Lo que Nunca Me Atreví a
Decir.
Fue como un ataque masivo, todo se agolpaba en el fondo de alguna parte, intentando salir. Hacía frío, pero no tanto como le gustaría, no el suficiente como para congelar el ambiente. En su mente flotaban notas de recuerdos y en la puta de su lengua se almacenaba toda la verdad que no podía salir. Arrastró demasiadas cosas, esperó siempre que todo fuera mal y lo consiguió. Consiguió toparse con aquello a lo que más miedo tenía; se dejó agarrar por el viento, se dejó caer.
¿Era más importante el orgullo que la persona?. ¿Era lo correcto no luchar e intentar seguir como si nada hubiese pasado?. Eso era lo que él quería, o al menos eso pensaba ella, pero a estas alturas de la vida había hecho tantas cosas mal que ya hasta lo dudaba. ¿ Quedaba alguna mísera parte dentro de ella que le gritaba que se abriese y lo intentase?, la había. Había una parte que gritaba, que no dejaba de repetir díselo, dile todo lo que sientes, TODO pero la otra parte martilleaba cruelmente cualquier expectativa surgida de la esperanza defectuosa de aquella mujer. La idea de dejarlo morir todo, las expectativas, las sonrisas, los besos en la frente simplemente aterraba.
Mirando hacia algún lugar en su interior, bajo tanto escudo y protección había algo. Bajo tanta desconfianza y tanto carácter había algo; congelado, bajo todo aquello, se encontraban las palabras que nunca fue capaz de decirle. Yo te quiero". Palabras que guardó con tanto recelo dentro de sí misma que ahora ya no podría volver a mirarle y decorar el aire con su significado.
