Onceava Letra
A lo lejos tu risa grita y mis ojos se quedan mudos, quietos, observando un punto que luego de unos segundos pierde sentido hasta que mis órganos se abaten y reacciono.
¿Qué imaginas de mi imaginación? que en un momento crea el bien y en otro el mal.
Los sueños y los sentimientos quizá funcionan de una misma manera. Digo, yo no los entiendo.
Y apropósito hago una locura en mi interior y mi cuerpo se paraliza y mi cara parece mierda.
Sentado a media tarde, pienso en las palabras bonitas que tu voz provocaba y, en los ojos preciosos que tienes unidos a la cara, y la sonrisa inmensa cocida.
Luego reanudo la realidad y veo el ahora.
Aquí eres más hermosa. Más hermosa por culpa del presente que me muestra lo inalcanzable que te haces.
Lo invisible.
Riendo de la mano de las sombras, ensombreciendo mi presencia, que se hace más corta y mas miserable al saber que no voy a poder tenerte otra época.
No puedo contenerte en mis manos a pesar que aguantaría hasta que mis venas se abran.
Eres tan pequeña y escurridiza. Te haces polvo y aire. Te haces muerte y te haces vida para mi alma que se materializa en enojo.
Te evito por mucho tiempo, pero tú no me evitas y se hace inevitable toparnos los olores. Traes a mí fotografías apropósito y lloro desconsolado queriendo abrazarte hasta soltarte unos segundos y descansar.
En fin, mi pequeña. Te amo. Todo este amor es tu culpa. Te pertenece. Y quisiera encontrar una forma de dártelo envuelto todo junto y salir corriendo, con los sentidos tapados hasta perderme de tu luz, aunque viendo desde esta sombra a la que me he vuelto adicto. Aquí, donde puedo verte y tú a mi no.
Es que tengo miedo de ser rechazado. A estas alturas sería duro, así que mejor no escuchar tu respuesta.
No te imaginas la tristeza que me crece. Quiero que entiendas el valor de mi tiempo. Tristeza imaginaria que no entiendo. Tiempo que nunca creamos para nosotros.
Te amo y va de nuevo.
Hey, te amo.
