Vacía
¿Sabes de esas veces en que sólo quieres desaparecer, dejarlo todo atrás, no tener que pensar en nada? Pues hoy tengo un día de esos. Uno de esos días grises casi negros. Que no duermo, pero sí que lloro. Mucho. Por todo. Por nada. Nunca he sido de esas chicas a las que todo les va bien. Pero lo que tiene lo suele cuidar. Alguien me decía el otro día que hasta la mejor persona se cansa de mover montañas por quien no mueve por ella ni una sola piedra. No busco la vida perfecta ni los grandes amores de los que se hablan en las películas en verdad no busco a nadie pero, también es verdad que llevo un tiempo de decepción en decepción y cuando estaba a punto de perder la fe en las personas apareces tú..
Entre lágrimas escribo, por dar un pequeño respiro a este sufrimiento que parece no acabarse nunca. Tu crees que lo nuestro ha sido casualidad? Yo pienso que la casualidad no existe, si nos conocimos fue por algo, para jodernos, para enamorarnos, para saber si quieres pasar el resto de tu vida junto a esa persona, para picarnos, para salir sin dudar uno del otro.. Apareciste en mi camino hace varios meses, puede que varios meses siendo perfectos con cierta imperfecciones ..
Sabes, antes solía escribir porque pensaba que le debía algo a alguien. Un abrazo, un te quiero. Pero estoy cansada de ese sentimiento de culpabilidad que no es real. No le debo nada a nadie. ¿Me oyes? No te debo nada. Con la única persona que estoy en deuda es conmigo misma. Por no valorarme lo suficiente. Por no respetarme. Por creer que el hecho de que alguien vea más allá de mí, de que pueda quererme, es algo imposible.Me he dado cuenta de que finjo, finjo con todo el mundo. Hasta con la persona que me mira al otro lado del espejo. Finjo para que todos crean que soy fuerte, que no estoy rota, que no deben preocuparse por mí, que por qué iba a dolerme. Joder, pues duele. Duele más el daño que me hago a mi misma fingiendo que no siento nada, al que me puedan hacer tu y los demás. Y todo porque tengo miedo. Miedo de que me rompan. Como hicieron Más de una veZ... Vivir con miedo de sentir es una mierda.También me he dado cuenta de que ahogar las penas ayuda, pero que no soluciona nada. Lo seguiré haciendo, para qué mentirte. Para qué mentirme. Pero ya no saldré con el fin de olvidar, sino con el de no pensar demasiado, la cabeza no tiene razón, las mejores cosas son las que se hacen sin pensar, el hacer algo, el verme en un coche camino a tu lugar favorito, el darte un beso repentino, el arriesgarme a caer y volver levantarme.
Me sabe tan mal que te tengas que marchar, y me da tanta pena.
Sé que literalmente te estoy echando yo de mi vida, porque soy incapaz de demostrar nada de lo que tengo dentro si no es con una hoja y un papel, el problema es que me estoy enamorando, y jamás lo sabrás. Soy una cobarde ya lo sé, no me juzgués por ello, no me juzgués por tener miedo, no lo hagás por favor.
Siento como si la cuerda que nos ataba desde el principio se deshilachara, esa cuerda que utilizo para escalar por encima de esa montaña escarpada que es el miedo, me ato a la cuerda que cae desde la cima, fuerte a la cintura y empiezo a subirme en las rocas, agarrándolas con las manos al igual que te agarraba a ti en esos abrazos, trepo lo más rápido que puedo, me aferro fuerte a cada roca, cada miedo, supero el rechazo, supero la soledad, empiezo a subir, a sentirme bien, a sentirme parte de este universo, veo que alcanzo mi objetivo de llegar a la cima y superar todo lo que me estaba hundiendo en el pozo día tras día pero quieta, noto como la cuerda se me queda enganchada, tiro un poco de ella y la siento poco tensa, noto una punzada en el pecho y mi respiración se acelera miro hacia abajo. Estoy demasiado alta como para caerme ahora, entonces miro hacia arriba, sigo la cuerda con los ojos, con la mirada aterrorizada, voy doblando la cabeza hacia lo alto, hasta que veo el punto donde se acaba, trago saliva noto el corazón en la garganta y una sensación horrible en el pecho pero me decido a subir, tratando de no hacerme daño, de no hacerme daño subiendo, pero me paro a pensar que ya no hay vuelta atrás, que otra vez me he quedado estancada en la montaña de mis miedos, en un último intento tiro de ella suavemente y la cuerda se acaba de romper.
La cuerda que nos unía se ha roto. Preferiría haberme ahorcado con ella antes que haberla roto, así aún estaríamos unidos. Al estirar pierdo el equilibrio y empiezo a caer hacia abajo de espaldas, tapándome los ojos y llorando decepcionada, esta vez no de tristeza, esta vez de decepción y creeme que la decepción puede llegar a ser peor que la tristeza, noto mi cuerpo cayendo al vacío, estoy en el suelo, a morder el polvo de nuevo, ala cruda realidad, a los pies de mi montaña de miedos cuando ya casi estaba en la cima.
Cuando ya casi lo había conseguido.
Grito impotente mientras estoy en el sueño notando como arden mis ojos y a penas puedo ver nada porque llueve en ellos casi tanto como en el diluvio universal.!ñ Grito notando como la presión en el pecho desaparece con cada chillido, como mi garganta se cierra y mis cuerdas bocales se anudan quedando todo en un grito sordo que nadie escucha, sólo yo..
