Y esta es la forma mía de contar las traiciones,
de tu absurda boca salieron tretas y mañas,
donde yo representaba la tiranía hecha mujer.
Recuerda que el alcohol corría por tus venas
y te calentaba las entrañas, vacías como siempre
se te calentaban los sesos y la razón, tan absurdo todo esto.
No es culpa de una o ninguna es culpa de dos personas,
personas adultas voraces de deseos pasajeros, efímeros y candentes.
Date cuenta que si cierras los ojos, en realidad no ocurrió nada
nada más que un sueño erótico, eso nada más.
Tantos años llevas a cuesta y tan imposible que tengas madurez,
tantos baños de pureza e inocencia te otorgas,
que da más pena la realidad.
Tienes astucia como serpiente que siseando endulza al oído más ruin,
que envolviendo en palabrería barata, hace que toda esa mierda sepa a verdad, tienes veneno en palabras falsas que sabe a elixir angelical.