TusTextos

Juicio

Y mientras vos negociabas con mi parte más oscura, donde reina el orgullo y el rencor es ley, yo intentaba persuadirme a mi mismo. Convenciéndome con argumentos insólitos, defendiéndote e intentando indultar tus errores ante ese juez tan inflexible que hay dentro de mí.
Durante el juicio luchaste con tus besos como arma, y yo actué como abogado de la defensa, mientras la fiscalía te juzgaba y buscaba como pena el exilio. Entre los dos logramos postergar la sentencia. Tus besos, acompañados de mi elaborada estrategia, persuadieron al juez y te dieron la libertad condicional hasta nuevo aviso.
Erodoto25 de noviembre de 2015

Más de Erodoto

Chat