Sin Vida
Ya no puedo en el olvido vivir si no tengo una de tus sonrisas, todo por no saber que amarte demasiado es un error si no me miras. Ya no puedo a tu lado estar sin que en mí se muera la esperanza de que un beso tuyo aparezca y me regrese al cuerpo mi alma.
Es por eso que, amor mío, me despido de todo lo tuyo que me mata, de todo aquello que le traiga a mi mente una pizca de tu añoranza. Me voy lejos de tu esencia y lejos de cada día que pasamos juntos compartiendo las dulzuras de la vida que una vez nos llenó de gusto.
No aguanto más las ganas de decirte que te amo y por eso me despido para evitar un sufrimiento que entre ambos causará un feo torbellino. Te entregué todo lo que soy, todo lo que tengo y todo lo que quise, sacrificando una dignidad mortal para todo lo que nunca fuiste.
Mi vida, qué injusto es que el mundo entienda lo que tu aún no sabes y que el silencio se apodere de mis labios y lo que siento te callen, todo por tenerle miedo a ese reproche que, puede, venga de tu parte.
Si supieras que te quiero no habría diferencia en lo que he decidido, porque en tu vida mi valor ha decaído desde nuestro beso escondido. Hoy me voy porque he sido muy cobarde al enfrentarme a tu mirada. Me marcho lejos del camino que me trajo a unos pasos de tu mañana.
Todo lo que por ti siento es puro, es bello y es un mal augurio, y me dice que me guarde el sentimiento en un lugar profundo. Hoy mi corazón se muere lentamente por lo que no te está gritando y me marcho porque no aguantará callarse todo lo que va guardando.
Hay vida, aun cuando el camino sea duro y me lleve a la deriva. Si en la locura pierdo lo que tengo y me entrego a la desdicha, pido que la vida me alcance para darte un poquito de alegría.
Sin vida, me quedo con el vacío que provocó hace tiempo tu lejanía y con tristeza rememoro el momento en el que te dí mi bienvenida. Sin ti me quedo porque no me atrevo a revelarte mi secreta agonía.
