Últimamente las palabras se han fugado de mis dedos, ya no expreso mucho lo que siento. Y, aunque no se realmente la razón de esto, quiero culpar la ansiedad que me generas; esa ansiedad que siento cuando hablo contigo y no estás a mi lado, cuando sueño que te abrazo y despierto sin ti. Esa misma ansiedad que se siente cuando te falta algo. Algo que irónicamente jamás has tenido.