Poemas Encontrados
Saludos a todos amigos
Revolviendo algunos viejos cajones me encontré con estos humildes escritos de hace diez años atrás, al leerlos puedo asegurar que me tele transporté a esos momentos del pasado, momentos en que descubría en carne propia el amor y el dolor. El grado de ingenuidad es muy alto, debo reconocerlo, pero precisamente fue ese el ingrediente que más me acerca a aquéllos momentos tan particulares. Hoy soy un hombre casado con una familia formada y alejado ya de ese cable a tierra que era para mi escribir. Me gustaría compartir aquellos sentimientos con ustedes. Esta demás decir que el primer amor nunca se olvida.
Poema 1
Parecen lentas pero en realidad son veloces,
Avanzan las nubes con su blanco ceniza color
Desplazamientos perpetuos, cansados los relojes
De ver eclipsado y desnudo a la esfera del sol.
Brillante como un espejo, la humead calle,
Así se vuelve opaca como carbón,
Los pájaros instintivos absorben el detalle
Enmudecen o cantan según el resplandor.
La ciudad desprevenida y su ritmo habitual,
La bocina asusta a un perrito distraído
Borrachos, carteles, mujeres, todo sigue igual,
Nadie observa ni siente, todos muertos, nadie vivo.
Desordenadamente ordenados los cementos
Demuestran mas vida por fuera que en su interior,
Techo y paredón brillan, parecen reír contentos
Cuando el sol les regala su breve y efímero fulgor.
Dentro de una de esas argamasas cabinas
Mirando por la ventana en su caja de dos por dos,
Respirando el polvo de unas viejas cortinas,
Un estúpido intenta crear un poema para vos
parecen lentas pero en realidad son veloces
Ezejen.
Poema 2
En la calma noche negra un estruendo infernal
Sucumbió un cielo tan frágil y temeroso,
Un gran estruendo de incontrolable ira fatal
Que avanza lentamente con paso horroroso.
Exaltadísimo el instinto estremecido,
Empujome a alzar la vista por la ventana,
Tiritando miedo, cobardes blanquecinos,
Mis ojos observan ese negro panorama
y vi nacer inmenso un tornado de mentiras
Que arrasaba todo a su paso sin piedad,
Se volvieron polvo las casas y las vidas,
Y se alzo triunfal la muerte en la ciudad.
Y vi caer una veloz lluvia de cuchillas,
Con filos sedientos de sangre roja y espesa,
Que saciaron su sed con inocencia de niñas
Dejándolas muertas, atacadas por sorpresa.
Y vi una bruma de pólvora sobre la tierra
Que se poso dos mil instantes sobre ella
Y con su aroma a avaricia trágico y mortal,
Sepulto lento a una flor y a un animal.
Y vi el hambre feliz, riéndose a carcajadas,
Y vi hombres comiéndose unos a otros,
Y vi vísceras por el suelo regadas,
Y vi ogros gobernándonos a todos.
Oscuridad y desolación fue la tierra entonces
Y un nocivo perfume agrio a falsedad,
Asesina cada día a una constelación de soles
Que débilmente conservo aquí en mi ciudad.
Pero en medio de la catástrofe,
Desde el centro de la catástrofe,
De entre esa cerrazón de porquería y dolor,
De entre unos autos, maldad e inmundicia;
Camina ella (junto a unas amigas)
Y al observarla, todo lo malo
Por un instante
Parece desaparecer.
Ezejen.
-
Zien
Ezejen, creo que es la primera vez que te leo, y me da mucha alegr?a poder hacerlo. Tus poemas son de gran personalidad. Un abrazo
27/02/09 04:02
-
Leonora
Ezejen,unos textos preciosos,ha valido la pena pasarme por tu sitio.un abrazo
27/02/09 09:02
