Cuando te miro siento tantas cosas. Me podría perder en esos ojos y encontrarme en esa sonrisa. Desde los pies hasta la cabeza te podría decir mil cosas encantadoras y ninguna que no me gustara. Ya si te miro por dentro no puedo, no me salen las palabras, eres perfecto. Nunca podía haber dicho nada parecido de nadie, nunca me habían echo sentir mariposas con solo una mirada, dicen que es amor, todavía no lo sé pero no lo dudo porque esto que siento es demasiado grande. Te daría todo lo que me pidieras, serias mi consentido, para siempre. Si me dieras una oportunidad no te defraudaria, creeme, te llegaría a querer por encima de todo y te lo demostraría día a día. Dicen que no soy cariñosa, yo pienso que es porque todavía no ha llegado nadie que me haga serlo, que me haga estar encima siempre de esa persona, nunca ha llegado nadie a mi vida como tú. Pero cuando abro los ojos, todo esto desaparece... me tengo que hacer a la idea de que posiblemente nunca seas para mí. Hemos estado muchas veces rozando el límite de llegar a algo, pero nos hemos quedado ahí, en el puto límite, al que maldigo todos los días, a él y a esa maldita estupidez que tenéis algunos por hacer como que no ha pasado nada.
Aún así no puedo negar mis sentimientos. Te quiero y nunca lo dejaré de hacer.
M. Siempre.

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