Algún día espero que esto caiga en tus manos, me da igual la razón de ello pero así lo espero, para que puedas leer todo lo que siento y para que puedas darte cuenta de cómo lo siento y de cómo me siento, porque simplemente me pongo a pensar en un papel para que no llegue el día que mi cabeza exploté por culpa de todo esto.

Te quiero y quiero estar contigo, pero me haces sentir tan banal con tu indiferencia que me congelas el corazón; me has metido en un círculo vicioso, en un bucle que sólo dominas tú, que cuando quieres coges mi corazón helado por tu culpa y lo descongelas con pasión, besos, abrazos y palabras que suenan bien, y cuando te has cansado me vuelves a congelar para que no me estropee para la próxima vez que me quieras utilizar.

Mi corazón me dice que lo siga intentando, que en el fondo me amas, pero mi razón ya está cansada de tu forma de ser con respecto a mí y como bien dice la canción, hoy le ha ganado la razón al corazón.

¿Qué no me como la cabeza dices? Pienso cada segundo del día en lo que podría llegar a ser, pero es que dejas tanto que desear que haces que desaparezca ese sentimiento y haces que piense que tengo que tirar la toalla, que estoy luchando por nada, que allí fuera me está esperando algo muchísimo mejor.

Lo sé, allí fuera me está esperando alguien mucho mejor, alguien que me hará volar con sólo estar a mi lado y que me cuidará como no haces tú; sé que ese alguien existe y sé que lo encontraré el día de mañana y podré continuar el camino de la vida a su lado, pero por lo menos no me habré hundido pensando en qué podría haber sido lo nuestro, porque si esto ha fallado ya tantas veces es solamente por tu culpa porque a mi ganas para jugar no me han faltado.

El día de mañana te acordarás y serás tú el que piense que podría haber sido y no yo, los fantasmas del pasado no tienen deudas conmigo.

No sé como va a seguir todo esto, pero lo que sé es que estoy cansada de este bucle infinito de sufrimiento, porque sé que no me mereces y que no debo estar a tu lado pero me atraes como un metal a cual imán, siempre has sido mi perdición; hace tiempo que deje de hacer las cosas bien, empezamos esto haciendo las cosas mal y las acabaremos haciendo mal como llevamos haciéndolo desde siempre porque ambos sabemos que juntos no funcionamos bien, demasiadas diferencias y demasiadas imperfecciones incompatibles nos unen.

Realmente ya no tengo nada más que perder, así que continuemos el juego hasta ver a donde nos lleva, mal lugar seguro. Pero lo nuestro ya no vale tanto como para replantearse el salvar nuestra amistad, amistad que ya extinguimos en forma de besos, sólo nos queda seguir jugando, apostemos, a ver quien gana o a ver quien pierde menos.

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