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Vago

Soy un lindo gatito y me llaman Vago… ¿por qué será?
Soy blanco y adorable, según dicen…
Mi hobby es escaparme y vagabundear por los tejados, hurgando cada escondrijo y husmeando por cada ventana o mirilla.
Adoro conquistar a todas las mininas lindas del vecindario, a veces me toca pelear por ellas pero igualmente valen la pena los golpes y rasguños si el premio es una gatita dulce y mimosa. Aunque me he ganado mala fama entre los habitantes del barrio porque dicen que he preñado a todas sus gatitas y les aconsejan a mis dueños que me hagan castrar para que me vuelva mas hogareño y menos vagabundo. Y supongo que, después de lo que les voy a contar, es muy probable que acepten el consejo…
Pertenezco a un hogar muy lindo, donde padre, madre y dos hermosos chicos de 10 y 12 años conviven en armonía, con todos los altos y bajos que existen en todas las historias familiares.
Pero a mí, particularmente, todos me miman y consienten por igual. Me alimentan y cuidan con mucha ternura y dedicación.
En honor a la verdad, soy un gato con mucha suerte!
Pero hace como tres semanas atrás, en una de mis usuales escapadas, caí en una alcantarilla muy enmarañada y, aunque hago alardes de mis muchas habilidades y mañas, esta vez se me complicó la situación y mucho. Me encontré atrapado y todos mis esfuerzos no rendían para lograr salir del ese lugar tan sucio y feo. Estuve allí cautivo por muchas horas, el hambre y el susto hacían que mis fuerzas flaquearan y, de verdad, pensé que se habrían agotado mis siete vidas. Pero un golpe de suerte me ayudó cuando encontré un pequeño hueco por el cual me metí y así logré salir por una boca de visita de las cloacas.
Estaba hecho un desastre, sucio y hediondo. No quise llegar así a mi hogar por miedo a ser regañado o que me metieran bajo el agua fría para quitarme toda esa porquería.
Así es que me subí al techo y miré por la claraboya que da al living de la casa Desde allí vi a los 4 integrantes de “mi” familia muy tristes, lloraban inconsolables frente a una caja que estaba cerrada.
Yo no entendía nada.
Pero me quedé perplejo cuando los escuché hablar de mí y lamentar dolorosamente mi muerte.
Hablaban de un tren que supuestamente me había atropellado, que un vecino me había recogido y me había entregado en esa caja cerrada, advirtiendo no abrirla porque yo estaba destrozado.
Yo no sabía si entristecerme o morirme de la risa pero si me veían así de asqueroso seguramente sí que me matarían pero a palos, así es que decidí permanecer escondido hasta resolver mi catastrófico estado.
Al rato vi que se levantaron los cuatro y, tomando la caja que tenían frente a ellos, se encaminaron hacia el final del patio, donde estaba el árbol de limones.
Cavaron allí un pozo y colocaron la caja para luego volver a echar la tierra encima hasta quedar complemente tapada la fosa.
Escuché que algo decían pero no lograba entender las palabras, sólo se oían los sollozos y se les veía muy abatidos.
Acto seguido, volvieron a entrar en la casa, tratando de contener y disipar las lágrimas.
En ese preciso momento, una de las tejas cedió debajo de mis patitas, caí como por un tobogán y fui a dar con mis huesos justo sobre las hortensias, las preferidas de mi dueña…
Cuando escucharon semejante algarabía salieron todos corriendo al jardín, al verme allí sus lágrimas se tornaron en risas y me levantaron y se abrazaron y yo me sentí el más querido y privilegiado de los gatos de este mundo!
Edgar20 de enero de 2009

1 Comentarios

  • Irlandesita19

    Que linda historia la de este gatito... :)
    Pobrecito, el pensando que le rega?arian y lo unico que deseaban era que volviera, y asi lo hizo, como caido del cielo para ellos.
    Bueno y breve, me ha gustado.
    Un saludo

    20/01/09 08:01

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