Hoy Me Lo Permito
A veces me castigo releyendo lo que una vez nos escribimos, como si hubiera un pizca de verdad en todas esas palabras vacías, pero a veces la mentira es realmente bonita y nosotros realmente tontos por regalarnos el oído tan falsamente.
Me pregunto como pudimos pasar de un extremo a otro, de abrazarnos cuando el miedo nos rascaba la espalda a no querer que me toques porque el miedo me da menos miedo que un abrazo que ahoga con tanta rabia. Y si hablásemos de lo físico lo que mas me dolió no fueron los golpes si no las caricias que me dabas como si no quisieras arrebatarme una parte de mi con cada una de ellas. ¿Cómo me lloraste pidiéndome ayuda, cuando era yo a la que metías en el pozo? ¿Cómo me dijiste que me amabas como si esa palabra hubiera perdido completamente el sentido para ti? ¿Cómo llegamos a odiarnos tanto, a temernos tanto y querernos tan poco?... como.
No se que me enfada mas, si el haberme dejado creer tanto en ti hasta pensar que yo era el problema o saber que tu dejaste que lo hiciera porque era lo que mas te convenía. Me enfada, todo esto me enfada, pero de una forma u de otra a veces me encuentro castigándome de nuevo intentando creer que había algo real, alguna mirada, algún beso, alguna historia, algún te quiero... algo.
No lo sé, supongo que algún día dejara de doler, o o no, yo que sé. Pero aún así, ojala te vaya bien, he intentado encontrar el punto medio, pero entre tu y yo hay tantos kilómetros ya de por medio que no se donde se encuentra ya ese punto.
