Entre voces te escucho y entre miradas perdidas te encuentro, pero entre otras pieles no te encuentro y en otros labios no te siento.
Estás ahí, constante, recordándome que alguna vez tuve una sonrisa, que alguna vez mi corazón palpitaba y ahora sólo hace un sonido cada vez que se quiebra, un poquito más y más, lentamente recordándome que estoy muerta en vida.
Y no es que no te quiera olvidar, pero mis heridas aun sangran, ¿o será que soy una perfecta masoquista?

Si amor, tu recuerdo me quiebra hasta los huesos.

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