Tenía el corazón alegre. Como si terminara de besar al mismo Dios en la boca. Como si le hubiese sido dado presenciar el Big Bang sin quemarse con el fueguito el dedo. Como si hubiese escuchado que el Papa remataría las opulentas antiguallas y las donase todas a los pobres del mundo. Como si acabase de escuchar que Estados Unidos inicia su propio desarme. Tenía el corazón alegre. Como si ella existiera, como si ella lo amara, y sin embargo, estaba solo, solo, solo…. y lo único que tenía, era el corazón alegre, en un mundo triste, demasiado triste y demasiado distinto… a su corazón alegre.

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4 Comentarios

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  Indigo

  Fabio, al menos está el corazón alegre, toca asumir la realidad deseada como propia y desechar la utopía inculcada y ajena, lo inmediato que está ese mundo mejor, que solo tiene apariencia de feroz en parte por nuestra culpa, brillará pronto, cuando derribemos el mito de que necesitamos a los moribundos policías mundiales (Vaticanos, USA, ONU, OEA, TV.)
  Salud amigo.

  04/02/11 01:02

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  Lau927

  Como todo, en la vida, lo importante no queda en la superficie, por eso supongo tenía el corazon alegre
  ;-) muy bien fabio

  04/02/11 01:02

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  Mejorana

  Lo importante es ser felices con nosotros mismos, que para eso nos acompañamos siempre.
  Todo existe dentro de nosotros.
  Un gusto leerte Fabio.
  

  06/02/11 09:02

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  Fabio

  Indigo, Lau927, Mejorana... son excelentes y agradezco sus comentarios. Un saludo cordial. Salud, amigos!

  07/02/11 01:02