Música Estroboscópica
Fue entre la música que vi que tu cuerpo entre mil luce tan divino.
Ya ninguno de los dos sólo se quedó y comenzamos a advertirnos.
Sin despertar del éxtasis final cada uno observó los ojos del destino
y fue así como nosotros, en un rave alucinógeno, muy a fondo convivimos.
Fue con las intermitentes luces que noté lo bien que luces mientras me bailabas.
En la pista nuestros cuerpos, a oscuras y en destellos, nuestras almas alejaban.
A centímetros probamos cada sentido humano y los placeres que me creabas
sin pensar en los rumores y palabras de las personas que esa noche nos rodeaban.
Lograrás que el viejo barrio nos detenga. Si es posible nos iremos lo más lejos de esta tierra.
A mi gusto verte es la iniciativa de lo que más tarde se convertiría en una noche inolvidable.
Los sonidos nos envuelven en la pista y hacen trizas nuestras mentes y te conviertes en mi fiera.
Tu aroma me embriaga y tus sabores impresionantes hacen de tu cuerpo mi tesoro más flamante.
Ni la sed arruinará lo que hasta ahora entre nosotros ha pasado.
Tu conviertes lo que tocas en una incontrolable llamarada.
En segundos tus ritmos han conseguido que mi pasado sea olvidado.
Yo con gran placer en cada noche podré responder a tu llamada.
Y bailas como si todo fuera a terminar en una explosión sangrante
proveniente de los voces de todos aquellos que con morbo nos rodean.
Nuestro baile hoy se convertirá en lo que será la noche más salvaje.
Cada uno de nosotros, entre las sombras de esta fiesta, al otro lo desea.
Lograrás que el viejo barrio esta noche nos detenga
pero es más importante tu cuerpo al bailar ante mi vista.
Si es posible nos iremos lo más lejos de esta tierra
a un lugar donde vivamos sin rastro y sin ni dar pista.
Yo te veré bailar y recorrer cada parte de mi cuerpo con tus manos.
Al público decimos que nos enamoramos con la estridente música.
Te sentiré y saborearé los besos que en mi cuello dejes marcados
y saliendo del lugar nos marcharemos para dar inicio a una velada única.
