda la esperanza de toparme en tu camino.
Hermosos y dulces tus versos llenos de un elevado sentimiento poético.
Me alegro de leerte.
De hecho, te leo con frecuencia aunque no tenga tiempo de comentar.
