Desde no se qué ventana
parecía que se cerraba el cielo.
Y la ventana se abrió.
Desde entonces, no creo en pareceres.
Amigos, no estoy tan seguro que esto sea un escrito... medianamente presentable... pero me ocurrió así y lo comparto para que ustedes me recomienden un buen psiquiatra. Saludos.
Imagínate que a veces con sólo estar entreabierta la ventana se observa el cielo batiente, ahora con esa ventana abierta en su totalidad y los ojos desteñidos, es normal que no creas en pareceres.
Saludos amigo Fabio