Como el cielo y la tierra, así son mis deseos.
Uno va de la mano del otro, y aun cuando son tan diferentes entre sí, ambos se complementan.
Si uno se va, el otro llega.
uno muere cuando nace el otro.
A uno lo busco desesperadamente; pero el se esconde y se burla de mi, mientras que el otro me sigue y me acosa, e inexorablemente me alcanzara.
Uno me ilusiona, el otro me intriga.
Uno me da vida, el otro me la quitará.
A uno lo describiría, como un querubín ¡travieso y escurridizo!
y el otro, ¡un duende insoportable, intrigante y seductor!
pero a veces... los deseo y los amo a los dos.
Y aunque uno me huya, Y tal vez nunca lo encuentre
el otro vive conmigo, y es parte de mí.
El amor y La muerte...dos caras de una misma moneda.

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2 Comentarios

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  Indigo

  Fino y sutil lo que expresas, y desde luego se evoca a el amor, el encontrarlo y compartirlo, siempre, pero acecha el impasible rostro de la muerte en cada esquina, pero ánimo, ese amor quizá está por llegar antes de lo esperado.
  Gusto en leerte EvaM.
  

  08/01/14 07:01

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  Cimoni

  Sin duda que así es, situaciones antagónicas en una misma moneda.
  Buen texto
  Saludos
  Pame.

  09/01/14 04:01