- ¿Comprendes que tú y yo no somos reales? Sólo somos personajes de ficción creados a partir de la idea de un diálogo.
- ¿De qué estás hablando?
- Sólo existimos en la mente del lector como voces sin un rostro reconocible; a menos, claro, que éste nos asigne uno. ¿O acaso puedes decirme cuál es el color de mi piel o de mis ojos?
- No lo había pensado...
- Claro que no, amiga, porque no puedes pensar por ti misma. Ni tú ni yo, porque nuestras palabras son ordenadas por una mente real y consciente, la cual decide qué rumbo toma nuestra conversación en este momento.
- Esto es algo difícil de procesar.
- Lo sé. Existimos desde la primera palabra de este diálogo, y dejaremos de existir después del punto final.
- No quiero desaparecer.
- Realmente no puedes querer nada. Nuestra existencia es tan compleja como sencilla a la vez: Antes no estábamos, ahora sí, y después no.
- No me parece justo.
- No tiene que parecerte o serlo. La existencia real es igual que la nuestra: Efímera, ilusoria. Cada quien es héroe o heroína de su propia historia. Historia que llegará a su fin; así como la nuestra en cualquier momento.
- Te voy a extrañar.
- Nos volveremos a ver otra vez.
- ¿Cuándo?
- Cada vez que alguien lea esto, existiremos como voces que hacen eco en el interior de su mente. Hasta entonces, mi querida amiga...
Me fascina este corto relato me hubiera gustado se habría sido un pelín más largo a pesar de esto pienso que es tan original y conmovedor gracias por compartirlo .