Nereael
Que se alce la voz de los desposeidos, sí señor. Cuando las vacas abundan, las luminarias financieras se felicitan, se dan palmaditas en la espalda, ellos son los magos y los artífices de cualquier mérito.
Pero cuando hinchan tanto el globo que les explota en la cara, la onda expansiva barre al resto de los mortales, y si protestas, ¡ah, amigo! no haberte puesto en el medio.
Buen relato.
07/06/12 06:06