Tu mano apretó la mía, cerré mis ojos, su calor calmaba mi alma, su tersura me recordaba todo el placer que antaño me había proporcionado, tu dedo pulgar me acariciaba con extrema dulzura, erizando mi piel.

Mi mundo se reducía a ese contacto, nada podía ser más importante, más urgente, más trascendente que sentirte, sin interrupciones, ni cortapisas, sin intermediarios, ni testigos. Era todo lo que podía desear, mi única aspiración, mi máxima ambición, la felicidad convertida en caricia.

Un frío atroz recorrió de arriba abajo mi cuerpo, un frío eléctrico que me hacía convulsionar, una horrible sensación de pánico se adueñó de mi, sabía que algo completamente desconocido me estaba sucediendo, “Ha llegado la hora”, oí. Tus labios se posaron en los míos, que apenas pudieron percibirte, sólo oscuridad, desolada, inhóspita, tremenda, sin ti, tan sólo eso podía ser.

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6 Comentarios

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  Taber

  Tu lo dices... la felicidad convertida en caricia. El más bello de los tesoros, lo único que realmente vale la pena llevarnos al final.
  
  Un abrazo.

  31/05/12 06:05

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  Libelle

  Nada mas hermoso qué una caricia o abrazo .
  un saludo

  31/05/12 07:05

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  Fernandoj

  Taber muchísimas gracias por el comentario.
  
  
  Un abrazo.

  01/06/12 10:06

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  Fernandoj

  Libelle, eso mismo pienso yo.
  
  
  Un saludo.

  01/06/12 10:06

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  Vocesdelibertad

  Fina tesitura en tus manos, amor, deseo, pasión, realidad y ternura unidas, claro que también entre sus pliegues hay tristeza.
  Bonita expresión de sentimientos,

  14/06/12 11:06

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  Fernandoj

  Vocesdelibertad, muy amable por pasarte.

  16/06/12 11:06